“Prevención: deportes vs. drogas”
Es hora de que nuestros gobernantes reaccionen ante la amenaza real del avance de la droga. Este flagelo se está instalando en forma muy rápida en las grandes ciudades. Rosario y ahora Mendoza lo están sufriendo en carne propia y si no hacemos algo al respecto, pronto en Neuquén sufriremos el mismo problema. ¿Qué pasa con el Consejo de Seguridad Ciudadana anunciado con bombos y platillos? Hasta ahora no se ha visto ninguna acción concreta que permita disminuir, al menos, los índices de conflictividad que existen en numerosos barrios neuquinos. Si seguimos ignorando el problema, en poco tiempo será tarde para reaccionar. La prevención es fundamental para evitar futuras consecuencias no deseadas. Vuelvo a insistir en que el arte, la música y el deporte son los medios más eficaces para combatir el ocio, el alcohol y las drogas. Un joven ocupado en la práctica deportiva difícilmente quede abandonado a su suerte. El mismo ámbito deportivo lo va a contener y los buenos hábitos podrán más que las malas costumbres. Los jóvenes necesitan reglas claras a las cuales ceñirse, buenos ejemplos que la actividad deportiva les puede dar. Tenemos dirigentes, profesores capacitados, clubes, federaciones, sólo falta la voluntad política de nuestros gobernantes: gobernador, intendentes, concejales, legisladores que se ocupen de crear las condiciones y proveer los fondos necesarios para volcarlos en la actividad deportiva. Es increíble que hace más de 25 años se promulgó la ley 840 del Deporte y aún no se reglamentó. Me cuesta creer que en todo este tiempo ningún dirigente político que sueña ser estadista se haya preocupado por la salud de nuestros jóvenes, poniendo en marcha dicha ley. Es mejor negocio invertir en prevención que en represión. Resulta más barato invertir en elementos deportivos que en balas y chalecos. Más grato invertir en profesores que en psicólogos y más policías, y más útil construir infraestructura deportiva que cárceles. Estudiemos un poco más las causas y obremos sobre ellas. De nada sirve actuar sobre las consecuencias cuando el daño ya está hecho. Un claro ejemplo lo tenemos con la instalación de casinos y salas de juego que luego requieren de organizaciones de atención al ludópata, tratamientos de depresión o conductas suicidas. Hoy tenemos desorden y miseria. Necesitamos orden y riqueza ética y moral. Nuestros políticos tienen la última palabra. ¡Ganémosle a la droga, no seamos indiferentes! Ricardo Dougall DNI 10.532.537 Neuquén
Ricardo Dougall DNI 10.532.537 Neuquén
Es hora de que nuestros gobernantes reaccionen ante la amenaza real del avance de la droga. Este flagelo se está instalando en forma muy rápida en las grandes ciudades. Rosario y ahora Mendoza lo están sufriendo en carne propia y si no hacemos algo al respecto, pronto en Neuquén sufriremos el mismo problema. ¿Qué pasa con el Consejo de Seguridad Ciudadana anunciado con bombos y platillos? Hasta ahora no se ha visto ninguna acción concreta que permita disminuir, al menos, los índices de conflictividad que existen en numerosos barrios neuquinos. Si seguimos ignorando el problema, en poco tiempo será tarde para reaccionar. La prevención es fundamental para evitar futuras consecuencias no deseadas. Vuelvo a insistir en que el arte, la música y el deporte son los medios más eficaces para combatir el ocio, el alcohol y las drogas. Un joven ocupado en la práctica deportiva difícilmente quede abandonado a su suerte. El mismo ámbito deportivo lo va a contener y los buenos hábitos podrán más que las malas costumbres. Los jóvenes necesitan reglas claras a las cuales ceñirse, buenos ejemplos que la actividad deportiva les puede dar. Tenemos dirigentes, profesores capacitados, clubes, federaciones, sólo falta la voluntad política de nuestros gobernantes: gobernador, intendentes, concejales, legisladores que se ocupen de crear las condiciones y proveer los fondos necesarios para volcarlos en la actividad deportiva. Es increíble que hace más de 25 años se promulgó la ley 840 del Deporte y aún no se reglamentó. Me cuesta creer que en todo este tiempo ningún dirigente político que sueña ser estadista se haya preocupado por la salud de nuestros jóvenes, poniendo en marcha dicha ley. Es mejor negocio invertir en prevención que en represión. Resulta más barato invertir en elementos deportivos que en balas y chalecos. Más grato invertir en profesores que en psicólogos y más policías, y más útil construir infraestructura deportiva que cárceles. Estudiemos un poco más las causas y obremos sobre ellas. De nada sirve actuar sobre las consecuencias cuando el daño ya está hecho. Un claro ejemplo lo tenemos con la instalación de casinos y salas de juego que luego requieren de organizaciones de atención al ludópata, tratamientos de depresión o conductas suicidas. Hoy tenemos desorden y miseria. Necesitamos orden y riqueza ética y moral. Nuestros políticos tienen la última palabra. ¡Ganémosle a la droga, no seamos indiferentes! Ricardo Dougall DNI 10.532.537 Neuquén
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