Paralizan una obra en el centro neuquino hasta que tenga más seguridad

NEUQUEN (AN)- Un juez ordenó paralizar la construcción de la sucursal del banco Santander Río hasta que se realicen una serie de obras recomendadas por un perito para evitar riesgos en los inmuebles vecinos.

Los trabajos habían comenzado hace un mes en Avenida Olascoaga 250, donde el banco alquiló un terreno de 9 metros de frente por 40 de fondo para construir su nueva sede en esta capital, y lo primero que hizo fue tirar abajo algunas paredes.

La dueña de un local vecino, que le alquila al mismo propietario, presentó entonces un «interdicto de obra nueva» ante el juez civil Gustavo Belli. Argumentó que los trabajos comenzaron «sin haber realizado las empalizadas obligatorias y sin contar con cartel de permiso municipal obligatorio que la habilite».

Según consta en el expediente al que accedió «Río Negro», la comerciante María Fernanda Goenaga, dueña de Haywa Cueros, planteó que tuvo que cerrar sus puertas «a fin de salvaguardar la integridad física de mis empleados y de los eventuales clientes ante la posible amenaza de derrumbe de la estructura».

Los dueños del terreno, el condominio Pedro Mabellini, pidieron el rechazo de la demanda. Argumentaron que ellos no son «propietarios de la obra, y tampoco la ejecutan ni dirigen».

El Banco también reclamó el rechazo. A través de sus abogados, presentó un escrito en el juzgado de Belli en el cual indican que «de ninguna manera la obra es algo improvisado; como es de público conocimiento todas las sucursales (de la entidad) son de calidad y han sido realizadas respetando las normas de seguridad».

Añade que «no existe peligro eminente (sic) de derrumbe» y «resulta claro y evidente que la demandante intenta sacar una ventaja económica». También menciona los perjuicios que esta paralización le ocasiona a la entidad, que tiene autorización del Banco Central para inaugurar su sede el 31 de agosto próximo.

El juez Belli hizo una inspección en el lugar y mandó a un perito, el ingeniero Agustín Pisani, para que determine si la obra genera riesgo para los inmuebles vecinos. En su informe, el profesional destacó que «la estructura de los locales remanentes no reviste las condiciones de estabilidad suficientes para ser utilizada para cualquier fin. Se verifican grietas y fisuras de origen no determinado» que «pueden comprometer la estabilidad estructural».

Recomendó una serie de medidas «inmediatas y mediatas» que deben tomarse «a fin de prevenir desmejoramientos de las estructuras remanentes y evitar acciones no deseadas durante el proceso de demolición remanente» y para «prevenir riesgos de que materiales, máquinas, herramientas o personal de la obra transgredan los límites de la misma poniendo en riesgo la integridad física de personas o bienes de terceros a la obra».

La obra fue paralizada hasta que se completen esos trabajos.


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