Educación: polémica por los exámenes preocupacionales a docentes rionegrinos

Las controversias están al orden del día entre el Ministerio de Educación de Río Negro y la Unión Trabajadores de la Educación de Río Negro (Unter), ahora por los procedimientos de los exámenes de salud preocupacionales en ese sector asalariado.

El gremio insiste en un tema que ya planteó en un acta del 14 de febrero pasado. Expuso en estos días que, según los reclamos recibidos de sus afiliados, la coordinación del Departamento en la Escuela Ministerial no cumplió el acuerdo al que se arribó en aquella oportunidad, dado de que “continúan los inconvenientes que perjudican las condiciones laborales de los docentes”.

En consecuencia se requirió una definición inmediata sobre los controvertidos exámenes preocupacionales.

La representación sindical asegura que Educación no cumplió con el compromiso de notificar por escrito los dictámenes de Junta Médica. También debía solicitar a esa dependencia la posibilidad de que el aspirante a la docencia sea informado en el mismo momento en que se realiza la evaluación. Es que según denuncias que llegaron al gremio, los ingresantes continúan sin recibir la documentación, principalmente en las dependencias de Salud de Roca y Bariloche, y por lo tanto, el docente debe interponer el reclamo administrativo para que se especifique el diagnóstico, generando malestar en los miembros de las Juntas Médicas.

Al respecto, la secretaria general de la Unter, Patricia Cetera, explicó a “Río Negro” que hay unos 20 casos de gente que no puede ingresar a trabajar. En algunas situaciones por distintos criterios ante similares casos de escoliosis (desviación lateral de la columna vertebral). Insistió en que los docentes vienen “con algo previo que no te impide (ingresar) con alguna consideración” pues “será algo que (el trabajador) lo tendrá que tratar a futuro”, señaló. Mencionó incongruencias que llegaron a la Justicia, porque a una persona la rechazaron como profesora de Enseñanza Inicial pero “le dieron el apto para trabajar como preceptora”.

La agenda incluyó otros puntos controversiales como el incumplimiento de carga oportuna de dictámenes de Junta Médica que pueden determinar la aptitud o no del docente, y que de acuerdo a Cetera es necesario que “los docentes los sepan (de inmediato) porque puedan pasar una o dos asambleas, y los compañeros se pueden quedar sin tomar cargo”. También se habló sin acuerdo sobre las reevaluaciones, los rechazos a informes psicológicos y retrasos irrazonables en el otorgamiento de turnos de juntas médicas.

Estuvieron el subsecretario de Asuntos Institucionales, Gabriel Belloso, la coordinadora general del Departamento de Salud en la Escuela, Ana Lía Soriano, Cetera y la secretaria de Salud en la Escuela, Claudia Asencio .

Las diferencias entre ambos sectores provienen del año pasado cuando se excluyó a algunos trabajadores de la educación. La cartera educativa defendió el sistema y refutó los cuestionamientos gremiales en casos de no aptitud en Bariloche, que derivaron en rechazos al ingreso a la docencia.

Unter reclamó sobre reevaluaciones, los rechazos a informes psicológicos y retrasos “irrazonables” en el otorgamiento de turnos de juntas médicas.

Las diferencias vienen del año pasado, cuando tras los exámenes se excluyó a trabajadores de la educación por considerarlos no aptos para la actividad.

Pedimos que los docentes los sepan [de inmediato los resultados de los exámenes de salud], porque puedan pasar una o dos asambleas. Y los compañeros se pueden quedar sin tomar cargo”.

Patricia Cetera explicó uno de los reclamos realizados al gobierno en febrero. Aún no fue respondido