Jorge Rial reapareció en público y habló de su muerte, con una contudente definición

El conductor de "Argenzuela" visitó a sus compañeros de Radio 10 y habló sobre la experiencia que lo atravesó. Fue diagnosticado con muerte súbita.

Jorge Rial volvió a la escena pública este lunes, luego de la grave situación de salud que obligó a reanimarlo por un infarto en Colombia. El conductor estuvo de visita en «Argenzuela», el programa que él mismo lidera en Radio 10, y ratificó que estuvo diez minutos muerto.

El periodista pidió disculpas por la voz con la que se presentó. «Es la que quedó después de haber tenido un caño por 14 horas en la garganta» expresó Rial, quien se encuentra en plena recuperación tras el episodio cardíaco que generó su vuelta en un avión sanitario.

Rial señaló también que «me atravesó una situación que todavía estoy tratando de reconstruir. Una situación extrema que nadie pensó que me iba a pasar y que me tocó». «Lo primero que me atravesó fue el cuerpo. Y después, la cabeza; la cabeza me la partió en mil pedazos porque nadie está preparado para morirse» indicó.

«Literalmente fue lo que me pasó: la hoja clínica dice ‘muerte súbita’. Estuvieron 10 minutos más o menos tratando de reanimarme. Me dieron tres descargas eléctricas y me cagaron literalmente a palos» revivió Rial con sus compañeros, sobre los dramáticos minutos que superó en la Clínica del Country en Bogotá.

«La muerte no es dolorosa»: la definición de Jorge Rial


Entre las intimidades que reveló Rial, contó que «Omar es el nombre del enfermero que se trepó arriba mío y se negó a dejarme ir. Todavía no lo asumo; lo cuento y parece que estoy contando la historia de otro, pero es la mía. Realmente fue terrible y tuve mucha suerte«.

El conductor señaló que llegó a la internación porque el sábado 29 de abril por la mañana percibía que algo no andaba bien. “Me despierto con un dolor muy agudo y media hora después llamé a la cobertura médica, y luego me fui a la clínica. Soy cabeza dura, pero sentí que algo iba a pasar”, dijo.

Y contó que, después de los estudios, los médicos le dijeron que “había malas noticias”. “Estás transitando un infarto y hay que colocar stent«. En ese marco, y después de pedir ir al baño, el periodista dejó los números de teléfono de sus hijas, Rocío y Morena, y de su médico personal Guillermo Capuya, para que estuvieran al tanto de la situación.

«Me tuvieron 14 horas sedado, dormido. No era un coma inducido, me tuvieron que sedar mucho porque no lograban encontrar el punto. Técnicamente, lo que tuve fue un paro cardíaco con muerte súbita» agregó.

“Una cosa quiero decir: la muerte no es dolorosa, es un lugar cálido. El dolor es el que dejás pero le quiero decir a todos que es un momento glorioso, es cálido, es lindo, te atrae, te lleva. Escuché la voz de mi nieto que me decía ‘dale tata, dale’. Yo lo escuchaba y me desesperaba” concluyó.


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