Crisis carcelaria en Neuquén: un extenso debate con agravios, fake news, citas al ministro de Seguridad y a la ex
Durante dos días se discutió en audiencias judiciales sobre la crisis carcelaria en Neuquén, y los funcionarios más mencionados fueron los grandes ausentes. Chicanas, medias verdades y fakes news en medio de la polémica.
Matías Nicolini y Vanina Merlo están unidos por un hilo rojo: la crisis carcelaria. El actual ministro de Seguridad de Neuquén y quien ocupó ese cargo años atrás fueron las personas más mencionadas en las dos audiencias judiciales en las que se debatió la gravísima crisis carcelaria que atraviesa la provincia. La discusión entre el fiscal, la defensa pública y el juez fue acalorada, no escatimó chicanas ni fake news, y estuvo al borde de lastimar relaciones personales.
El contexto: hace décadas que el Estado provincial no invierte en el sistema carcelario. Cada vez hay más personas presas, las celdas se hacen pocas, además de sucias, húmedas, oscuras y todo lo imaginable menos sanas y limpias como dice la Constitución. En noviembre del 2022, las juezas de Ejecución Penal «cerraron» las cárceles de Neuquén: les pusieron cupo, está prohibido meter más personas a menos que haya egresos.
Pero presos sigue habiendo, todos los días. Son más los que entran que los que salen. ¿Qué hizo el ministerio de Seguridad? Los empezó a amontonar en comisarías, incluso -sobre todo- en aquellas que no tienen infraestructura adecuada. Hoy, en la Primera Circunscripción, hay más de 140 seres humanos apilados en un espacio para 40.
Nicolini, ausente sin aviso
La defensa pública inició una acción de hábeas corpus y pidió que el ministro de Seguridad, Matías Nicolini, se presente a declarar e informe cuál es su plan para superar la crisis. Sin embargo, faltó dos veces pese a ser notificado.
«En 25 años de profesión nunca me pasó que una autoridad no comparezca», dijo el defensor jefe Raúl Caferra. «Tal vez no tenga las respuestas suficientes, necesite más tiempo, pero que no comparezca siendo citado dos veces, me parece insólito».

Nicolini menoscabó la autoridad del Poder Judicial, al cual perteneció hasta hace poco (y al cual, se dice, volverá pronto). Ignoró las citaciones, no se presentó pese a que era su obligación. Le dio más importancia a otros temas de su agenda (lo urgente sobre lo importante, trató de salvarlo el fiscal), y ni siquiera se molestó en comunicar que no asistiría. La audiencia se atrasó media hora esperando en vano una comunicación suya, un whatsapp, algo. ¿Con que argumentos ahora un juez ordenará que traigan en un patrullero a un testigo que no pudo pagar el colectivo hasta la Ciudad Judicial y no tenía crédito para avisar?
Hay un detalle, quizá menor, más bien bizarro: el Poder Judicial no tiene, no tenía por lo menos esta semana, un correo electrónico institucional del ministro ni del ministerio para enviarle la citación oficial. Tampoco un teléfono.
Un funcionario de tercera línea, el director de Políticas Penitenciarias Gastón Ponce, se presentó en nombre de Nicolini. Puso su mejor buena voluntad, pero estuvo lejos de responder las más elementales inquietudes.
La recusación del juez
Hasta el juez Juan Manuel Kees lo zamarreó con algunas preguntas, lo que le valió el primer round serio con el fiscal jefe Maximiliano Breide Obeid quien lo recusó por prejuzgar.
Kees salió airoso de la embestida, por poco. La presidenta del Colegio de Jueces, Carina Álvarez, lo ratificó sólo porque la ley impide recusar al juez del hábeas corpus.
Vanina Merlo: usted es la culpable

El fiscal jefe Breide Obeid fue a fondo con su estrategia, y subió al ring a un personaje de bajísima relevancia política: la exministra de Seguridad, Vanina Merlo. Que resulta ser ahora defensora general, es decir, jefa de todos los defensores públicos, es decir, de quienes presentaron el hábeas corpus en favor de los detenidos en comisarías.
Breide Obeid pidió que la citen a declarar como testigo para que explique por qué, durante su gestión como ministra, entregó la cárcel de Senillosa a cambio de una plaza. «Se la podría recuperar», dijo.
Todo exageración. Ni Merlo tuvo poder de decisión en aquel canje absurdo, ni hay posibilidades de que ese negocio político ruinoso tenga marcha atrás, ni remover aquella vieja historia –que la fiscalía nunca investigó, como remarcó el juez Kees- ayudaría a resolver la crisis carcelaria que hoy acorrala al gobierno.
¿Forum shopping? El detrás de la escena

El fiscal también dijo que con la medida solicitada por la defensa «van a quedar libres femicidas, violadores, ladrones». Una afirmación con tono de fake news.
Y acusó a la defensa de hacer «forum shopping»: dijo que esperó que estuviera el juez Juan Kees para presentar su hábeas corpus «porque conozco la ideología del juez, sé cómo va a resolver, ya tiene la resolución escrita».
La defensora de Ejecución, Luciana Petraglia, tuvo a su cargo la réplica y dejó al descubierto algunas escenas que ocurren tras bambalinas.
«En enero hablé con el fiscal jefe Mauricio Zabala, le dije que teníamos este hábeas corpus en marcha, y él me dijo ‘esperalo a Maxi (Breide Obeid). Te esperamos a vos, no a Kees. El lunes te llamé y te dije ‘no voy a hacer nada sin que lleguemos a un acuerdo. ¿Necesitás más tiempo? No hay problema’. Yo sé que usted tiene que venir a estas audiencias a decir un montón de cosas, pero acusar a la defensa de hacer forum shopping y cuestionar a un juez es grave».
Una hipótesis
Como informó diario RÍO NEGRO, el juez Kees le prohibió al gobierno que siga encerrado a personas condenadas en las comisarías (podrá mandar a personas con preventiva, pero no con condena).
La fiscalía impugnará. ¿Por qué se llevó la discusión hasta tales extremos?
Una hipótesis: la crisis carcelaria seguirá por mucho tiempo. Y crecerá hasta niveles impredecibles cuando empiecen a encerrar personas por aplicación de la ley de narcomenudeo y, eventualmente, la ley de reiterancia. Eso se está discutiendo. El futuro.
Matías Nicolini y Vanina Merlo están unidos por un hilo rojo: la crisis carcelaria. El actual ministro de Seguridad de Neuquén y quien ocupó ese cargo años atrás fueron las personas más mencionadas en las dos audiencias judiciales en las que se debatió la gravísima crisis carcelaria que atraviesa la provincia. La discusión entre el fiscal, la defensa pública y el juez fue acalorada, no escatimó chicanas ni fake news, y estuvo al borde de lastimar relaciones personales.
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