Postergación del desarrollo de Viedma: riego en Valle Inferior

Héctor Jorge Colás*


Hace 68 años se iniciaba la construcción del canal principal. Hace 41 que el proyecto de regadío está paralizado. Ningún gobierno a partir de 1983 se interesó por su reactivación y culminación.


El lunes primero de noviembre de 1951, hace 68 años, la empresa del ingeniero Gabriel Ramón Ibarra y Asociados iniciaba los trabajos de construcción del canal principal, de 60 kilómetros de extensión, del proyecto de colonización del Valle Inferior de Viedma.

Días antes, el entonces presidente de la Nación Juan Domingo Perón le había anticipado al goberrnador del Territorio Nacional de Río Negro, Emilio Belenguer, la decisión del Gobierno central de comenzar las obras de riego con un programa de sistematización que abarcaría 48.000 hectáreas y un presupuesto oficial de 50 millones de pesos.

Al trascender la noticia, la población de Viedma se concentró en Plaza Alsina para exteriorizar su júbilo y su fe en la materialización de un largo y postergado sueño comunitario.

La ley 200 de creación del Idevi está vigente y determina que “la provincia declara su intención y propósito de ejecutar íntegramente las ocho etapas del programa de desarrollo agrícola del Valle Inferior”.

Casi todas las viviendas aledañas a la Casa de Gobierno lucían la bandera argentina y en todos los lugares se comentaba la decisión oficial de iniciar en forma inmediata las reclamadas obras de riego del Valle Inferior.

Se sumaron al festejo el intendente municipal de Carmen de Patagones, Carlos Tessari, con funcionarios y vecinos de la hermana localidad.

A partir de las 19 se registró la presencia del gobernador Belenguer, quien recordó que al asumir la Gobernación el 20 de diciembre de 1949 señaló como uno de los principales objetivos de su gestión ”la concreción de las obras de riego del Valle Inferior”. Seguidamente afirmó: “Hoy siento una doble emoción. La del hombre que ve convertido en realidad el anuncio que hiciera oportunamente y la del primer gobernante rionegrino que confundido en un abrazo con su pueblo festeja la cristalización de un anhelo colectivo”.

El 15 de junio de 1955 el Congreso sanciona la ley 14408 que provincializó los Territorios Nacionales de Formosa, Neuquén y Río Negro y al mismo tiempo crea la provincia denominada Patagonia con la fusión de Santa Cruz y Tierra del Fuego. El 25 de julio de ese año Belenguer asume como comisionado nacional, conforma el 3 de septiembre el primer Gabinete provincial y elabora el proyecto de convocatoria a convencionales constituyentes para el dictado de la primera Constitución de Río Negro. Pero su accionar duró apenas dos semanas. El golpe militar encabezado por el general Eduardo Lonardi el 16 de septiembre de 1955 desplazó el gobierno constitucional conducido por Juan Domingo Perón.

En elecciones generales convocadas por el Gobierno de la Revolución Libertadora, Arturo Frondizi, ganó las elecciones del 23 de febrero y asumió sus funciones como presidente de la Nación el 1 de mayo de 1958. El mismo día en Río Negro, Edgardo Castello se hizo cargo de la Gobernación como primer titular del Ejecutivo Provincial.

El peronismo no pudo intervenir en esas elecciones por motivo de la “proscripción” impuesta por el Gobierno de facto conducido por el general Pedro Aramburu y el almirante Isaac Rojas.

El Gobierno de Castello tomó como base el proyecto de regadío iniciado por Perón y contrató a la consultora internacional Italconsult para su estudio. La empresa reformuló el programa y determinó que se podrían irrigar 73.525 hectáreas. El trabajo contó con la participación de la Organización de la Agricultura y la Alimentación (FAO) que elaboró un plan y una estrategia de explotación con chacras frutihortícolas, para tambos y ganadería.

El gobierno de Río Negro no incluyó este proyecto en sus planes denominados Castello y Patagonia.

Reiniciadas las tareas en 1962 fueron continuadas por gobernadores civiles y militares hasta que, en 1978, el entonces interventor militar de facto de la provincia, contralmirante Carlos Alberto Acuña, paralizó las obras del emprendimiento. Tampoco los partidos políticos que actúan en Río Negro ni sus candidatos incluyeron entre sus propuestas la iniciativa de irrigar un área de 73.500 hectáreas en los alrededores de la histórica capital de la Patagonia.

La ley 200 de creación del Idevi está vigente y determina en su artículo quinto que “la provincia declara su intención y propósito de ejecutar íntegramente las ocho etapas del programa de desarrollo agrícola del Valle Inferior”.

El gobierno de Río Negro no incluyó este proyecto en sus planes denominados Castello y Patagonia. Tampoco incidió ante el Gobierno nacional para incluir este emprendimiento de desarrollo regional iniciado hace 68 años cuando todavía Río Negro era Territorio Nacional.

La ciudadanía, el pueblo y sus instituciones están facultados para demandar con firmeza la culminación de las obras del riego del Valle Inferior.

No se puede desaprovechar la magnífica conjunción entre el agua abundante de buena calidad que brinda el río Negro y los valles con tierras fértiles en un clima templado que espera, hace muchos años, la mano del hombre para producir variadas líneas de alimentos que el país y el mundo reclama.

*Periodista, expresidente del Idevi


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