Procesan a Grassi y le advierten que no hable de más

El sacerdote quedó nuevamente comprometido por supuesto abuso deshonesto y corrupción de menores. La jueza de Morón le anticipó que si habla de las víctimas volverá a la prisión.

Grassi quedó procesado por primera vez el 21de noviembre pasado,cuando también dispusieron su liberación.
BUENOS AIRES (DyN).- El sacerdote Julio César Grassi volvió ayer a ser procesado por supuesto abuso deshonesto y corrupción de menores que habría sufrido «Gabriel», uno de los chicos que había declarado en su contra.

Así lo resolvió ayer la jueza de Garantías de Morón Mónica López Osornio, quien -además- le hizo una «severa advertencia» al cura para que «se abstenga de formular cualquier tipo de apreciación» sobre los menores damnificados. De hacerlo, le hizo saber, volverá a prisión ya que se le revocará el beneficio del procesamiento sin prisión preventiva, revelaron fuentes judiciales.

En su resolución, la jueza insistió en que «existen indicios vehementes para sostener que Julio César Grassi resultaría ser probablemente autor penalmente de los hechos descriptos» por «Gabriel» y «Ezequiel».

Según dijo, «la mentada credibilidad resulta a partir de que «Gabriel» ha demostrado un claro conocimiento de los hechos, manteniendo sus afirmaciones tantas veces como ha declarado». Y señaló, además, que «el indicio de culpabilidad queda conformado a partir de que tanto en el suceso narrado por «Gabriel» como en el que resultara víctima el menor «Ezequiel» (según se tiene acreditado por lo menos hasta ahora)», Grassi «se habría valido de idéntico modus operandi para concretar las ilicitudes: mediante la excusa de una travesura de la víctima invitarla a su oficina y allí aprovecharse de la autoridad que ejercía» sobre ella.

La mención a los dichos de «Ezequiel» no es un punto menor, ya que la defensa de Grassi sostuvo el último viernes que el chico había desincriminado al sacerdote en el juzgado de menores número 1 de Morón. Sin embargo, los querellantes (a través del Comité Argentino de los Derechos del Niño) no sólo rechazaron la legalidad del acto porque el menor -según dijeron- fue «apretado» por cuatro funcionarios que ya fueron denunciados, sino que además aportaron un nuevo testimonio aún más gravoso contra el sacerdote.

A fines de octubre último, el entonces titular de la Fundación «Felices Los Niños» fue denunciado en la Justicia y a través de una cámara de televisión de haber abusado de un menor. Se trataba de un joven, identificado como «Gabriel», que aseguró que en diciembre de 1996 Grassi lo llevó hasta su oficina, donde lo besó y le practicó sexo oral. Otro chico, conocido sólo con el nombre «Ezequiel», también acusó al sacerdote.

Esos dos testimonios claves sirvieron para que la jueza López Osornio procesara a Grassi el 21 de noviembre en una resolución en la que también dispuso su libertad.

Sin embargo, la defensa de Grassi había presentado un planteo ante la Cámara de Apelaciones de Morón para que se declarara nulo el testimonio de «Gabriel», ya que su cliente no conocía la verdadera identidad de la víctima. Los camaristas decidieron darle la razón a la defensa y anularon parcialmente el procesamiento, aunque la situación de Grassi no se modificó porque pesaban sobre él los dichos de Ezequiel. En ese marco, Grassi fue nuevamente interrogado y la Fiscalía pidió su procesamiento con prisión preventiva, por entender que el sacerdote, apenas fue liberado, se había referido públicamente a los menores que lo acusaron, algo que tenía expresamente prohibido. Ayer, la jueza entendió que correspondía volver a procesarlo.


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