Paraguay volvió a la calma tras la rebelión oviedista

El gobierno logró controlar a las fuerzas amotinadas. Hay 63 uniformados y varios civiles detenidos.

Asunción (Télam-Reuters).- El gobierno paraguayo superó rápidamente un levantamiento organizado anoche por militares vinculados presuntamente al ex general prófugo Lino Oviedo, y detuvo ayer a varios oficiales, a diputados oviedistas y a un ex legislador del partido Colorado.

«La situación está completamente controlada. Una vez más, la democracia paraguaya salió robustecida», anunció el presidente Luis González Macchi por televisión, tras decretar el estado de sitio. «Esta fue la última y definitiva batalla contra los oviedistas y fue superada sin (sufrir) un solo muerto; demos gracias a Dios», dijo el presidente.

El Ministerio de Defensa indicó que la sublevación fue organizada por Oviedo, quien está prófugo desde diciembre de 1999, cuando abandonó Argentina donde estaba asilado. Sin embargo, el ex general negó estar implicado en la rebelión.

La asonada, que se extendió hasta la madrugada de ayer, preveía los asesinatos del presidente González Macchi, dos ministros, políticos y periodistas, según documentos incautados por las autoridades.

El jefe de Estado, que asumió el poder en marzo de 1999 tras la renuncia del presidente Raúl Cubas, aliado político de Oviedo, hizo un llamado a la ciudadanía para que esté tranquila, porque subrayó que «ésta es la última y definitiva batalla» contra los intentos antidemocráticos.

Una vez sofocada la sublevación, fueron detenidos un abogado, un legislador, cinco oficiales retirados y al menos 42 militares en actividad, 3 retirados y 18 policías todos simpatizantes de Oviedo. Entre los rebeldes detenidos figuran el mayor Rubén Cardoso y el ex diputado liberal Hermes Rafael «Rambo» Saguier.

González Macchi decretó el estado de excepción por 30 días. La medida fue ratificada por el Congreso y eso permitió el arresto de los legisladores.

El intento fue rechazado por los socios de Paraguay en el Mercosur, por Estados Unidos, la OEA y el Grupo Río. El bloque sudamericano expresó su «más firme rechazo al uso de la violencia y la fuerza y cualquier otro intento por vulnerar las instituciones y el orden constitucional».

Según fuentes castrenses, los rebeldes, nucleados en un movimiento presuntamente denominado «Teniente Coronel Fulgencio Yegros», fueron comandados por el general retirado Víctor López .

El foco de la sublevación fue el Regimiento I de la Caballería, a 15 kilómetros al sureste de Asunción, y también Cerritos, donde se apoderaron de tanquetas y marcharon sobre la capital.

Además controlaron dos radioemisoras capitalinas, desde las cuales exigían la renuncia del presidente González, a quien calificaron de «usurpador».

Luego de tomar dos regimientos de blindados en las afueras de Asunción, la jefatura y un cuartel de la policía, los sublevados enviaron seis tanques al Congreso. Los blindados dispararon cañones y ametrallaron la fachada de la Cámara de Senadores, mientras varios legisladores deliberaban de urgencia.

Al menos tres civiles —una mujer y dos hombres, todos jóvenes— resultaron heridos de bala.

Pero los sublevados no lograron mayor adhesión castrense y se rindieron bajo la presión de fuerzas leales al gobierno y la amenaza de los aviones de combate, que planeaban abrir fuego contra los vehículos y los cuarteles ocupados.

Sin embargo, la amenaza aún está presente. «Recién nos estamos haciendo sentir», dijo el teniente coronel Vladimiro Woroniecki, un activista de Oviedo en el Ejército. «Tenemos derecho constitucional a rebelarnos contra la tiranía «, dijo.

Declaran el estado de excepción

Asunción.- El Parlamento paraguayo aprobó ayer la declaración del estado de excepción que dictó el gobierno para enfrentar las consecuencias de la intentona golpista de anoche y que concede poderes especiales al poder ejecutivo.

La medida, que estará vigente por treinta días, de acuerdo al decreto presidencial, fue aprobada por los votos a favor de 105 legisladores y un solo sufragio en contra, el del liberal Modesto Salinas.

La declaración del estado de excepción fue aprobada incluso por los diputados y senadores del movimiento del golpista Lino Oviedo.

El estado de excepción, una medida parecida al estado de sitio en otros países, puede ser dictada, según dice la Carta Magna, «en caso de conflicto armado internacional (…) o de grave conmoción interior que ponga en inminente peligro» la Constitución o el funcionamiento de los poderes del Estado.

Durante la vigencia del estado de excepción el Gobierno podrán ordenar, por decreto, la detención de las personas involucradas en los hechos que motivaron la declaración de esa medida.

También puede trasladar libremente a los detenidos y ordenar la restricción de reuniones públicas y de manifestaciones. Los arrestados pueden permanecer en centros de detención o ser recluidos en sus domicilios.

Se comprueba la fragilidad de la democracia

Asunción (EFE).- La fragilidad de las instituciones democráticas quedó de nuevo en evidencia en Paraguay tras superar ayer otra intentona golpista, la segunda del proceso de transición a la democracia iniciado en 1989.

Tras la caída de la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-89), los paraguayos han vivido momentos de gran incertidumbre política, pero las mayores amenazas a su incipiente democracia han tenido al ex jefe del Ejército Lino Oviedo como el eje de la inestabilidad. «El «oviedismo» desestabilizador y antidemocrático está en desbandada, la crisis está controlada», afirmó ayer el presidente Luis González Macchi,.

La conspiración fue gestada la noche del jueves en la I División de Caballería, la unidad militar con mayor poder de fuego de la milicia local. Sin embargo, el gobierno reaccionó con rapidez y aunque varias tanquetas llegaron a rodear la sede del Parlamento y otros puntos vitales, las fuerzas leales lograron recuperar el control.

La inmediata reacción de las principales unidades del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea a favor del gobierno, de los políticos y empresarios, así como la comunidad internacional, también resultó decisiva en el momento de mayor incertidumbre.González Macchi calificó de alentadoras la adhesión del Mercosur, la Unión Europea (UE) y la Organización de Estados Americanos. Al parecer, esa serie de hechos dieron un espaldarazo a González Macchi.

Sin embargo, analistas indicaron que el gobierno no logró depurar totalmente al ejército de simpatizantes del Oviedo, pese a las purgas masiva. Esto podría ser un factor de inestabilidad, con el ex golpista en libertad y moviéndose en la clandestinidad.


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