Retiro voluntario en Río Negro: Weretilneck acepta cambios al proyecto
El gobernador es permeable a modificaciones y dijo que recibió “ideas para mejorar” el proyecto de distintos bloques legislativos. Indicó que no hay una meta de cantidad de personal a reducir pero afirmó que el plantel está “excedido”.
El gobernador Alberto Weretilneck encabezó el acto de entrega de viviendas del explan Techo Digno en Bariloche. Foto: Chino Leiva
El gobernador Alberto Weretilneck defendió en Bariloche el proyecto que enviará en pocos días a la Legislatura para reducir la planta de personal mediante un régimen de retiros voluntarios -que el gobierno llama desvinculación- y se mostró dispuesto a acordar las condiciones con aportes de la oposición.
Río Negro lanzará un programa de desvinculación voluntaria de estatales
Si bien el Ejecutivo ya tiene un diseño inicial, que incluye el pago inmediato de cinco sueldos a los interesados en dejar la función pública, Weretilneck admitió que hay algunos bloques legislativos “que ya tienen ideas para mejorarlo”.
Dijo que no se fijaron una meta ni un número determinados de empleados a reducir. Pero sí reconoció la existencia de un plantel “excedido” en el Estado. Weretilneck dijo que sin la ley el achique podría darse de dos formas, por jubilación o por despidos. Pero esto último “está descartado” y por eso decidieron avanzar con una operatoria de acuerdos voluntarios.
Dijo que, por obvias razones y para garantizar el ahorro, quienes opten por dejar el Estado provincial no serán reemplazados y sus tareas deben ser “absorbidas” por el resto, a partir de una “reestructuración” que estará a cargo de los responsables de cada área. Aceptó que en algunos casos puntuales eso puede resultar difícil o imposible y el Estado se reservará el derecho de denegar el retiro si no hay manera de reemplazar al trabajador interesado con el resto del plantel.
Weretilneck confirmó que la propuesta consistirá en un desembolso inicial de cinco sueldos de una sola vez para el agente retirado, quien dejará su puesto y a partir de allí se le asegurará el pago de 12 sueldos al 50%, con el sostenimiento de la obra social durante ese año de transición. El beneficio se completará con desgravaciones impositivas si el empleado saliente decide encarar un negocio o emprendimiento propio.
Dijo que la propuesta alcanzará a todas las áreas del Estado, aunque hizo la distinción con la policía, “porque tiene su régimen de retiro propio”.
El gobernador dijo que en su paso por la Legislatura la iniciativa podría recibir agregados o correcciones, porque ya “algunos bloques han adelantado” esa intención. Refirió por ejemplo que buscarían afinar el criterio a aplicar según las antigüedades de cada empleado.
Sobre el costo para la provincia, Weretilneck dijo que “sería solo financiero, no económico”, porque si bien tendrán que disponer de un recurso importante para la compensación de cinco meses en un primer pago, “luego es un salario menos” que pesará sobre el presupuesto general.
Insistió en que el Estado no tiene otro camino que apelar a la metodología de los retiros porque hay personal sobrante y “por eso no puede pagar mejores sueldos”, lo cual le acarreó innumerables conflictos sindicales en sus primeros meses de gestión.
Consultado por los motivos que abultaron la nómina de personal más de la cuenta, Weretilneck lo atribuyó a “esencialmente a la falta de control en el presentismo”, lo cual generó una importante cantidad de cargos nuevos para suplir licencias. Dijo que esa práctica “se intensificó durante la pandemia”.
Habló de sobrecargas recurrentes en los planteles “en Salud y en Educación”, pero “en el resto de la administración también”.
Señaló que la aspiración es que el personal retirado no necesite reemplazos y evaluó que esa reestructuración le permitirá contar con más recursos “para cumplir con todos los desempeños del Estado”.
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