Prevenir las tragedias

Redacción

Por Redacción

Este fin de semana largo comenzó de la peor manera desde la seguridad vial: una familia de Catriel que viajaba a Las Grutas se vio envuelta en la tragedia luego que una camioneta la embistiera en la Ruta 22 y provocara la muerte de cuatro de sus integrantes. No fue el único caso: ya en días previos se registraron incidentes que generaron heridos y daños, lo que demuestra que queda mucho por hacer en esta materia, tanto desde los gobiernos como de los ciudadanos.

Las características del choque son un resumen de las carencias de nuestro sistema: en una ruta colapsada y en obra hace más de 20 años, mal señalizada, con banquinas estrechas, el auto de la familia debe detenerse imprevistamente por una caída de equipaje. Es embestida desde atrás por una camioneta sin patente, que circulaba exceso de velocidad y cuyo conductor estaba alcoholizado, según las pericias. Poco antes se habría sacado una selfie mientras conducía, ignorando la prohibición de usar celulares con el vehículo en marcha.

Apenas unos días antes, una caravana de autos Ferrari se volvió viral por realizar peligrosas maniobras en la Ruta de los Siete Lagos. Pese a que en Neuquén fueron multados y advertidos por las autoridades, continuaron circulando a alta velocidad y realizando sobrepasos ilegales hasta que uno protagonizó un fuerte accidente en San Martín. Fueron expulsados.

La organización Luchemos por la vida estima que unas 16 personas mueren cada día producto de hechos de tránsito, un total de 5.908 en el país, 106 en Río Negro y 87 en Neuquén el año pasado.

Según el informe de octubre del Instituto de Seguridad Vial, en los diez primeros meses de este año la mortalidad en rutas, calles y caminos por siniestros ya superó la de todo 2024. Cuatro de cada 10 fallecidos tenían entre 16 y 30 años y en la misma proporción los conductores partícipes tenían menos de 30. Casi un tercio (32%) de los vehículos implicados en siniestros fatales fueron motos, como el caso de la joven que el sábado pasado murió en la Ruta151 a la altura de Barda del Medio.

Las principales causas de las tragedias siguen siendo humanas: maniobras imprudentes, exceso de velocidad, falta de atención y el no cumplimiento de normas de seguridad, como el uso correcto del cinturón de seguridad en autos y el casco en las motos. Conducir con cansancio, estrés, bajo efectos de alcohol o drogas y usando el celular originan choques, vuelcos y atropellos.

El psicólogo especialista en tránsito Ramiro Parsi señala que en nuestro país existe un “analfabetismo vial”, donde la formación de los conductores está muy desactualizada. Se concentra en aspectos normativos y legales, pero no en inteligencia emocional, responsabilidad y resolución de conflictos, con lo cual muchos carecen de herramientas para gestionar el exigente tránsito actual.

La preponderancia de factores humanos no implica quitar responsabilidades de Nación, provincias y municipios sobre el pésimo estado general de calles, caminos y rutas, a menudo sobrepasadas y destruidas por la falta de ampliación, señalización y mantenimiento de décadas.

En la región el abandono de rutas nacionales como la 22, 23, 40 , 234, 237 y 151, además de las provinciales, se traduce en pérdida de vidas humanas a diario. Como señaló alguna vez un experto, las nuestras son “rutas que no perdonan” el mínimo error al conducir, no facilitan la fluidez y muchas veces son generadoras de malas maniobras, roturas mecánicas, estrés y cansancio que afectan a los conductores. Tampoco la falta de controles y de educación vial, donde muchas veces los sistemas de vigilancia y multas están más orientados a recaudar que prevenir siniestros. Las restricciones presupuestarias no son excusa para la falta de gestión e inversión que han sufrido autopistas, rutas, caminos y el sistema de transporte en general en los últimos años.

A eso hay que sumarle servicios de transportes colectivos cada vez más deficientes (terrestres, ferroviarios y aéreos) con problemas de conectividad e infraestructura obsoleta.

Las tragedias recurrentes muestran que prevenir los siniestros viales es un problemática urgente y prioritaria que debiera encararse en todos los niveles del Estado y la sociedad.

Realizar acciones concretas para modernizar en forma urgente la red vial, tener estrategias coordinadas de prevención, control, concientización y educación vial requiere el compromiso de entes oficiales, sociedad civil y medios de comunicación. Solo así se podrán revertir estas dramáticas estadísticas y que un fin de semana de descanso y esparcimiento no se convierta en tragedias que enluten a las familias.


Este fin de semana largo comenzó de la peor manera desde la seguridad vial: una familia de Catriel que viajaba a Las Grutas se vio envuelta en la tragedia luego que una camioneta la embistiera en la Ruta 22 y provocara la muerte de cuatro de sus integrantes. No fue el único caso: ya en días previos se registraron incidentes que generaron heridos y daños, lo que demuestra que queda mucho por hacer en esta materia, tanto desde los gobiernos como de los ciudadanos.

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