Qué se reza y qué mensaje deja el Martes Santo, en la previa a la Semana Santa católica

Camino a la celebración de las Pascuas, tenemos por delante el Martes de Controversia. Conocé con qué oraciones honrar esta jornada y cuáles son los aspectos en que nos interpela.

Este martes 26 de marzo, la Iglesia Católica celebra el Martes Santo o el Martes de la Controversia, una jornada especial en el camino espiritual hacia la Semana Santa, donde se intensifica la preparación para el Triduo Pascual, que se inicia la tarde del Jueves Santo hasta la irrupción de la alegría Pascual en la noche del Sábado Santo, con la celebración de la Vigilia.

Durante el Martes Santo, se intensifica el clima de oración, a nivel personal, familiar o comunitario, para pedirle a Dios que revele los misterios de la fe en lo profundo del ser, con el trabajo silencioso del corazón y de la mente.

El Martes Santo ha recibido el nombre de “Martes de Controversia” porque en él se recuerda los momentos en los que Jesús tuvo que enfrentar a sus acusadores y a aquellos que tenían el poder de condenarlo.

Toda la vida de Cristo, sus palabras y sus obras cayeron entonces bruscamente bajo la sombra de la sospecha. Jesús se encuentra, repentinamente, sometido a los poderes de este mundo.

Por eso, en estos días, se recomienda en torno al ‘Camino de la Cruz’ (el Vía Crucis) meditar sobre el sacrificio y los dolores de Cristo, además de analizar nuestras prácticas, nuestras costumbres y nuestros discursos.

Oraciones para honrar a Jesús en este Martes Santo


Oración para pedir el socorro de Jesús
Soy débil Señor, lo sé, yo también puedo caer
y debo estar atento.
Pero Tú eres mi gran consuelo Señor,
tu Santo Espíritu me anima a levantarme
y a seguir adelante en tu Nombre.

Amén.

Oración de agradecimiento para Jesús
Gracias Señor pues
me ayudas a reconocer que
tengo hambre del Pan verdadero que baja del Cielo,
y te pido que siempre en mi vida busque saciar mi hambre
y sed de infinito en el encuentro personal contigo.

Amén.

Oración para Jesús
Señor Jesús, vengo a tu encuentro en esta oración
pues reconozco que tengo hambre y sed de ti.
Te pido que avives en mi interior este deseo
de estar en comunión contigo
para que en todo lo que haga busque siempre tu rostro.

Amén.


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