Más de 15 áreas hospitalarias y centros de salud se quedaron sin jefes en Bariloche
Hoy se hicieron efectivas las renuncias de jefaturas de servicios que se habían presentado en marzo en el contexto del conflicto de salud. Un médico de amplia trayectoria hizo pública su postura y habló de dificultades para gestionar.
Jefes de servicios del hospital Ramón Carrillo presentaron renuncias en el contexto del conflicto, en marzo, y ahora se hicieron efectivas. Archivo
Las renuncias masivas de jefaturas de centros de salud y departamentos o coordinaciones del hospital Ramón Carrillo que en marzo se difundieron en el contexto del conflicto de salud, se hicieron efectivas a partir de este lunes, luego de la ratificación de los profesionales y la aceptación formal de la Dirección.
Las dimisiones de los jefes de servicios se dieron a conocer el 19 de marzo, junto a renuncias masivas en el hospital de Viedma. Pero el Gobierno provincial instó luego a los profesionales a presentar sus renuncias de manera individual ante el área de Recursos Humanos, procedimiento que hicieron más de 15 jefes de Bariloche, pero ninguno en Viedma.
El médico generalista Felipe de Rosas, quien fue director del hospital Ramón Carrillo años atrás y desde hacía 15 años ejercía la titularidad del Centro de Salud del barrio El Frutillar, en el Alto de la ciudad, difundió hoy una carta pública para dar a conocer a la comunidad su paso al costado de la jefatura, aunque continuará ejerciendo como profesional de la salud.
Una situación similar ocurre en otros centros de salud como Dina Huapi, La Habana, Lera, Las Quintas, Ojos de Agua (barrio Malvinas), La Cumbre, Virgen Misionera, Madre Teresa, Casa de la Salud y Arrayanes, además de departamentos como cardiología, farmacia, pediatría, tocoginecología, odontología, servicio social, entre otros.
“Mi renuncia se da en el contexto del conflicto, pero no solo como un hecho organizado de reclamo sino también por las dificultades para poder gestionar y dar respuestas a nuestros usuarios”, dijo a diario RÍO NEGRO.
“La salud pública debe ser la que conduzca la salud de la ciudad, tiene que ser rectora y para eso tiene que haber salud pública con gente bien paga, gente que le guste”, opinó.
De Rosas dijo que “es importante que la gente sepa que uno no viene y atiende solamente, uno ve los recursos que tiene, qué disponibilidad tiene y las particularidades para atender, hay que armar diferentes estrategias, son cuestiones que no se ven y están dentro de responsabilidades de la jefatura”.
En su carta pública, difundida en sus redes sociales, afirmó “dejo la conducción con un gusto un poco amargo” aunque de inmediato valoró el “esfuerzo y trabajo de un equipo de salud, del que me siento orgulloso, para superar, mejorar las acciones sanitarias en el barrio, el gran vínculo que pudimos lograr con los vecinos, las 5 (cinco) ampliaciones del edificio que logramos con gran presencia de los vecinos, organizaciones e instituciones del barrio”.
En alusión directa al conflicto sanitario, el médico afirmó: “Es complejo conducir equipo de salud con personal que no llega a fin de mes, que debe multiplicar horas extras, que con los pacientes no podemos completar estudios diagnósticos, interconsultas o tener que ayudar a decidir que medicación continuar o suprimir”.
El médico dijo que además de las renuncias de otros compañeros a áreas de jefaturas, en el último tiempo se dieron pedidos de dejar la tarea full time para pasar a part time, es decir con media jornada laboral para poder ejercer en el ámbito privado a contraturno.
En el interior del hospital, con menor movilización que hace un tiempo, aunque la semana anterior se realizó un paro de 72 horas convocado por Asspur, se genera incertidumbre por la salida del conflicto que se mantiene y confusión por los salarios en el nuevo esquema propuesto por ítems.
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