Las rutas y un fallo inoportuno

La tragedia de la Ruta 151 del fin de semana pasado en la que murieron cuatro personas, entre ellos una niña, volvió a poner en escena de un modo espasmódico el reclamo por el deterioro de la red vial. El gobernador Alberto Weretilneck vinculó el siniestro a la “realidad” que viene denunciando del “abandono de las rutas nacionales”, pero de inmediato hubo silencio porque se sucedieron otros dos accidentes con cuatro víctimas fatales, esta vez en una traza provincial: la Ruta 6, que está en obra.

Al Gobierno también le llegó otra advertencia para moderar el tono del reclamo a Vialidad Nacional, muy enfático entre fines de mayo y junio, ya que el día antes de la tragedia cercana a Catriel, el juez Matías Lafuente, del juzgado Contencioso Administrativo de Roca, firmó una sentencia en la que responsabilizó en un 70% a la Provincia por la muerte de un trabajador de Canal 10 que en 2021, por las malas condicionez de la ruta a unos 20 kilómetros de Paso Córdoba, lo que motivó que perdiera el control del rodado y volcara tras una curva sin señalización y con baches.

El fallo judicial fue inoportuno para el Gobierno que puso en pausa el dedo acusador hacia la jurisdicción nacional, aunque hay que hacer la salvedad de que esa tragedia ocurrió cuatro años atrás y hoy es otra la realidad porque la Ruta 6 junto con la 8 -que conectan la Región Sur con el Alto Valle- están en obra.

La Ruta Nacional 151 es la que presenta mayor deterioro, según todos los informes preparados por la provincia, por eso el gobernador la eligió para el primer amparo colectivo que presentó junto a cinco intendentes a principios de julio. Por ahora no hubo novedades del juzgado federal de Roca que analiza la demanda que pretende una reparación integral de los 150 kilómetros de traza.

Vialidad Nacional tiene en su agenda tareas de bacheo en frío. Ya lo hizo en la zona más crítica, debajo del puente ferroviario de Cipolletti, y continuará. A futuro se reemplazarán esos parches por material en caliente, que es una intervención de más durabilidad, aunque nada definitivo. Son trabajos provisorios en este contexto en el que también está en el mar de las incertidumbres el futuro del organismo vial.

El gobierno nacional también tiene planes para sus trazas con la privatización, que será algo distinto a lo conocido y con todas las dudas activas.

Ya se pusieron en marcha las primeras licitaciones de la Red Federal de Concesiones. Por ahora ninguna en la Patagonia, las más cercanas llegan hasta Bahía Blanca (Ruta 3) y Santa Rosa (Ruta 5), pero se advierte cual será el esquema a futuro en la región.

Este sistema que impulsa el gobierno de Javier Milei establece tramos de rutas a concesionar para que empresas privadas realicen obras obligatorias y de rehabilitación y define dónde podrán instalar los peajes, que serán el sustento de las compañías para mantener la red vial por 20 años.

Las rutas se van a llenar de peajes, pero trascendió que las empresas ya elevaron sus quejas porque los costos analizados por el Estado para las inversiones iniciales que deben hacer están subvalorados.

Otro factor que influirá en que el sistema sea exitoso y haya interesados en las rutas es el caudal de tránsito porque de allí se calcula cuánto podrán facturar. En Río Negro ocurre lo mismo ¿a quién se va a cobrar?. La Ruta 151 tiene una carga vehicular alta en sus primeros kilómetros, en Cipolletti, y en gran parte es porque tiene conexión con Neuquén y Vaca Muerta. En ese tramo hay un promedio diario de 22.000 vehículos (según datos de la Red Nacional de Caminos del 2024) y empieza a desgranarse el tránsito llegando solo a 4.400 vehículos diarios a la zona de Catriel.

La Ruta 22 presenta enormes fluctuaciones, inicia en Río Colorado con 5.450 vehículos diarios y llega al punto máximo en un estrecho tramo entre la Ruta 151 y el límite con Neuquén, con 62.600 vehículos.

Se deberá esperar para saber si para el Gobierno y las empresas son números razonables para que también avance la privatización del corredor vial en esta zona.