Refuerzan las frecuencias del transporte en Bariloche

El Municipio aseguró que el incremento de circulación “es suficiente” para responder a la demanda. El inicio de clases generó algunos inconvenientes con la ocupación de las unidades que permite el protocolo sanitario. Hubo quejas de algunos vecinos.

La ampliación de horarios y frecuencias del transporte urbano que dispuso el municipio para atender la mayor demanda por el comienzo de clases presenciales “dio buen resultado hasta ahora”, según indicó el subsecretario de Tránsito y Transporte, Martín Trebino, quien dijo que el volumen actual del servicio ya equivale al 80% del que existía antes de la pandemia.

Desde el inicio de la crisis de coronavirus el municipio y la empresa Mi Bus habían recortado servicios al punto de que algunas líneas llegaron a tener intervalos de hasta dos horas y no funcionaban de noche. Tampoco los domingos y feriados.

Trebbino dijo que los refuerzos están justificados por la mayor demanda y también por el interés en observar el límite de personas paradas (no más de diez por unidad, según la normativa vigente), que de hecho no se cumple.

El funcionario reconoció ese desborde porque “en algún caso los refuerzos no alcanzan” y señaló que el municipio tiene planificado “mejorar la fiscalización” en ese tema. Dijo sin embargo que sería casi impracticable la decisión de dejar a la gente abajo del colectivo cuando el cupo está cubierto. Los choferes tampoco quieren correr con esa responsabilidad y han advertido por los riesgos sanitarios. “Se levanta a todo el mundo y la gente tiene que tratar de tener el mayor cuidado”, dijo Trebino.

Entre los pasajeros surgieron varias quejas por la saturación de los servicios y la violación de los protocolos sanitarios, “de lo que nadie se ocupa”.

Guillermo Navarro, alumno secundario e integrante de la Multisectorial del transporte, dijo que “hubo refuerzos y son bienvenidos, pero resulta insuficiente”. Dijo que en los últimos días le pasó de que dos colectivos seguidos no pararan porque iban llenos y al tercero pudo subirse pero con exceso de pasajeros. “Los cuidados que nos imponen en la escuela quedan ahí, porque uno sale se toma un colectivo y es un desastre”, aseguró.

Señaló que la línea 20 y la 10 que va a Colonia Suiza tienen horarios en los que no dan abasto.

Nuevo esquema

La nueva grilla de servicios línea por línea que rige desde hace unos diez días fue aprobada en la comisión de seguimiento del transporte y concentra los refuerzos en algunos servicios que cubren los barrios del Alto y también los que van al oeste, como el 20 y el 50.

Otra decisión fue poner en marcha los colectivos más temprano y cubrir mejor los horarios de ingreso a las escuelas. A diferencia del estudiante consultado, Trebino dijo que no han recibido quejas hasta ahora y que “ayudó mucho el ingreso y la salida escalonada” en los establecimientos escolares.

Señaló que antes el servicio se prestaba con 35 colectivos y que ahora la empresa debió aplicar 50 unidades para cumplir la nueva pauta. Estimó que hoy el transporte en Bariloche ofrece “alrededor de un 80% de lo que existía antes de la pandemia”.

Si se suman todas las líneas, el servicio cumple a diario 389 vueltas, en sus distintos circuitos, cuando en diciembre eran 284. El aumento fue del 36%.

Entre los cambios instrumentados está el horario de inicio, que era motivo de muchas quejas. El primer colectivo de la línea 20, por ejemplo, sale ahora a las 5.50 de la terminal. Hasta hace unos días partía a las 6.20, cuando en lo peor de la pandemia arrancaba a las 7 y en otras líneas después de las 8.

Desaparecieron también los “ramales” denominados Oeste y Sur, que el municipio instrumentó hace varios meses como paso previo a una posible combinación con rondines. Trebino dijo que los levantaron para restituir líneas como la 51 (que recorre la avenida de los Pioneros) y reforzar otras como la 20 y la 61, “porque así lo pidieron las juntas vecinales”.

Esa improvisación también fue cuestionada desde la Multisectorial. Navarro dijo que todos los cambios “son más de lo mismo y sigue haciendo falta un rediseño estructural”.

Trebino admitió que se manejan “entre lo ideal y lo posible”. Destacó como “un cambio importante” la adaptación del sistema SUBE para la inscripción de los alumnos secundarios y terciarios vía web, con posterior validación en las terminales de carga, lo cual evita que se formen largas colas en la oficina ubicada en el Centro Cívico. “Otros años fue bastante lento y caótico. Repetir ahora ese operativo hubiera sido una locura”, dijo el funcionario.

El papel de la UTA

El gremio que agrupa a los trabajadores del transporte urbano también participa de la comisión de seguimiento y sus reclamos salariales más de una vez han provocado la paralización del servicio. Ahora llevan dos meses sin medidas de fuerza, pero han declarado el “estado de alerta” en todo el país por la cantidad de pasajeros que viajan de pie.

Señalaron que la cantidad de usuarios que hoy quieren tomar colectivos es imposible de atender “si no se aumentan en forma urgente las frecuencias de los servicios”.

Advirtieron que de no haber respuesta “de las autoridades y de las empresas” a ese reclamo tomarán “medidas de acción gremial”.

El dirigente local del sindicato Pablo Figueroa dijo que en Bariloche también hay horarios en los que el límite de pasajeros queda superado, pero no confirmó si habrá medidas de fuerza. “Depende del nivel nacional”, se desligó.


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