Propuestas: cada cual debe asumir su rol

«El enriquecimiento de las oportunidades educativas de los niños pobres es una responsabilidad compartida. Debe ser asumida por muchos actores comprometidos con la educación», asegura Unicef en la publicación «La expansión de las oportunidades educativas de la población en situación de pobreza» y afirma además: «no a la desresponsabilización del Estado, nacional o provincial, justificada por la autonomía de la escuela; no a la desresponsabilización de la escuela, justificada por la condición de pobreza de la matrícula y de la variable de que quienes obtienen buenos resultados son talentos excepcionales; no a la desresponsabilización de la familia, basada en la fatalidad y en la falta de confianza en si mismos y en sus propios hijos; no a la desresponsabilización de técnicos y académicos».

En este sentido, Sara Garigliano, coordinadora de la cátedra libre de Derechos Humanos en la UNC, dijo que el desfinanciamiento del sistema educativo estatal, que se viene dando desde 1995, «hizo trizas el concepto de igualdad entre los chicos de Argentina. La escuela pública dejó de ser el espacio de todos, a través del que tanto ricos como pobres accedíamos a educación, y pasó a ser sólo el espacio de los pobres. Dejó su rol fundamental y ocupó el lugar de centro asistencial, perdiendo su capacidad de enseñanza y, los niños, su derecho a la educación».

Desde la supervisión cipoleña del Consejo Provincial de Educación, Amalia Plá de Jara declaró que el problema que existe compete a todos.

«Cada vez hay más chicos que dejan de asistir a clases. Esto es responsabilidad de todos. De los padres que no los mandan. Del Estado, por la crisis económica. De la escuela, que cumple más un rol asistencial que de enseñanza y de la sociedad en general».

(M. B.)

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