Una mirada a las sanciones de Occidente a Rusia

Alexei Druzhinin *


El tamaño de la economía rusa es menos de una décima parte del de la economía estadounidense y los economistas creen que se reducirá aún más.


Estados Unidos y sus aliados europeos intensificaron las sanciones para que Rusia pague por invadir a Ucrania, y pese a que los castigos afectan a la economía rusa, hasta ahora no han conseguido detener los combates.

La Casa Blanca anunció nuevas sanciones contra Rusia y su aliado, Bielorrusia, incluyendo controles de exportación dirigidos a las refinerías de petróleo rusas. Estados Unidos se unió a Europa y Canadá para vetar su espacio aéreo a las aerolíneas rusas, y el Departamento de Justicia anunció una nueva iniciativa para perseguir a oligarcas rusos.

Este endurecimiento de las sanciones ha tenido un efecto sorprendentemente rápido.

El rublo se ha desplomado y la inflación va en aumento, lo que genera una nueva ansiedad entre los consumidores rusos, y no sólo en los oligarcas a los que se dirigieron las primeras medidas. El retiro de las empresas extranjeras ha obligado al cierre de fábricas de automóviles en Rusia, y Boeing y Airbus han dejado de suministrar piezas y servicios a las aerolíneas rusas.

El tamaño de la economía rusa es menos de una décima parte del de la economía estadounidense -apenas la mitad de la de California- y los economistas creen que se reducirá aún más, un hecho que resulta incongruente con la posición de Rusia como la segunda potencia nuclear más grande del mundo.

Estas son algunas de las sanciones vigentes. Al combinarse, suponen algunas de las sanciones más duras impuestas a cualquier nación sin necesidad de una acción militar.

Las nuevas sanciones se enfocan en el aliado de Putin, Alisher Usmanov, una de las personas más ricas de Rusia, y en el secretario de prensa de Putin, entre otros. La Casa Blanca dijo que se les cortará el acceso al sistema financiero estadounidense y se congelarán sus activos en EE.UU.

Boicot al banco central ruso


Estados Unidos, la Unión Europea y el Reino Unido han limitado la capacidad del banco central de Rusia para disponer de más de 600.000 millones de dólares en reservas de divisas. Esto ha dejado a este banco con pocas herramientas para apuntalar el rublo y evitar que su valor se desmorone.

La contracción del rublo provocó que la inflación se desborde. Los rusos hacen filas para retirar rublos del banco y convertirlos a dólares, lo que reduce las reservas de divisas del banco central.

Acceso de Rusia al swift


Occidente ha excluido a los principales bancos rusos de un sistema de transferencias financieras conocido como SWIFT, que se utiliza a diario para transferir miles de millones de dólares entre más de 11.000 bancos y otras instituciones financieras de todo el mundo.

Estados Unidos y sus aliados se han abstenido de expulsar a toda Rusia del SWIFT, tal como lo consideraron y rechazaron en 2014, cuando Rusia invadió y se anexó Crimea de Ucrania. Rusia ha dicho que expulsarla de SWIFT equivaldría a una declaración de guerra. Excluir a Rusia del sistema SWIFT, con sede en Bruselas, también podría perjudicar a otras economías, como las de Estados Unidos y Alemania, que compran petróleo y gas natural a Rusia.

Recorte a la tecnología


Estados Unidos dijo el mes pasado que limitaría las exportaciones de tecnología, como los semiconductores, a Rusia, y los aliados de Europa y Japón colaboraron con la medida. Esta semana, el gobierno del presidente Joe Biden anunció que ampliaría esos controles de exportación a las refinerías de petróleo rusas.

Entre las últimas medidas figuran sanciones contra 22 organizaciones de defensa rusas que fabrican aviones de combate, aviones no tripulados, tanques, misiles y sistemas de guerra electrónica.

Los controles a las exportaciones anteriores privarían a Rusia de más de la mitad de su actual suministro de alta tecnología y asestarían un golpe a las esperanzas rusas de modernizar su ejército, su industria aeroespacial y su programa espacial.

Energía: petróleo y gas exentos


La exportación de petróleo y gas natural es esencial para la economía rusa, pero estos productos han quedado exentos en buena medida de sanciones porque los gobiernos occidentales son cautelosos con las medidas que podrían perjudicar a sus propios consumidores. Los precios del petróleo ya se dispararon desde la invasión rusa.

Según la Casa Blanca, todas las opciones siguen sobre la mesa, pero la prohibición de las importaciones rusas del sector energético podría restringir el suministro mundial y “elevar los precios en los surtidores de gasolina para los estadounidenses.

A Biden evidentemente le preocupa un aumento en los precios de la gasolina de cara a las elecciones de mitad de mandato de este año, ya que ha anunciado la liberación de petróleo de la Reserva Estratégica de Petróleo federal. Los precios de la gasolina en Estados Unidos están en sus niveles más altos desde 2014.

* Periodista de AP


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