La apicultura avanza en el Valle y esperan una buena cosecha

Hay más de 200 pequeños y medianos productores en la región. Aunque el clima complicó a los emprendedores, prevén una mejor temporada que el año pasado. La actividad viene en crecimiento.

La cosecha de miel en la región comenzó la primera semana de enero y los productores esperan una buena temporada a pesar de algunos factores climáticos. Solo en el Valle de Río Negro y Neuquén hay más de 200 apicultores pequeños y medianos, señalaron desde la Cooperativa Comahue de Fernández Oro.
Carlos Levin, presidente de la Cámara Argentina de Fraccionadores de Miel y que es dueño de la empresa Miel Río Negro, explicó que en los últimos años se han sumado más productores que encuentran en la apicultura una actividad económica en crecimiento frente a otros rubros como la fruticultura que hace décadas viene en crisis.

“En medio del gran conflicto económico y laboral por la desaparición de actividades productivas o industrias que han cerrado, la gente ha buscado alternativas en otras producciones de las economías regionales. Unos se han volcado al invernadero, otros a la miel, a la deshidratación de frutas y hortalizas”, explicó el apicultor que hace 52 años está en el rubro.
El referente también detalló que las generaciones entre los 25 y 45 años han incorporado un sector de alimentación saludable, en donde la miel tiene una importante participación.
“Han surgido emprendimientos de miel con agregados de jengibre y menta por toda esta moda naturista que avanzó en el país”, expuso.

Levin que tiene 1.200 colmenas en su empresa, señaló que esta temporada la cosecha se ve mejor que la del año pasado pese a algunas condiciones climáticas como la sequía y una seguidilla de vientos. “Hubo un mejoramiento en el estado de las colmenas y una mayor atención y cuidado del apicultor que ha hecho mejoras en los niveles productivos y los rendimientos por colmena”, informó.
Igual sostuvo que este balance podrán realizarlo al final de la temporada en febrero-marzo.

Eduardo Martínez, presidente de la Cooperativa de Apicultores del Comahue de Fernández Oro mencionó que la actividad ha ido en crecimiento por personas que lo hacen por hobby y otros que lo eligen por su economía principal.
Martínez dijo que este año la temporada arrancó bastante bien, “luego se frenó y con las últimas lluvias en el Valle empezó a levantar de vuelta la mielada, el panorama es bastante bueno”.

La Cooperativa Comahue brinda la posibilidad de extraer miel.

La función de la cooperativa que está compuesta por 23 socios es prestar un servicio a los integrantes de la organización y a otros productores. “Se les brinda la posibilidad de usar las máquinas para extraer miel y fraccionar”, explicó.
Algunos empezaron la cosecha la primera semana de enero y la sala de extracción comenzará a funcionar a partir del lunes 10.
A los socios se le cobra un 8% y al no socio un 10%. Además al integrante de la cooperativa se le devuelve la cera y participa de las “compras comunitarias de insumos para las colmenas”.

Los socios tienen de 20 colmenas en adelante en Roca, Allen, Centenario, Arroyito, Picún Leufú y Senillosa. La organización trabaja con técnicos del INTA.

Sin embargo, no todos tendrán una buena cosecha. Dora Purrán tiene su emprendimiento familiar en una chacra entre J.J. Gómez y Chacramonte. “En nuestro apiario estamos un poco complicados, hubo muy poca floración y el clima no ayudó mucho. El año pasado cosechamos más de 500 kilos, este año no sabemos si vamos a llegar a los 400”, expuso.
En emprendimiento familiar tiene 60 colmenas.

Mezcla, pequeña estafa

Además de las condiciones climáticas que enfrentan los apicultores, el presidente de la Cámara Argentina de Fraccionadores, Levin, señaló que luchan contra aquella publicidad de productos que aparentan ser miel de abejas.
“Si no prestamos suficiente atención a la hora de comprar miel, podemos estar comprando lo que no queremos”, expuso el referente.

Detalló que hay envases que contienen miel con jarabe de maíz de alta fructosa y que llevan en sus etiquetas dibujos de abejas, flores, pastizales, frascos característicos para miel; y los colores suelen ser amarillo y marrón.
Son “los colores naturalmente de las abejas. Por lo tanto, todo nos hace pensar que dentro de ese frasco hay miel. Y suele haber miel pero en proporciones que, en la mayor parte de los casos, desconocemos”, indicó.


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