Piden once años de prisión para un violador serial

NEUQUEN – El fiscal Jorge Otegui pidió una condena de once años de prisión para Luis Alberto Tello (24), a quien acusó de haber violado a cinco menores de edad. En la etapa de instrucción se reunió abundante cantidad de pruebas que comprometieron de manera categórica al imputado, quien permanece detenido desde que comenzó la investigación.

La solvencia de la acusación fue tal que la defensora oficial, Marta Firtuoso, solicitó debatir el caso en juicio abreviado, aceptó como probados dos de los cinco hechos que motivaron la acusación y reclamó una condena de siete años.

Como había ocurrido en la instrucción del caso, durante el juicio Tello se abstuvo de declarar. Los once testigos que habían sido convocados para que declararan ante el tribunal de la Cámara Criminal Segunda, fueron liberados del trámite.

A Tello, quien vivía en concubinato y tenía hijos de similar edad a la de sus víctimas -de 6 a 8 años-, lo detuvieron el 7 de marzo del año pasado, un par de horas después de concretar el último de los hechos que se imputan. En esa ocasión fue visto por vecinos y los padres de su víctima, quienes habían salido en busca de la menor.

Este hecho y el anterior, perpetrado el 25 de enero de 1998, fueron los únicos que la defensora oficial estimó debidamente probados. Los restantes, ocurridos semanas antes, los desestimó porque a su entender no existen elementos que los prueben.

El imputado elegía a sus víctimas en zonas cercanas a donde vivía, en los barrios del sector oeste de la ciudad. Con distintos métodos se las ingeniaba para engañar a las niñas y las llevaba a lugares despoblados, donde las sometía sexualmente, hasta con crueldad.

Los informes médicos revelaron que el violador le provocaba a sus víctimas, además de los daños psicológicos del abuso, lesiones físicas que pusieron en riesgo la vida de las menores. Cuando fueron interrogadas por los especialistas, las niñas brindaron detalles estremecedores del sometimiento.

Descubierto in fraganti

Tello fue descubierto cuando en la tarde del 25 de enero abusó de una menor dentro de su auto, un Peugeot 504.

Los padres de la menor habían salido a buscarla junto a unos vecinos y vieron a Tello cerca del auto. Como adoptó actitudes huidizas, de inmediato despertó sospechas.

Le pidieron que abriera la tapa del baúl de rodado, pero adujo que no podía porque estaba trabado y prácticamente se alejó corriendo del lugar, abandonando el auto. Por esta circunstancia, los reconocimientos no dejaron margen a la menor duda.La niña, desvanecida, con heridas en el conducto anal y la vagina, fue hallada en el baúl.

Apenas unas horas después, recién bañado y acompañado de su mujer, Tello se presentó en la comisaría 16 y denunció que le habían robado el auto. Los uniformados, a esa altura ya estaban al tanto de los hechos y lo encarcelaron.

El fiscal Otegui hizo un detallado repaso de los hechos y en cada uno de ellos apeló a los numerosos elementos probatorios que contiene el expediente, para fundamentar su acusación y posterior pedido de condena.

La defensora reconoció que el examen de ADN practicado en un vello, encontrado en ropas de la menor ultrajada el 25 de enero de 1998, correspondía a Tello. También aceptó la contundencia de los relatos de quienes vieron al imputado junto al auto, en ocasión del episodio que posibilitó su detención, y los dio por verdaderos. La sentencia se conocerá el próximo martes.