Plan Castello: unos $2.700 millones para concluir nueve construcciones en Río Negro

El Fondo también incluye 8 millones de dólares, pero esa partida irá al pago en marzo de intereses de los bonos. Interrogantes por los alcances y los plazos.

Los fondos del Plan Castello llegan a su fin, con 16 obras finalizadas y 9 en ejecución. La Provincia tiene todavía cerca de $2.700 millones, con disponibilidades mensuales, y algo más de 8 millones de dólares. No hay garantía en el gobierno de Arabela Carreras que ese atesoramiento -mayormente en Letras de la propia Provincia- sea suficiente.

“En ese caso, los fondos para esas conclusiones saldrán de Rentas Generales”, explican. Tampoco hay confirmación que la totalidad de las construcciones terminen en el 2022. Las rezagadas: el sistema de riego de Campo Grande y el edificio de Ipross en Viedma.

Actualmente, el Fondo Fiduciario del Castello atesora 8 millones de dólares, casi 2.700 millones de pesos en Letras de la propia Provincia y 200 millones en cuenta corriente. La parte en moneda estadounidense tiene destino inmediato: será utilizada esta semana para cancelar una cuota de los intereses.

En diciembre, el ministro de Economía, Luis Vaisberg había recordado que las ejecuciones del Castello se terminaban y también sus recursos. Advertía en la Legislatura, en realidad, que concluían los fondos específicos para obras y Río Negro debía asignar este año otros recursos para sostener el nivel de construcción. En esa proyectada asistencia participan, también, financiamiento nacional y créditos internacionales.

La preocupación por la retracción es lógica. La inversión del Plan Castello representó casi la mitad de las obras realizadas en el 2020 y, el año anterior, estuvo en el 42%.

El 1° de diciembre del 2017, Río Negro colocó bonos en el exterior y recibió 300 millones de dólares. Aún ese monto original, la disponibilidad de la Provincia quedaría en 270 millones, después de las partes fijadas para los municipios por la ley de emisión.

Casi 30.000 millones de pesos representan actualmente aquella inyección en dólares. Un dato de contexto: esa cantidad duplica y más todo lo construido por Río Negro en el 2021.

La ley N° 5201 del Castello tenía un anexo con una treintena de obras planeadas. Pero, al final, el entonces gobernador Alberto Weretilneck limitó la colocación original de 580 a 300 millones de dólares. Así, se recortó la nómina de construcciones a un poco más de una veintena, que se presentó con un número superior porque algunas -como el Gasoducto- se licitaron por tramos.

Después, el gobierno provincial incorporó proyectos, como la infraestructura del Parque Tecnológico de Bariloche. Su plan inicial está concluido y faltan sus redes de servicios.

Figura, entre las 16 finalizadas, el Gasoducto de la Línea Sur, con un costo de 2.063 millones de pesos. Se hizo en cuatro tramos y, aún la informada terminación, hay tareas pendientes en los sectores de la UTE Oriente-Eca-Ceosa.

Nueve construcciones todavía se cumplen. Hay plazos vencidos y redefinidos con las empresas. El desarrollo del sistema de riego para Campo Grande y el edificio central de Ipross en Viedma serán las últimas en inaugurarse, Igualmente, los funcionarios confían que se finalizarán en el transcurso del 2022.

En cambio, los planes directores de Viedma, Regina y Cinco Saltos están avanzados, como también, las cuatro obras eléctricas (estaciones transformadoras de El Solito y Conesa, y líneas de Alta Tensión Pomona y Conesa), que exigen una inversión conjunta superior a los 2.100 millones de pesos.

El Castello, aún su declive y el apartamiento gubernamental, mantendrá este año su presencia. El Plan aportará un 14% de los fondos para construcciones totales de Río Negro.


Días de concreciones y tiempos de la deuda


El oficialismo prefiere siempre centrar el análisis del Castello en las concreciones y en sus beneficios en la Provincia. En cambio, el Frente de Todos intenta esquivar esa faceta pero desliza reconocimientos para ciertas ejecuciones, como el Gasoducto de la Línea Sur.

Ya la valorización de las obras sirvió de argumento en la votación dividida que marcó a esa oposición en el origen del Plan.

Después, su foco se concentró en la otra parte de la historia: la deuda.

Sus censuras políticas se extienden a un frustrado seguimiento parlamentario, pues la Comisión creada por ley para fiscalizar el Plan no tiene actividad, incluso no se ha reunido en los dos últimos años, a pesar de los reclamos insistentes desde el FdT.

Esta situación determinó que en el 2020 ese bloque elevara un pedido de informe para solicitar datos de las obras concluidas y en ejecución.


La presión de la deuda será importante a partir del 2024


Los fondos de los bonos del Castello tendrán que reintegrarse a sus tenedores. El año pasado empezaron a pagarse sus intereses. La deuda se cancelará en el 2028 aunque el mayor requerimiento estará a partir del 2024, es decir, el primer año del próximo gobierno.

A diciembre, las obligaciones por el Castello sumaban casi 33.300 millones de pesos y representaba un 60% de los pasivos rionegrinos.

Este año, las obligaciones se concentran en dos cuotas de intereses, que totalizan los 15,6 millones de pesos. El primero vencimiento será en marzo y se hará del remanente en dólares existente. Solo quedarán unos 200 mil dólares entonces el segundo pago, en septiembre, exigirá de recursos de Rentas Generales.

Los cargos del 2023, centrado aún en los intereses, sumarán 21,2 millones de dólares.

El Gasoducto de la Línea Sur, construida en cuatro tramos y con tareas finales.

En el 2024, la Provincia deberá empezar a devolver los dólares recibidos por los bonos colocados en el 2017, es decir, los 300 millones de dólares. El reintegro del capital será en cinco años, concluyendo en el 2028.

Los vencimientos del 2024 conformarán las mayores obligaciones, que llegarán -con ntereses- a los 92 millones de dólares. Esta cancelación exigiría -hoy- más de 10.000 millones de pesos.

En los cuatro años siguientes, del 2025 al 2028, los compromisos descienden, pero no mucho. Parten 87 millones de dólares, cae a 82 millones en el 2026 y 77 millones en el 2027, cerrando con 36,7 millones en el 2028.

En concreto, desde el año próximo, Río Negro deberá abonar casi 396 millones de dólares por capital e intereses.

Este esquema de cancelación no es el original sino que existió una renegociación con los tenedores en el 2020. En principio, el pago finalizaba en el 2025, concentrado en los últimos tres años y empezando con el capital en el 2023, a razón de 100 millones de dólares anuales.


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