¿Qué no te puede faltar en esta cuarentena? Responde hoy Alan Tetchiev
Como una adaptación del clásico “¿qué te llevarías a una isla desierta?”, en esta oportunidad le preguntamos al saxofonista y clarinetista Alan Tetchiev, integrante del Grupo de Jazz de Fundación Cultural Patagonia (FCP).
“¿Qué objetos te llevarías a una isla desierta?” era un juego de la imaginación en épocas previas a la pandemia y al encierro.
En este contexto, decidimos adaptar la consigna y les preguntamos a nuestros invitados qué imprescindibles tienen durante el aislamiento.
En esta oportunidad, nuestro invitado a la sección es el saxofonista y clarinetista Alan Tetchiev, integrante del Grupo de Jazz de Fundación Cultural Patagonia (FCP).
Además de las cuestiones más relacionadas a lo afectivo, el virtuoso músico no dudó en destacar la cocina como uno de sus imprescindibles para estos días de aislamiento.
“Acá no hacen falta muchos comentarios. Aparte de trabajar, es importante aprender nuevas cosas en todas las áreas, aprovechando el momento para seguir estudiando y ser mejores en nuestros hogares y lugares de trabajo”, explicó.
Repasamos juntos, entonces, los imprescindibles del saxofonista Alan Tetchiev en esta cuarentena:
Mi familia
“En las buenas y las malas, son los que siempre están y la razón por la que estoy. Nuestra rutina es atender clases virtuales, ayudar a nuestra hija con las tareas, jugar y entretenerla, respetar y seguir con las restricciones de salidas”.
El estudio
“Ya que mi desempeño artístico y pedagógico está interrumpido parcialmente, estoy en mi despacho creativo que altamente necesito y adoro: mi home studio. Desde aquí, sigo trabajando, en muchos proyectos”, comenta el saxofonista.
Internet
“Como herramienta del ser humano actual de trabajo, y, además, muy importante para poder comunicarnos con nuestras familias lejanas, que se siente muy agudo la distancia que nos desune. Altamente necesario”.
Amistades
“No los tengo al alcance de la mano por esta cuarentena, pero ellos siempre están igual con un sentido apoyo, muchas veces reemplazando a los más cercanos parientes de sangre, que están lejos ¡son otra familia más y los quiero mucho!”.
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