Ley de Tartamudez: deuda que dificulta la concientización
Asociación Argentina de Tartamudez (AAT)
La normativa apunta a informar adecuadamente, actualizar y capacitar a profesionales en esta temática, e incluir en la formación docente herramientas para evitar prejuicios por desinformación o desconocimiento.
Las declaraciones del comunicador Gabriel Levinas han puesto en manifiesto algo que es evidente, pero al mismo tiempo, invisible a los ojos de la sociedad: la necesidad de una Ley Nacional de Tartamudez.
Y, como toda ley, el objetivo es dar respuesta a la demanda de un sector que la Asociación Argentina de Tartamudez (AAT) acompaña desde sus orígenes para evitar los prejuicios y concientizar a la población sobre la temática.
No es la primera vez que esta clase de aseveraciones se realizan de forma pública y, lejos de tratarse de la visión de un periodista, son el reflejo del desconocimiento, desinformación y falta de formación que impera en la sociedad hace años. Y, no es que el país no esté preparado para un candidato a presidente que tenga tartamudez, sino que no existen las herramientas legislativas para dar conocimiento a esta temática y garantizar un tratamiento integral.
A un año de su presentación en el Congreso de la Nación, es de suma importancia y prioridad que el proyecto de Ley que establece la creación del Programa de Detección Temprana y Tratamiento de la Tartamudez sea debatido. Esta normativa apunta a informar adecuadamente, actualizar y capacitar a profesionales de diversos ámbitos de nuestro país en esta temática, como así también incluir en la formación docente las herramientas necesarias para evitar que se repitan ciertos sucesos desafortunados por desinformación o desconocimiento.
Además, es importante señalar que el proyecto de Ley es producto del trabajo minucioso y detallado de la AAT, junto con el de todos aquellos actores sociales que se han interesado en nuestra labor durante muchísimos años, y va de la mano de las necesidades que las personas que tartamudean y familias con niños que presentan esta dificultad nos han mostrado de manera muy concreta durante este largo camino. Pues, hace más de 25 años que la AAT se encuentra trabajando arduamente a lo largo y ancho de nuestro país, concientizando sobre esta problemática.
La Asociación ha recibido muchas consultas en estos últimos días de padres, madres y personas con tartamudez que tienen la necesidad de contar con tratamientos adecuados. En muchos casos, existe una carencia de recursos económicos para acceder a los mismos, por lo que avanzar en la sanción de esta ley también es fundamental para fomentar la instalación de múltiples lugares de acceso público y de prestación médica obligatoria, lo que facilitará una atención adecuada y actualizada de la tartamudez.
Por otro lado, el texto de la Ley también proclama que el 22 de octubre sea reconocido en todo el país como el día nacional de la toma de conciencia de la tartamudez, con el propósito de que en ese día se tomen acciones positivas a los efectos de eliminar los estereotipos y la discriminación, para fomentar la inclusión social y la diversidad en el abordaje de las alteraciones de la fluidez del habla.
Este día será aprovechado para que en todas las instituciones educativas y de salud se hable del tema con conocimiento y la responsabilidad que amerita, se derriben mitos que aún persisten en nuestra sociedad y, con ello, se logre colectivamente una concientización asertiva y efectiva sobre el tema en nuestro país.
Hechos como los ocurridos en los últimos días nos deben servir para emprender un cambio social. Pese a que sucedió de una manera que no hubiésemos imaginado, un comentario desafortunado desató una discusión a nivel nacional e internacional sobre esta temática. Si bien algunas normas se sancionan para cristalizar una costumbre social, muchas otras, por el contrario, surgen de las tensiones sociales existentes en diversos momentos históricos e implican la inmensa labor de un pequeño grupo.
La sanción de la Ley no es más que la herramienta adecuada para empujar y motorizar ese cambio. Por ese motivo, creemos imperiosamente necesario contar con esa herramienta, aunque sabemos que sólo será el primer paso de nuestra lucha.
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