Retomar la senda del diálogo

Desde un comienzo, el gremio docente ha conducido este conflicto con gran intransigencia, al punto que sectores que al principio tenían algún tipo de simpatía por su lucha terminaron por restarle apoyo. Tal el caso de muchos padres que, sin embargo, desde hace rato observan con preocupación la pérdida de días de clases. O el de otros gremios, como los petroleros, que brindaron su apoyo pero terminaron perjudicados por el recorte en sus salarios al no poder acceder a sus trabajos. Nada diferente, en fin, ocurrió con la comunidad de Rincón de los Sauces, que se solidarizó con la causa pero al cabo de 26 días de piquetes tiene que compartir la factura económica de la protesta.

A pesar de las nutridas marchas realizadas, el paro y la presencia de manifestantes en los piquetes han sido hasta acá bastante acotados, lo que permite apreciar que sin el apoyo y la adhesión de otros sectores ambas protestas habrían sido levantadas hace rato.

Huelga recordar que el propósito de cualquier organización gremial es obtener mejoras para sus afiliados, algo que algunos de los dirigentes de ATEN, envueltos en cierto tremendismo, parecen olvidar.

El hecho, sumado al asambleísmo a ultranza que campea en el gremio, ha impedido en los hechos que la conducción del sindicato se siente a negociar seriamente con el gobierno dilatando indefinidamente el conflicto y por lo mismo perjudicando también a los propios docentes.

Después de todo, el gobierno no se ha mostrado inflexible. Al menos en dos oportunidades dio señales de estar dispuesto a negociar: primero cuando ofreció una recomposición y luego cuando aceptó sentarse a la mesa de diálogo con la única condición de que se levanten los piquetes.

Acaso las consecuencias en el plano provincial de esta crisis preocupan menos a las autoridades que su trascendencia en la prensa nacional. Es un hecho que el gobernador Jorge Sobisch aspira a presentarse como un presidenciable que alcanzó la paz social en una provincia bendecida por el cuerno de la abundancia.

Lo que no se puede convalidar es la contraofensiva lanzada por el oficialismo y sus aliados para contrarrestar con violencia la protesta docente y confrontar a sus protagonistas con otros sectores de la sociedad, cuyo episodio más álgido se registró el jueves en Cutral Co ante policías que permanecieron de brazos cruzados.

Es de esperar que gremio y gobierno retomen la senda del diálogo en un clima de distensión y racionalidad. En ese sentido es alentadora la alternativa que se abre con el ofrecimiento de mediación del obispo Marcelo Melani. (AN)

Notas asociadas: CONFLICTO DOCENTE: El gremio ofrece flexibilizar los cortes para una mesa de negociación  

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