Revelan detalles de la personalidad de autor de matanza: rasgos de autismo y alto rendimiento escolar

Testimonios de sus ex compañeros de escuela y conocidos describen a Adam Lanza como una persona solitaria. El autor de la matanza de Newtown, que dejó 28 personas muertas, entre ellas 20 niños, era considerado inteligente y obtuvo altas calificaciones durante su etapa escolar.

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Pálido, alto y flaco. De esta forma recuerdan a Adam Lanza quienes lo conocieron, a través de sus testimonios en la prensa internacional.

Todo apunta a que el perfil emocional y psicológico del joven tirador, presenta rasgo de autismo y trastornos de personalidad como características claves.

Los testimonios también revelan a través de medios locales, que Adam era inteligente, de bajo perfil y obtenía altas calificaciones.

Uno de ellos publicado en el New York Times, agrega: “Yo nunca lo vi con nadie. Ni siquiera puedo pensar en una persona que se asoció con él.”

Adam Lanza caminó a través de la escuela secundaria en Newtown, Connecticut, con las manos pegadas a los costados, los bolígrafos en el bolsillo de manga corta, camisas con botones. Se trata de una de las pocas cosas que recuerdan sus compañeros de clase, sobre él.

En total, Adam Lanza mató a 20 niños y seis adultos. Antes había asesinado a su madre y después se suicido de un disparo con una de las armas que portaba, según coinciden los medios estadounidenses aunque este dato todavía no ha sido confirmado oficialmente.

¿Cómo era Adam Lanza? Según The New York Times, Adam no tenía página en Facebook y tampoco aparecía en el libro de estudiantes de su escuela de secundaria, pues en lugar de su fotografía aparecía un espacio en negro con la leyenda: “Camera Shy” (es decir, que no quiso aparecer en la foto).

Algunos de sus viejos compañeros de escuela dudan de que haya terminado la secundaria. Eso sí, recuerdan que eran un chico muy tímido, al que no le gustaba ser el centro de atención.

“Si le mirabas a la cara, no sabías si tenía emociones en la cabeza”, afirmó uno de sus ex compañeros. “Pasaba tan desapercibido que te dabas cuenta de que ahí había algo raro y de que necesitaba ayuda”, afirmó otra compañera a The New York Times.

El hecho de que Lanza se mostrase incómodo en determinadas situaciones hacía pensar a sus ex compañeros que sufría algún tipo de trastorno de la mente. Algunos de ellos, según The New York Times, sugerían la idea de que podía sufrir el síndrome de Asperger, un tipo de autismo.

Olivia De Vivo, una de sus compañeras de secundaria, se refería a Lanza como una persona que hablaba de alienígenas, que lanzaba cosas al aire, aunque ella lo achacaba a la etapa de la pubertad.

Sin embargo, cuando habló con varios compañeros tras conocer las noticias de la matanza, todos coincidieron en que no les extrañaba.

“Nos pareció de que eso era algo de lo que,él era capaz porque nunca conectó con la escuela ni con la ciudad”, afirmó De Vivo a The New York Times.

Matt Baier, un alumno que se sentó junto a Lanza en clase de matemáticas en secundaria, afirmó al periódico que el chico no abrió la boca en todo el curso y que, echando un vistazo de reojo a sus notas, vio que eran muy altas.

Ryan, el hermano mayor de Adam terminó el bachillerato y se fue a una universidad de Connecticut, dejándolo solo con sus padres.

En 2008 los padres se divorciaron tras 17 años de casados. El padre, Peter Lanza, un ejecutivo de General Electric, se fue a vivir a Stamford, y allí se casó en 2011 con una bibliotecaria.

La madre, Nancy, se quedó en Newtown, donde vivía de manera holgada como profesora de la misma escuela donde se produjo la matanza. Aparentemente, vivía con su hijo Adam. “La madre lo protegía mucho”, afirmó a The New York Times una mujer llamada Gine Mcdade, vecina de la ciudad cuyo hijo estudió con Adam.

“Era una estupenda ama de casa. Para ella los hijos eran lo primero”.

Otra vecina, Beth Israel, afirmó que su hija era compañera de Lanza en el colegio.

“Era un chico socialmente extraño. Le encantaba la soledad. No sé cuales eran sus amigos”.

El padre fue interrogado por la policía, aunque se ha avanzado que aparentemente no tiene nada que ver con el tiroteo.

En cuanto al hermano, Ryan (24 años) reside en Hoboken (Nueva Jersey), y algunas imágenes de televisión le mostraban mientras agentes de la policía local se lo llevaban para interrogarle, aunque las autoridades también creen que no está implicado.

Fuentes: agencias, La Información y La Tercera


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