Ley Bases: la rebaja de Bienes Personales compensa la mayor recaudación por la vuelta de Ganancias

La modificación que se debate en el Congreso sobre el principal impuesto a las riqueza está envuelta en polémicas. Por un lado genera un efecto negativo sobre la recaudación, y por ende golpea a las arcas provinciales. Por el otro, hace más injusto el sistema tributario, cargando menos a quienes tienen mayor capacidad contributiva

El debate en la Cámara de Diputados sobre la nueva versión de la Ley Bases acapara toda la atención de la semana política que comienza. Las estimaciones previas indican que el gobierno estaría en condiciones de obtener la aprobación en general con el apoyo de los legisladores propios y los bloques aliados.

El punto más álgido no obstante, llegaría al momento de la discusión en particular donde la discusión artículo por artículo promete un final abierto para temas como las facultades delegadas al Poder Ejecutivo, los fondos fiduciarios, la reforma laboral, el regreso del Impuesto a las Ganancias, y las modificaciones al Impuesto sobre los Bienes Personales.

Este último punto incluido en el nuevo paquete fiscal, es uno de los que más polémica ha generado en las últimas horas previas al inicio del debate. Las principales críticas se enmarcan en torno al impacto que la rebaja de Bienes Personales tendrá sobre la recaudación, y el consiguiente impacto en la coparticipación, sobre el beneficio extraordinario para los grandes contribuyentes, y el resultado regresivo sobre el sistema tributario.


Polémicas modificaciones


La letra chica de las modificación del Impuesto sobre los Bienes Personales es uno de los puntos que mayor debate promete en el Congreso de la Nación, por su incidencia en la recaudación fiscal y el correlato en la coparticipación federal resultante.

Una de las «prendas de cambio» que utilizó el gobierno para negociar con los gobernadores el apoyo a la Ley Bases, es el regreso del Impuesto a las Ganancias, como una forma de garantizar a las jurisdicciones provinciales un incremento en la coparticipación, tras el ajuste que el gobierno nacional viene llevando adelante en diferentes partidas.

La decisión del gobierno anterior de «eliminar» Ganancias, primero por decreto y luego por la ley aprobada con la antigua composición del Congreso de la Nación a mediados de noviembre, significó $140.000 millones menos en concepto de coparticipación para las arcas provinciales en el primer trimestre de 2024. Esa es la «zanahoria delante del carro» que Milei ofrecía a los gobernadores a cambio del apoyo a la Ley Bases.

«Lo que le quieren dar a las provincias haciendo que 1.1 millones de trabajadores vuelvan a pagar Ganancias, se lo sacan con la modificación de Bienes Personales. Pierden los trabajadores y las provincias pero ganan los que fugaron».

La crítica del Frente Renovador de Sergio Massa

El Frente Renovador del ex ministro de economía Sergio Massa, fue uno de los primeros en señalar la inconsistencia final en términos de coparticipación. «Lo que le quieren dar a las provincias haciendo que 1.1 millones de trabajadores vuelvan a pagar Ganancias, se lo sacan con la modificación de Bienes Personales. Le regalan una rebaja de Bienes Personales a 120 mil argentinos que se llevaron la plata afuera y las provincias pierden lo que ganan. Pierden los trabajadores y las provincias pero ganan los que fugaron», posteó en sus redes el espacio político.

Allí justamente radica la principal polémica. De aprobarse la Ley Bases, el incremento en la recaudación por Ganancias sería equivalente al 0,5% del PBI en 2024. Pero la rebaja en el Impuesto sobre los Bienes Personales implicaría una caída de la recaudación equivalente al 0,36% del PBI para el ejercicio 2023, y del 0,41% para el año 2024. Es decir que el resultado real del conjunto sería prácticamente nulo para las arcas provinciales en términos de coparticipación.

Según la estimación publicada por la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), el impacto negativo por la caída de la recaudación de Bienes Personales sería mayor para los años subsiguientes. En efecto la merma en la recaudación se estima en 0,47%, 0,54% y 0,61% para los periodos 2025, 2026 y 2027 respectivamente.

El proyecto plantea una reducción de las alícuotas progresivas del impuesto, que comenzarán en 0,5% y llegaran al 1,5% como máximo (hoy van de 1,25% a 1,75%), y una suba de los mínimos no imponibles de $27.5 millones a $100 millones en general, y de $136 millones a $300 millones para casa habitación.

Pero el efecto contractivo sobre la recaudación tiene como telón de fondo una de las modificaciones más controversiales que se introducen sobre Bienes Personales: se introduce la posibilidad de que los contribuyentes «adelanten» el pago del Impuesto sobre los Bienes Personales para los periodos comprendidos entre 2023 y 2027, sin necesidad de presentar declaraciones juradas para dichos periodos fiscales.

Además, quienes adhieran a dicho régimen gozarán de «estabilidad impositiva» hasta el año 2038. Es decir, se garantizan que el Estado no podrá imponerles al menos hasta dentro de 14 años nuevos impuestos patrimoniales. En otras palabras, la medida dejaría atado de manos al Estado en materia impositiva patrimonial.


Menos impuestos para los que más tienen


Otro de los puntos más polémicos gira en torno al carácter progresivo del sistema tributario en su conjunto. Se supone que un sistema tributario es más «progresivo» si recae más fuerte sobre los agentes económicos que ostentan mayor capacidad contributiva.

En este sentido, Ganancias y Bienes Personales son dos de los impuestos más progresivos en tanto recaen más sobre quienes ostentan mayores ingresos y mayor patrimonio, mientras que el Impuesto al Valor Agregado (IVA) es un impuesto regresivo, en tanto golpea a más a quienes tienen menores ingresos, es decir consumen más y ahorran menos.

La nueva versión de la Ley Bases implica subir los impuestos al trabajo y los ingresos con el regreso de Ganancias, y desgravar el patrimonio y la riqueza con la reforma de Bienes Personales.

No obstante, existe una diferencia conceptual profunda entre gravar los ingresos (Ganancias) y gravar el patrimonio o la riqueza (Bienes Personales). En la estructura tributaria argentina el Impuesto sobre los Bienes Personales es uno de los únicos que grava de forma directa la riqueza, y por lo tanto es el que hace más progresivo al sistema en su conjunto.

Dicho de otra forma, la modificación que plantea el gobierno de Javier Milei con la nueva versión de la Ley Bases implica subir los impuestos al trabajo y los ingresos con el regreso de Ganancias, y desgravar el patrimonio y la riqueza con la reforma de Bienes Personales. He aquí el foco de las principales críticas que se elevaron desde la política, incluso desde los sectores más dialoguistas con el oficialismo.

«Seguimos legislando respecto de transferencia de riqueza, estamos por discutir una baja muy importante en uno de los impuestos mas progresivos que puede tener cualquier país como es el de los bienes personales, a la riqueza o como se quiera llamar», indicó el diputado Nicolás Massot del bloque Hacemos Coalición Federal, uno de los espacios con mejor llegada al gobierno de Javier Milei.

Distancia. El diputado Nicolás Massot marcó sus diferencias con la modificación de Bienes Personales.

«No es ideológico, quiero que haya cada vez más ricos, aunque quiero nivelar para arriba. Pero también quiero un país donde los que ya están arriba contribuyan más«, agregó Massot anticipando lo que puede ser uno de los puntos que despierte mayor debate en la votación en particular de la Ley Bases.

Los especialistas señalan que el universo total de contribuyentes alcanzados por Bienes Personales es de 120.0000 personas, y que son solo 10.000 las personas alcanzadas por la alícuota máxima del tributo, con lo cual la modificación sería ni más ni menos que un beneficio impositivo para las personas más ricas del país, al tiempo que se vuelve a gravar con Ganancias a más de un millón de contribuyentes de clase media.

Fue justamente allí donde apuntó la economista y diputada de Unión por la Patria, Julia Strada. «Resulta abrumador pedirle a este Congreso que elimine un impuesto a las 10.000 personas más ricas de la población en el medio de un ajuste feroz sobre el conjunto de la población», sentenció.

Dato

120.000
Serían los contribuyentes beneficiados por la rebaja en el Impuesto sobre los Bienes Personales.

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