Preocupa que el aumento de las superbacterias reduce los beneficios de los antibióticos de última generación

En Neuquén y otras jurisdicciones de Argentina se encontró un aumento de los niveles de superbacterias resistentes a diferentes medicamentos.

La Sociedad Argentina de Infectología (SADI) alertó recientemente que aumentaron los niveles de un grupo de superbacterias que son resistentes a diferentes medicamentos. Lo hizo al conocer los resultados de un reporte que elaboraron científicos del Instituto ANLIS/Malbrán, que depende del Ministerio de Salud de la Nación. Esos niveles altos de poblaciones de superbacterias se encontraron primero en Neuquén, Ciudad de Buenos y provincia de Buenos Aires, y luego se han ido detectando en otras jurisdicciones.

“El panorama de la resistencia antimicrobiana es sombrío”, sostuvo la Sociedad Argentina de Infectología al considerar el reporte del Instituto ANLIS/Malbrán. Lo que se detectó fue “un alto nivel de alarma” de las poblaciones de un grupo de bacterias, llamadas “enterobacteriales productores de carbapenemasas tipo KPC+NDM”, que antes no se había registrado en el país.

Esas bacterias tienen un mecanismo que les confiere resistencia a los antibióticos y pueden poner en riesgo la vida de las personas que las adquieren. Generalmente se detectan dentro de los hospitales.

La infectóloga Liliana Calanni del Ministerio de Salud de Neuquén explicó que la resistencia a los antibióticos “es un fenómeno de hace muchísimas décadas”. Pero una de las novedades es que se encontró más el impacto de uno de los mecanismos de resistencia, que es la producción de unas enzimas -llamadas carbapenemasas- que invalidan el efecto de antibióticos de última generación.

“Las bacterias no solo producen una de esas enzimas sino que realizan una combinación, con lo cual el panorama es más sombrío todavía”, explicó. Esto ocasiona que se achique el número de antibióticos efectivos que pueden ayudar a los pacientes. “El grado de exquisitez que han alcanzado en los mecanismos de resistencias y las asociaciones es tal que es muy difícil en algunas situaciones cada vez más frecuentes poder hacer un tratamiento efectivo. Generalmente suelen afectar a pacientes internados”, precisó.

Entre los grupos de superbacterias que más se encuentran mencionó los bacilos Gram Negativos (BGN), causantes de infecciones como la neumonía. Dentro de ese grupo está la Klebsiella, Pseudomonas, Serratia, entre otras. “Se aíslan de las distintas muestras de los pacientes que están internados. En algunos casos, se hace muy difícil encontrar una buena alternativa”, apuntó.

“Cuando aparecen en las instituciones de salud a la larga o a la corta empieza a verse en gente que vienen con infecciones de la comunidad, nos pasó con las BLEE, que producen unas enzimas que invalidan la utilización de un montón de antibióticos derivados de las penicilinas, y nos está pasando ahora con las carpapenemasas”, observó.

En Argentina, se viene trabajando con la Resistencia Antimicrobiana(RAM), con diferentes acciones en la vigilancia y en los registros. “El uso indiscriminado de antibióticos favorece la resistencia microbiana y no solo a nivel humano, en donde se usa el 50%. La otra mitad se usa en animales y en el agro”, explicó la experta Calianni. Se recomienda no automedicarse ni prescribir antibióticos para personas ni animales sin justificación. “Si nos olvidamos de la parte veterinaria y del agro vamos a fallar”, advirtió.

Recomiendan no automedicarse. También los profesionales de la salud no deberían indicar antibióticos si no es necesario por el tipo de enfermedad de cada paciente. Foto: Florencia Salto.

La infectóloga subrayó que es clave contar con buenos registros de la resistencia microbiana, tanto regionales como en las propias instituciones. La resistencia de las superbacterias “no es una situación superficial. De hecho la OMS en el 2011 dijo que hay que actuar ahora o será muy tarde, por la cantidad de personas que para el 2050 morirían por no tener antibióticos útiles, como si fuera la era pre antibiótica», subrayó Liliana Calanni.

Informó que en Neuquén hay un Plan Provincial de Prevención y Afecciones Asociadas a Cuidados de Salud (IACS) y del Uso Adecuado de Antimicrobianos (ATM) por el cual desde hace cuatro años en todos los trimestres se actualizan «la sensibilidad y resistencia de la mayoría de los gérmenes más representativos en las instituciones más importantes públicas y privadas».

«Ese dato es muy importante primero porque es un panorama regional sobre lo que nos está pasando. Es fundamental porque si yo tengo un paciente que no está bien, se evalúa junto con los equipos de terapistas y clínicos médicos, qué antibióticos se le indicará según los datos previos de esa Institución y cuáles son las resistencias. Luego se adapta a los resultados que envíe el microbiólogo», explicó.

A nivel provincial apuntó que se trabaja con el Programa de Optimización del Uso de Antimicrobianos (PROA). «Una de las acciones principales es la restricción del uso de antibióticos. Algunos no se pueden prescribir sin hacer una consulta previa con infectología y hay otros que se pueden indicar por 72 horas», expuso Calianni.

Otra herramienta clave son las guías de manejo, diagnóstico, tratamiento y prevención de las patologías más frecuentes, que se deben ir actualizando. «Por ejemplo, cómo se van a tratar las neumonías que vienen de la comunidad o de los internados. Lo mismo en infecciones de la sangre, urinarias, piel, entre otras. Se elige un buen antibiótico con el menor espectro posible», apuntó. Todo esto acompañado de un paquete de medidas de promoción para prevenir infecciones.


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