Protección al máximo
Martín Heer
La Casa de Río Negro en Buenos Aires permanece rodeada de vallas desde hace dos semanas. Ayer por la tarde ni siquiera había gente en el interior del edificio ubicado en Riobamba y Tucumán y no se notaba presencia policial, más allá del custodio de una escuela aledaña. La medida de seguridad fue tomada por el gobernador Alberto Weretilneck como reacción ante un eventual desborde tras la reciente protesta –no demasiado masiva, aunque violenta– que realizó un grupo de manifestantes contra las detenciones posteriores a los saqueos en Bariloche. (ABA)
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