Retos

Neuquén

Escucho y leo –como todos, creo– el tono y contenido poco amable de los mensajes de nuestros gobernantes de todo nivel –y de muchos hombres y mujeres que trabajan en medios de comunicación–, para tratar de lograr la responsabilidad individual y colectiva para controlar y bajar los niveles de contagios por el virus de moda.


Esa forma de emitir mensajes puede lograr el resultado buscado, cuando se la utiliza puntualmente; pero cuando se la reitera durante seis meses, y con los resultados y estadísticas a la vista, genera rechazos, indiferencia y hasta rebeldías; y porque además la palabra gubernamental está muy devaluada.


Visto el contexto, la estrategias de comunicación no debe contener generalizaciones, porque están dirigidas a un cuerpo social muy heterogéneo, desde lo geográfico, sociocultural y por sus edades. Lo deben hacer con lenguaje claro –no el que utilizan los especialistas–, directo y adecuado a cada ámbito.


El mensaje debe llegar a cada receptor con condiciones que lo hagan digerible y apto para ser incorporado a la rutina diaria. Que el receptor no se sienta despersonalizado y parte de una masa, sino revalorizado en su condición de agente vivo en una sociedad.


Gobernar, señores funcionarios, no es mandar; es persuadir, convencer con la palabra y la acción. Los retos y reprimendas suelen ser válidos en otros ámbitos, donde reinan los autoritarios, y en menor medida los que saben y quieren corregir errores.

Ricardo Villar
DNI 8.377.070


Neuquén

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