Boleta única de papel: el debate que se perdió en Neuquén

Fue parte de la discusión de la reforma política que se dio en el 2016. Cambiemos se alió al MPN para introducir el sistema de voto electrónico en toda la provincia.

El proyecto para que se instrumente en el país el sistema de voto con boleta única de papel tuvo su chance en Neuquén durante el 2016, pero no pudo prosperar frente a la presión del momento para aplicar el voto electrónico que impulsaba el presidente Mauricio Macri. La Legislatura de Neuquén debatió su sistema electoral en el 2016 a propuesta del gobernador Omar Gutiérrez quien, en su discurso de asunción, se sumó a las definiciones del mandatario nacional y aseguró que era lo que la provincia y el país estaban pidiendo.

El proceso se inició como una reforma política, con la apertura de una Mesa de Diálogo Político con todos los partidos en la Casa de Gobierno y la generación de encuestas y foros para incorporar al resto de los ciudadanos a las definiciones de la nueva ley.

El gobierno propuso, en principio, cuatro alternativas de voto a consideración para el nuevo proyecto y la boleta única de papel fue la segunda con más adherentes.

La división incluía como cuestiones separadas el «voto electrónico» y la «boleta única electrónica», pese a que ambas refieren a lo mismo. Juntas, alcanzaron un 45% de los votos en la encuesta que lanzó el gobierno, frente a la de papel que llegó al 38%.

El anteproyecto que terminó enviando Gutiérrez a la Legislatura incorporó la boleta única electrónica como instrumento de votación, bajo el argumento de buscar «un sistema ágil, moderno que facilite la participación, el control y verificación».

Las encuestas que usó el gobierno para elaborar el anteproyecto de reforma.

El kirchnerismo presionó con el papel, pero no pudo


El entonces bloque del Frente para la Victoria presentó su propio proyecto de reforma política para someter al debate junto con el oficial, con el cual no coincidían.

Una de las principales diferencias era la incorporación de la boleta única de papel, pues aseguraban que era la de uso en la mayoría de los países del mundo y de mayores garantías de transparencia.

«Se trabajó esto con los funcionarios provinciales, pero de la noche a la mañana pasaron a la boleta electrónica», había cuestionado Javier Bertoldi, en ese momento diputado, quien le atribuía el cambio de posición a un requerimiento del entonces presidente Mauricio Macri.

El partido advertía sobre vulnerabilidades del sistema electrónico y se apoyó también en la opinión de los profesionales de la Facultad de Informática de la Universidad Nacional del Comahue. Libres del Sur también respaldó esa propuesta.

El voto electrónico se aprobó a medianoche y con escándalo


La sesión que terminó aprobando la nueva ley electoral se realizó el 13 de diciembre de 2016. Había sido convocada para las 17, pero el temario contenía tantos proyectos que, cuando se llegó a la reforma política, se habían hecho las 23.

El entonces diputado Mario Pilatti (MPN) argumentó el despacho oficial. «Más allá de las reuniones, que estuvieron bien y que trataron de que la gente de la provincia se sintiera parte de esto, en julio de este año se manda un proyecto que nosotros nunca dijimos que creíamos que reflejaba o que teníamos alguna medida del sentimiento popular», se sinceró en la sesión.

«Es lo que el gobierno pensó que hacía falta para la provincia y que, claro, se alimentó de toda la recorrida y las reuniones que hubo, pero cuya legitimidad, en definitiva, se medirá a través de los procesos, un proceso de votación, como es la forma en que se miden», planteó.

Pilatti recordó en su exposición que, pese a que la iniciativa había llegado a la Legislatura en julio, recién «el 20 de septiembre se empieza a poner el Orden del Día y, en definitiva, el proyecto estuvo diez veces en el Orden del Día». «No lo discutimos, no, no hubo una posibilidad de una discusión muy intensa; a mí en particular no me gustó la discusión. Pero el proyecto estuvo disponible», afirmó.

El MPN, Cambiemos y bancas aliadas apoyaron la reforma. Foto: archivo.

Cuando el diputado concluyó su discurso y estaba por comenzar el de Damián Canuto, entonces diputado del PRO, el legislador aliado Sergio Gallia pidió que se pase a votar, dado que faltaban pocos minutos para la medianoche.

La moción generó el enojo de la oposicón del Frente para la Victoria, Frente Grande, Nuevo Encuentro y Libres del Sur, quienes tildaron la maniobra como una «vergüenza». Unos nueve diputados se retiraron finalmente del recinto y, detrás de ellos, salió Rolando Figueroa, quien era vicegobernador, para intentar hacerlos regresar bajo la promesa de retomar la sesión con más tiempo. No lo consiguió.

«No desmerecemos ni menospreciamos, pero entendimos siempre que el eje y la principal discusión que tenía que darse en esta Reforma Política integral sobre muchos temas, estaba, se asentaba sobre la cuestión de la implementación de un Sistema de Boleta Única Electrónica», defendió Canuto.

El proyecto se aprobó con 22 votos. El voto electrónico se usó por primera vez en las elecciones provinciales del 2019, cuando Gutiérrez ganó la reelección.


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