Quince minutos para llegar a destino

La formación es estable y permite viajar parado con tranquilidad. El piso apenas vibró en el trayecto.

La vuelta del tren

NEUQUÉN (AN).- “Papá, estoy acá… acá… arriba del tren…”, dijo una chica al teléfono y luego le pasó el celular a su abuela: “Dicen que va tardar como una hora y media, en la ida y la vuelta”, dijo la mujer. En los minutos previos a la salida todo era emoción y alegría.

Desde antes de las 15, la estación ya estaba repleta de gente. En la boletería había una extensa fila de vecinos que querían comprar sus pasajes. Finalmente a las 16:05, Matías, uno de los guardas, tocó su silbato y el vagón estalló en aplausos y gritos. A las 16:06 el tren comenzó a rodar hacía el este de la ciudad. Unos 210 pasajeros inauguraron el servicio.

Bernardo, Jubilado: “Es mucha la emoción al saber que el gobierno nos ha devuelto los trenes. Uno empieza a creer de vuelta. Ahora voy a buscar a mi nieto para pasear y decirle que su abuelo trabajó acá”

Fueron 15 minutos exactos los que la formación tardó en recorrer los seis kilómetros que hay entre las estaciones de Neuquén y Cipolletti. A las 16:21 la el ferrocarril estacionó en la ciudad rionegrina.

Santino: “es la primera vez que viajamos en tren. Vamos a hacer el viaje y después volvemos a jugar al parque”. Franco: “yo había viajado en subte en Buenos Aires pero allá hay mucha gente”.

El viaje fue corto y acompañado por los vecinos, que desde las ventanas de los automóviles saludaban el paso del Tren del Valle. Entre el bullicio, los pasajeros de la formación también aprovecharon para sacar fotos y filmar el primer viaje. Desde el patio de la escuela primaria 118, sobre calle Independencia e Illia, los chicos también tuvieron su oportunidad para correr hasta al alambrado y saludar el paso de la máquina.

Rolando Darío, Jubilado: Estoy muy agradecido, soy ferroviario jubilado. Agradezco encarecidamente que haya salido este tren. Lloré de la alegría. Está todo muy lindo, la boletería es como era antes

La formación es estable y permite viajar parado con tranquilidad. El piso apenas vibró y no hubo preocupaciones. Llegando al puente se aminoró la marcha y, casi a paso de hombre, la máquina comenzó a cruzar por encima del río Neuquén. Allí la gente estalló en aplausos.

Matías, Guarda del tren: “Eufórica la gente, y nos gusta mucho que sea así, y esperemos que siga siendo así. Esperemos cosas mejores y que cuidemos esto entre todos. Hoy nos toca ser estrellas”.

En el primer arribo, la estación de Cipolletti estaba repleta y sólo pudieron subir quienes llevaban la tarjeta SUBE. Los que se quedaron abajo no se enojaron y acompañaron la partida con aplausos y silbidos. A las 16:38 el tren volvió a salir y 15 minutos después, a las 16:53, estacionó en Neuquén.


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