Respiro para quienes se endeudaron fuera de los bancos

El beneficio es sólo para créditos hipotecarios.

Los créditos hipotecarios otorgados en dólares por entidades no bancarias no se verán encarecidos como consecuencia de la devaluación de la moneda local. La iniciativa aprobada el jueves por el Senado -y que pronto aprobará Diputados- da un respiro a las familias que se endeudaron por hasta 100.000 dólares con entidades no financieras (escribanías, cooperativas, inmobiliarias o prestamistas) para comprar viviendas, porque pesifica las deudas bajo la relación un dólar = un peso.

El problema es para los acreedores hipotecarios particulares, que prestaron dólares a otras personas a través de escribanías. Esas. En Buenos Aires se ya se preparan para movilizarse y pedirle al Presidente una solución justa para ambas partes.

Para no dejar en la ruina a miles de familias que durante la convertibilidad cambiaria se habían endeudado en dólares, el gobierno ya había convertido a pesos, en una relación de uno a uno, los créditos hipotecarios de menos de 100.000 dólares otorgados por bancos.

No obstante, quedarían afuera los que obtuvieron préstamos personales y para la compra de vehículos sin la intervención de los bancos.

A pesar de que en el recinto se votó anoche que todas las deudas hipotecarias inferiores a 100 mil dólares podrán ser pesificadas, el jefe del bloque de senadores del PJ, José Luis Gioja estimó que los créditos para refacción de viviendas sólo podrán ser pasados a pesos hasta 30 mil dólares.

El legislador Gioja argumentó que con la media sanción del Senado se buscó aliviar la situación de «uno de los sectores más sensibles de la sociedad, que son quienes se endeudaron para la vivienda única y familiar, y que estaban desprotegidos».

En diálogo con Radio Mitre, señaló que la Ley de Quiebras alcanzará «los préstamos hipotecarios a través de escribanías» y los obtenidos mediante «cooperativas y mutuales», así como «cualquier tipo de deuda de adjudicatarios de viviendas».

El senador indicó que «hay acuerdo» para que la ley se apruebe en la Cámara de Diputados. Además, descartó que se puedan producir reclamos de cooperativas o mutuales que vean pesificado el cobro de los créditos que otorgaron, al señalar que esas entidades recibirán «el mismo tipo de ayuda o de acciones que la ley autoriza para las entidades financieras» a través de las retenciones a la exportación de hidrocarburos.

La misma norma, como se informó, suspende por 180 días ejecuciones y sentencias por incumplimiento de pago de créditos hipotecarios y prendarios de empresas y particulares, que en los últimos años vieron caer sus ingresos al tiempo que se elevaban las tasas de interés de sus créditos. La suspensión involucra todas las ejecuciones judiciales, extrajudiciales, incluidas las hipotecarias, prendarias, de warrants o de otro origen, con excepción de las derivadas de hechos penales o vinculadas con cuotas alimentarias.

Paralelamente, se suspenden por igual plazo las medidas cautelares trabadas y nuevas que pudieran establecerse sobre aquéllos bienes que resulten imprescindibles para la continuidad con el giro habitual del deudor. El proyecto establece un período de seis meses en el que tanto deudores como acreedores «podrán acordar una reprogramación de los términos, plazos y demás condiciones de las obligaciones contraídas».

Las entidades piden paciencia frente a las medidas

Los bancos operaron ayer con menos nerviosismo en la segunda jornada de fexibilización del corralito financiero, y la mayoría de los pocos ahorristas que concurrieron a las entidades optaron por pesificar hasta 5 mil dólares de sus depósitos reprogramados.

De todos modos, seguían los inconvenientes en la aplicación de las medidas de flexibilización del corralito, que ayer ya un cruce de asignación de responsabilidades entre el Banco Central y la mayoría de las entidades financieras.

Para calmar los ánimos, la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA) reiteró al Banco Central la colaboración y voluntad de las entidades financieras para una rápida y efectiva implementación de las medidas que se van dictando para el sector. Pidió paciencia por los tiempos que lleva adaptar las normas.

El comunicado, seguramente fue elaborado para intentar morigerar las amenazas de sanciones que el propio Presidente de la Nación anticipó al ver que el cumplimiento de la flexibilización del corralito se demoraba y enardecía a los ya sufridos ahorristas.

ABA recordó que «a lo largo de las últimas siete semanas, el personal bancario y los equipos técnicos vienen haciendo esfuerzos denodados y trabajando los fines de semana para dar respuesta a las cambiantes situaciones».

Sin embargo, que «es posible mejorar la orientación y atención al público y en ello empeña sus mejores esfuerzos. Una mayor coordinación con el BCRA permitirá avanzar en este sentido. La experiencia del día de ayer debe de servir para no volver a generar expectativas anticipadas en la población». Los problemas en la aplicación de las medidas de flexibilización del corralito, generaron ayer un cruce de asignación de responsabilidades entre el Banco Central y las entidades financieras, en momentos en que se registraban protestas antes las sucursales.

En tanto, el director del Banco Central Aldo Pignanelli sostuvo ayer que»estoy totalmente de acuerdo con la bronca de la gente porque si uno es mal atendido tiene todo el derecho a reaccionar, no con actos violentos, pero con protesta». Asimismo, el directivo precisó que el organismo intervendrá en el mercado cambiario «hasta siempre» para evitar que el dólar se dispare, y remarcó que «hay suficientes reservas para ofertar este tipo de operaciones».

Vuelve el tope de $3.000

El presidente Eduardo Duhalde formalizó su decisión de poner un tope salarial de 3 mil pesos a los funcionarios políticos del gobierno al suscribir el decreto 172/02. El PEN tuvo que salir a ratificar este techo salarial luego de la polémica que generó la derogación de la norma que había sido firmada por el ex presidente Adolfo Rodríguez Saá, derogación que pasó por encima de Duhalde y trascendió a los medios.

La norma -que exceptúa a los funcionarios de carrera- fija ese techo salarial para las remuneraciones del jefe de Gabinete, ministros, secretarios, subsecretarios, autoridades superiores, y miembros de directorios o representantes del Poder Ejecutivo Nacional en los organismos autárquicos o descentralizados en los que participe el Estado nacional en forma mayoritaria. La norma aclara que esa suma es la retribución «bruta que por todo concepto percibe el presidente de la Nación», y que las remuneraciones de los funcionarios políticos de distintas áreas «no podrá superar bajo ningún concepto» esa cifra. También se incluyen en el decreto, que lleva fecha de ayer, los salarios de «cualquier otro funcionario que desempeñe un cargo político en cualquier otro ente público».

Peligrosa tentación: el Central podrá emitir moneda sin respaldo

La reforma de la carta orgánica del Banco Central de Argentina (BCRA), que, entre otros cambios, introduce la facultad de emitir moneda sin respaldo, quedó convertida en ley. Se trata de una desafortunada concesión que pone al país en el riesgo de una emisión descontrolada que puede generar un estado inflacionario.

La Cámara de Diputados aprobó sin modificaciones el proyecto impulsado por el Gobierno, que ya había pasado el trámite en el Senado.

El principal partido de oposición, la Unión Cívica Radical (UCR), respaldó con sus votos al gobernante Partido Justicialista (PJ) para sacar adelante el proyecto, que mereció el voto en contra de los diputados de partidos minoritarios. La diputada Elisa Carrió, de la Alternativa para una República de Iguales (ARI), criticó que la nueva carta no contenga controles para evitar posibles maniobras irregulares de entidades bancarias y, en cambio, sí se de facultades extraordinarias al banco emisor para «salvar a los bancos».

El punto central de la reforma es que el BCRA podrá emitir moneda de acuerdo al presupuesto que establezca el Congreso, medida que tiene como fin adaptar el banco emisor al nuevo escenario de la política monetaria marcado por la devaluación del peso y el establecimiento de dos tipos de cambio -libre y oficial-.

Desde 1991, mientras estuvo vigente la paridad entre el peso y el dólar, el BCRA sólo podía emitir contra dólar ingresado o para recambio.

La nueva carta habilita al Banco Central, en su artículo 5, a «emitir billetes y monedas conforme a la delegación de facultades realizada por el Congreso Nacional» y le obliga a «dar a publicidad cuánto se va a emitir antes de cada ejercicio».

El nuevo proyecto sólo le permite al banco financiar al Gobierno a través de la compra de títulos negociables de la Tesorería a valor de mercado, que no podrán incrementarse más de un 10 por ciento por cada ejercicio.

También le autoriza a regular la cantidad de moneda y el volumen del crédito, así como a dictar las normas cambiarias, monetarias y financieras, al mismo tiempo que le da la autoridad para fijar los requisitos mínimos de seguridad que deberán presentar los bancos para operar. Además, la propuesta oficial dispone que hasta el 33 por ciento de las reservas podrá estar integrado por títulos públicos y, en cuanto a la regulación de la cantidad de dinero, señala que el BCRA podrá exigir a los bancos mantener disponible ciertas proporciones de depósitos y otros pasivos en pesos o divisas.


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