Personas privadas de su libertad en la Argentina


La población penitenciaria presenta una contundente homogeneidad: destacada presencia de jóvenes, varones, de nacionalidad argentina y con un bajo nivel de escolarización.


En noviembre de 2020 fue presentado el Informe del Sistema Nacional sobre Ejecución de la Pena (SNEEP) correspondiente al año 2019.

El SNEEP es un organismo público que tiene como objetivo recopilar la información registrada por los entes integrantes del sistema de justicia penal en la Argentina.

Su informe no solo atañe a la ejecución de las penas privativas de la libertad sino también a la ejecución de las medidas de seguridad y de las sanciones contravencionales, las que efectivamente traen consigo el encierro de sus destinatarios.

Asimismo, incluye información referida a la prisión preventiva en virtud del peso cuantitativo que ella detenta respecto de la población penitenciaria en nuestro país.

Surge del informe en cuestión que en la Argentina existen 307 unidades de detención: 63 de aquellas corresponden al Servicio Penitenciario de la Provincia de Buenos Aires y 33 al Servicio Penitenciario Federal. El resto se inscriben dentro de los servicios penitenciarios provinciales.

También se desprende del informe que desde la década del noventa existe una tendencia creciente de la población penitenciaria en nuestro país.

Al día 31 de diciembre de 2019 había 100.634 personas alojadas en unidades de detención, lo que implica una tasa de 224 cada 100.000 habitantes.

Si a dicha población se le suman las 8.771 personas privadas de libertad en dependencias policiales o de fuerzas de seguridad, la cifra alcanza a los 109.405 detenidos. Es decir, una tasa de 243 detenidos cada 100.000 habitantes.

Estos índices ubican a la Argentina lejos del promedio de las elevadas tasas de los Estados Unidos (639) o Cuba (510). Aunque también de las bajas tasas que registran India (34) o Japón (39).

La provincia de Buenos Aires es la que más personas presas posee en sus unidades de detención, alcanzando el 45% del total de la población penitenciaria argentina.

En el año 2019, el 55,9% de las personas privadas de libertad tenían condena. De esta manera, por tercer año consecutivo se modificó una tendencia histórica que hacía de los detenidos sin condena una mayoría sobre el total.

El informe permite saber que la población penitenciaria presenta una contundente homogeneidad: destacada presencia de jóvenes, varones, de nacionalidad argentina y con un bajo nivel de escolarización. Dato sociológico que habla a las claras de los patrones por medio de los cuales opera el sistema penal.

Tan es así que el 95% de los detenidos al 31 de diciembre de 2019 eran varones, el 94% eran argentinos, el 66% tenía estudios primarios o inferiores al momento de ingresar al establecimiento y el 58% tenía menos de 35 años de edad.

Se contabilizaron 134 casos de mujeres que viven con sus hijos en establecimientos penales.

Como en años anteriores, los principales delitos imputados fueron robos (consumados y tentados), infracciones a la ley 23.737 de estupefacientes, abusos sexuales agravados y homicidios dolosos.

El informe contiene, además, las cifras de las personas suicidadas en esos espacios de detención y los porcentajes de sobrepoblación que registra cada uno de los centros penitenciarios en territorio nacional.

Se trata de datos y porcentajes realmente esclarecedores. No debiera olvidarse, sin embargo, que detrás de cada número existe un ser humano que, pese a la restricción que cercena su libertad ambulatoria, continúa siendo un sujeto de derechos.

* Doctor en Derecho (UBA) – Profesor titular de la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN)


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