La “Mutti” de la potencia europea, lejos de los jóvenes

KASSEL, Alemania (Rodolfo Chávez, enviado especial).- El aplastante triunfo de Angela Merkel en las elecciones legislativas del domingo (41,5% de los votos) tiene un costado que preocupa a las autoridades alemanas, y es la lejanía que perciben una importante cantidad de jóvenes de este país, la locomotora de la economía europea. La “Mutti” (mamá) como aquí es la mujer más poderosa del mundo y los alemanes la han premiado por su carácter, su liderazgo pero también por la austeridad con que ha timoneado la crisis europea. Nada de esto ha impedido que los alemanes mantengan su muy buen estándar de vida a diferencia de lo que ocurre con otros estados europeos, con España en la cola y ni hablar de Grecia. Está claro que si hay un país al que le ha servido la Unión Europea éste es Alemania y esa sensación de bienestar se percibe en todo el país. “No me gusta la política, no me interesa Merkel”, le dijo a Río Negro Melanie una de las recepcionistas del hotel donde está alojado este enviado especial. No hay fundamento técnico para decir que la afirmación de Melanie esté relacionada con las estadísticas que marcan la lejanía de los jóvenes con la política pero coincide por ejemplo con un estudio realizado por Armin Shäfer, investigador del Instituto Max-Planck quien ha observado la abstención alcanza fundamentalmente a los jóvenes. El investigador además ha establecido que a la hora de ir a las urnas el entusiasmo del sector más rico se ha mantenido estable mientras que los pobres se alejan cada vez más de su compromiso de elegir. La abstención es cercana al 20%. La “Mutti” sonríe en todas las tapas de los diarios, es la dama fuerte de la gran Alemania pero surgen llamados de atención en una sociedad que si bien no está afectada por la desocupación tiene a muchos jóvenes en trabajos de baja calificación a pesar de sus capacidades y son estos son los que desconfían de las fórmulas de Merkel. Están peor, claro, los jóvenes pobres y sin trabajo. Y los hay.