Villa Mascardi: Nora Cortiñas será veedora de la mesa de diálogo, con apoyo a la comunidad mapuche

La referente de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora llegó a Bariloche. Pidió el "regreso al rewe" de la lof Lafken Winkul Mapu y la liberación de las cuatro mujeres que permanecen con prisión domiciliaria.

La referente histórica de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora Nora Cortiñas expresó hoy en Bariloche su acompañamiento a las reivindicaciones de la comunidad mapuche que mantuvo una ocupación durante cinco años en la zona de lago Mascardi, de donde fue desalojada a comienzos de octubre, y abogó por la liberación de las cuatro mujeres de esa organización que permanecen en prisión domiciliaria.

Dijo que los pueblos originarios son víctima de una “persecución permanente” y se pronunció también por “la vuelta al rewe” que la comunidad Lafken Winkul Mapu emplazó en Mascardi, en tierras de Parques Nacionales, y que a partir del desalojo permanece bajo la tutela de las fuerzas de seguridad.

Cortiñas formará parte mañana del grupo de veedores de la mesa de diálogo convocada por el gobierno nacional con el interés de resolver el conflicto mapuche, que se reunirá en esta ciudad.

De ese cónclave participarán otros organismos de derechos humanos y también el intendente Gustavo Gennuso, además de representantes mapuches y funcionarios de la secretaría nacional de Derechos Humanos y del ministerio de Seguridad, entre otras reparticiones de gobierno.

Cortiñas dijo que “en este país todos somos iguales”, defendió el reclamo de “justicia” que enarbolan las familias mapuches “por las tierras que les sacaron” y sostuvo que el rewe debe ser restituido porque “es un lugar de culto”. Djo que “la persocución hacia las comunidades aborígenes no es una novedad de ahora, sino que existió siempre”.

Nora Cortiñas pidió el «regreso al rewe» de la comunidad desalojada de Villa Mascardi. Foto: Chino Leiva

Casi medio siglo de lucha


La dirigente tiene 92 años y una extensa trayectoria de la lucha por los derechos humanos. Dijo que las marchas de los jueves en la Plaza de Mayo siguen vigentes, como hace 45 años, “por memoria, verdad y justicia” y para que continúen los juicios contra los responsables “del genocidio que vivió la Argentina” durante la última dictadura.

Cortiñas brindó una conferencia de prensa en la sede del gremio Unter, acompañada de Débora Vera, una de las mujeres mapuches que fue detenida en octubre en Mascardi y liberada 20 días después, y también por los abogados Eduardo Soares y Laura Tafetani, que defienden a las que todavía permanecen presas.

Vera se presentó como “vocera” de sus compañeras, recordó que están detenidas junto a sus 11 hijos, entre ellos tres bebés, y aseguró que desde octubre hasta hoy sufrieron “vejaciones, torturas físicas y psicológicas”.

Señaló que el delito que les atribuyen “es excarcelable”. Definió a las cuatro mujeres como “presas políticas” y aseguró que no hay motivo para mantenerlas privadas de libertad. “La única razón por la que siguen presas es por ser mapuches y por que queremos recuperar nuestro territorio en Relmu Lafken (Mascardi), que fue usurpado por el Estado argentino”.

La expectativa de Vera y de los asesores legales que las representan, pertenecientes a la Gremial de Abogados, es que la mesa de diálogo que se abrió el mes pasado luego de que fueron recibidos por el presidente Alberto Fernández “llegue a buen puerto”.

La abogada Laura Taffetani dijo que el punto de partida debe ser el reconocimiento de los pueblos originarios como “preexistentes”, tal como lo establece la Constitución. Señaló como un obstáculo en ese sentido “la insistencia en considerar un usurpador al que recupera territorio”.

Dijo que “el Estado tiene que reparar” por el desplazamiento causado a los pueblos indígenas y se preguntó “cómo llegaron ahí (por las tierras de Mascardi) Parques Nacionales y los propietarios privados que se presentan como buenos vecinos”.

Taffetani dijo que desde 2017 la comunidad Lafken Winkul sufrió numerosos hechos de violencia y cuestionó “que se haya instalado el ctriterio del mapuche bueno y el mapuche malo”. Sostuvo que la “machi” Betiana Colhuan, una de las cuatro mujeres presas, “representa al pueblo”. Dijo además que en el trabajo iniciado por la mesa de diálogo “se juega un modelo de país”.

Según la abogada, es un dato positivo que Bariloche hace varios años se haya declarado “municipio intercultural” y propuso “retomar ese espíritu y darle forma”.


Que el gobierno sea “flexible”


El otro abogado presente en la conferencia, Eduardo Soares, manifestó su expectativa de que la mesa de diálogo comience a dar resultado. “Que el gobierno nacional tenga la flexibilidad suficiente para entender lo que se está discutiendo, porque si no la lucha no va a terminar -afirmó-. Todos deben ceder un poquito para que esto se resuelva en paz”.

Cortiñas propuso que el diálogo se constituya en “una conversación sana e inteligente” e insistió en que “se cumplan los pedidos de libertad” por las cuatro mujeres presas. Dijo oque “hace 500 años que reclaman lo que les corresponde, es un reclamo legítimo”.

Puso como ejemplo la lucha llevada adelante por las Madres para pedir justicia por los desparecidos. “Estamos orgullosas de nuestras hijas e hijos, lo que han luchado, no nos olvidamos de ellos ningún día”, dijo Cortiñas. Señaló que todas esas acciones tuvieron desde su origen el objetivo de que “en el país no haya impunidad y no vuelva nunca el horror que vivimos”.

Afirmó que aun en democracia existen hoy “delitos gravísimos”, mencionó los asesinatos por “gatillo fácil”, e inscribió entre esos abusos “la persecución a las comunidades aborígenes”.


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