Piden que se habiliten teléfonos para sordos
Tienen un visor y un teclado y en Neuquén hay trece pero ninguno está integrado a la red de Telefónica, denunció la asociación de sordos e hipoacúsicos. Una ley obliga su instalación.
NEUQUEN (AN).- Los silencios pueden ser tan y más crueles que la misma discriminación. Y en este caso, la falta de respuestas tiene una peligrosa combinación de todo.
Desde hace dos meses, la asociación de sordos de Neuquén está golpeando puertas en pos de que se habiliten los teléfonos para personas hipoacúsicas e impedidas del habla.
«No somos fuertes como en otros lugares», expresa con sus gestos Alejandro Rodríguez, el presidente de la asociación que agrupa a 120 sordos de la región. Alejandro, de 34 años, se comunica a través de la intérprete Claudia Torres quien, a fuerza de acompañar gestiones, es toda una especialista en el tema.
¿Cómo son los teléfonos para sordos y personas impedidas del habla?
Aparatos de telefonía comunes que, aparte, cuentan un teclado y un visor a través del cual los usuarios escriben a una operadora, que hace de puente con una tercera persona. La misma intermediaria -personal de la empresa que en este caso es Telefónica de Argentina- escribe en su computadora la respuesta o la pregunta que el hipoacúsicos lee en el visor del aparato.
El teclado se activa mediante una clave que, automáticamente, asoma por debajo de lo que conocemos como cabinas comunes.
«Todos los sordos de Neuquén conocen estos teléfonos porque les enseñé cómo hacerlo, como usarlos», agrega Alejandro quien explica que en toda en la ciudad hay sólo dos aparatos que funcionan. Ninguno es público. Uno está en la asociación (por una donación de la fundación del Banco Provincia de Neuquén) y el otro en su casa porque él lo pagó. «Costaron unos 1.500 pesos cada uno y pagamos facturas carísimas», expresa con un gesto universal.
El caso es que ninguno de los demás 13 aparatos que hay los lugares clave la ciudad -que deberían funcionar con una tarjeta especial para hipoacúsicos o impedidos del habla- están conectados a la red de Telefónica y por ende a las telefonistas intermediarias que trabajan las 24 horas en la Capital Federal.
«La tarjeta es especial porque las conversaciones, cuando hay una intermediación, son muy extensas; en provincias como Córdoba o Buenos Aires donde las asociaciones son muy fuertes todos los teléfonos funcionan muy bien», levanta el pulgar Ro
dríguez al tiempo que sus señales se transforman en palabras en la boca de Claudia Torres.
La habilitación de estos aparatos responde a una normativa nacional que deben cumplir las concesionarias. De hecho, en Neuquén hay teléfonos con teclados y visores para sordomudos en el hospital central, en la terminal, el aeropuerto, la universidad del Comahue, en una clínica y otro en la escuela para sordos. No funcionan y no se trata de un problema técnico.
«No es rentable», hace gestos Sergio Romero, miembro de la asociación y profesor en lenguaje de señas.
Dentro de la ciudad, al momento de definirse la instalación, también se colocaron aparatos especiales en cinco locutorios privados para los cuales las ganancias tampoco resultaron buenas, además de los trastornos que provocaba la lógica demora de los usuarios.
Los teléfonos para sordomudos se denominan «de texto» y se conocen por la sigla TTY.
«Tienen que funcionar por ley», cerró Rodríguez.
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