Recibía a familiares y trasladó cuatro desaparecidos

NEUQUÉN (AN).- Luis Alberto Farías Barrera, apodado “Laucha”, entre 1976 y 1978 cumplió funciones en la jurisdicción del Comando de la Sexta Brigada, del que dependía el centro clandestino de detención y tortura La Escuelita, ubicado en el predio del Batallón de Ingenieros 161. Farías fue quien recibía a los familiares de las víctimas de desaparición.

En el 2007, antes de que comenzara el primer juicio por delitos de lesa humanidad en la región, Farías tomó contacto de manera telefónica con Francisco Tropeano y visitó a Juan Isidro López, un exempleado de la empresa Agua y Energía y militante peronista, que se desempeñó en el cargo de secretario gremial en el sindicato Luz y Fuerza.

Le dijo: “Soy el Comandante Farías, ¿se acuerda de mí?” “Se acuerda que yo lo trataba bien”. “Cuando me citen a declarar yo lo voy a poner a Ud. y a Tropeano como testigos del trato que les daba”.

En la causa Reinhold, la primera que lo tuvo como imputado, fueron ventiladas 17 denuncias, entre ellas, la desaparición de Oscar Alfredo Ragni. En la Di Pasquale fue acusado por 39 casos.

El “Laucha” trasladó a José Méndez, Javier Seminario Ramos, Miguel Pincheira y Orlando Cancio de la cárcel de Rawson el 3 de noviembre de 1976 hasta Bahía Blanca. Luego nunca más se supo nada de ellos. Decía que si no habían regresado era culpa de los “extremistas”.


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