Gol con unidad… Unidad soberana

Dario Tropeano

* Abogado. Docente de la Facultad de Economía UNco

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El mundo ha cambiado, el capital se concentra en niveles extremos y los pobres crecen sin parar, mientras las clases medias se deterioran hacia una reducción inexorable.


La selección nacional de fútbol, también es la República Argentina. Es esa parte que con esfuerzo organizado, con un proyecto, profesionalidad y disciplina colectiva obtiene un logro mayúsculo y se destaca mundialmente.

Atravesamos días de felicidad colectiva por el éxito obtenido en el deporte más popular del mundo. Lo popular etimológicamente se asocia al pueblo, y este concepto tiene que ver con los sectores menos favorecidos de la sociedad. El fútbol atraviesa las sociedades y nos abarca a todos , aun a los más favorecidos. Esto demuestra la transversalidad del fenómeno que nos une en alegría y satisfacción, porque despierta nuestro orgullo nacional, reivindicándonos incluso a nosotros mismos, como personas .

La Argentina ha triunfado hacia afuera, jugando con un pequeño grupo. Armar uno significativamente más grande para triunfar adentro, siquiera con un proyecto nacional que atraviese amplios sectores de la población , unificándonos, ha resultado una tarea que por décadas y durante escasos años hemos podido cumplir. Comprendo que es difícil, dado que los intereses económicos se imponen a los colectivos, y la colectividad se divide, lo que importa el fracaso de cualquier proyecto que alcance a grandes sectores de la población y nos impulse siquiera a un desarrollo equilibrado y soberano. Los intereses económicos a que me refiero siempre se relacionan con quienes tienen más poder – económico fundamentalmente- que pueden dominar, fácilmente, al poder político, direccionando un proyecto de país .

Hemos escuchado a nuestros padres y abuelos decir que la Argentina lo tiene todo para ser un gran país, pero sistemáticamente los intentos fracasan mediante hechos políticos que nos hacer caer: golpes de Estado, endeudamiento público salvaje en moneda extranjera, cambios abruptos de dirección política. La condición de país no soberano se nos impone sin que el pueblo pueda lograr un proyecto colectivo que avance en un modelo de desarrollo que contenga distribución equilibrada de la riqueza obtenida, desarrollo tecnológico, industrialización elaborada de nuestras materias primas , políticas internacionales soberanas que nos permitan defender el valor de nuestros recursos .

Los grupos económicos nacionales – las elites- sostienen la visión de proyecto de País de 1810: extracción primaria de materias primas y su exportación, obtención de ganancias en pesos y desesperada conversión en dólares para transferirlas al exterior, obteniendo esos dólares del Banco central o a través de cualquier mecanismo posible .

Esto sucedía ya en la época de la colonia con los saladeros y el entramado comercial entre ganadores criollos , españoles y el cuestionamiento que hacían al monopolio que imponía España , por lo que negociaron la independencia con Inglaterra para poder comercial libremente nuestros productos, internacionalizándolos a los mercados mundiales.

Mientras tanto, Inglaterra – y luego los EE.UU.- imponían restricciones a las importaciones extranjeras elaboradas e impulsaban su industria nacional. Libertad de mercado para afuera, proteccionismo para adentro.

Hoy seguimos casi igual. Pero el mundo ha cambiado, el capital se concentra en niveles extremos y los pobres crecen sin parar, mientras las clases medias se deterioran. ¿Fue por las políticas populistas ? ¿Los planes sociales? ¿Los políticos incapaces? Todas esas explicaciones que nos “lobotomizan mediáticamente” cada día resultan superficiales frente al avance de la concentración del capital en pocas manos para luego -en el caso de Argentina – transferirse al exterior dejando las sobras necesarias para continuar el proceso de acumulación .

Esto viene sucediendo y va a seguir ocurriendo hasta que podamos articular ese equipo organizado y disciplinado que represente un proyecto colectivo nacional, que incluya grandes mayorías .

El mundo ha cambiado. Los recursos ahora son escasos; 8.000 millones de seres humanos pujan por una vida digna , pero nos más de 500 compañías globales concentra una porción sustancial de la riqueza mundial . La absoluta mayoría de ellas es privada, y muchas están interrelacionadas entre los mismos propietarios. Notemos que dicen nuestros políticos en torno al futuro Nacional: el litio, Vaca Muerta, los alimentos.

Se habla de materias primas, como se hablaba en 1820, 1860 , 1910 y sucesivamente. Las materias primas valiosas deben destinarse a obtener dólares para pagar las deudas externas ( con privados y con el FMI) contraídas por quienes los necesitaban para llevarlos fuera del país adquiridos con las ganancias en pesos. Hemos ingresado en la etapa histórica más intensa de extracción de recursos naturales del “ súper país empobrecido” que tenemos .

Depende de nosotros unirnos para ser una Nación soberana, para ganar este partido .

* Abogado. Docente de la Facultad de Economía Unco.


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