River chocó contra el orden de San Pablo y se terminó la ilusión
El visitante pegó de movida y complicó todo.
Se acabó la ilusión. River la tenía complicada y no pudo dar vuelta la historia ante la categoría de San Pablo, que se plantó como un grande y edificó un incuestionable 3-2 (5 a 2 en el global).
El conjunto «Millonario» dejó la piel en la cancha, pero se encontró con un rival superior, que se fue derechito a la final de la Copa Libertadores.
La sorpresa de los primeros minutos fue la disposición táctica del visitante, que se paró para pelearle el partido a River en su campo. Orden y precisión en el manejo del balón, fueron las características del juego de los brasileños, que lo llevaron a tener las posibilidades más claras para marcar.
El arquero Franco Costanzo tuvo que intervenir a los 9 para evitar la caída de su valla, por eso no extrañó que dos minutos más tarde Danilo, al anticipar un tiro de esquina, mandara con golpe de cabeza la pelota a la red.
El «Millonario» no acusó el golpe, no reaccionó y los pasajes siguientes fueron del San Pablo. Rogerio estrelló un tiro libre en el palo izquierdo de Costanzo y puso otra luz de alarma para el elenco argentino.
Pese a estar en ventaja, el once de Paulo Autuori nunca se retrasó y siguió con su vocación de protagonista. Los buenos trabajos de Junior y Josué, que le ganaron las espaldas a Lucho González y Mascherano, por el sector izquierdo, marcaron la diferencia en ese tramo.
A los 23, se produjo la primera jugada de riesgo para el San Pablo, a partir de un buen desborde de Marcelo Gallardo que González no supo definir de frente al arco.
Leo Astrada se jugó con el ingreso de Daniel Montenegro por Fede Domínguez, para tener más la pelota, porque Gallardo era absorbido por los defensores y en su equipo no había creación de juego.
Después de la media hora, River consiguió arrinconar a su rival. El «Tecla» Farías se quedó sin ángulo y no pudo definir ante el arquero, a los 32; pero tres minutos más tarde Marcelo Salas le puso un excelente pase, el goleador esta vez no perdonó y de «volea» estableció el empate.
Fueron los mejores momentos del local y apareció la media distancia del «Muñeco» Gallardo, que reventó el travesaño en una y obligó a una lucida intervención de Rogerio en otra. El parcial se terminó cuando River era amplio dominador.
Esa superioridad no continuó en el arranque del segundo tiempo. Otra vez San Pablo tuvo orden, se plantó bien y Junior volvió a complicar por la franja izquierda.
¿Qué paso? En una de sus tantas subidas, el volante
mandó un centro preciso que Marcio Amoroso envió al fondo de la red. Núñez enmudeció y el elenco de Leo Astrada quedó contra las cuerdas. Tenía media hora para hacer cuatro goles. Algo así como una misión imposible.
Todo se derrumbó a los 35 del complemento, cuando Fabao puso el 3-1. A esa altura, parte del público perdió la paciencia y el equipo sintió el impacto.
Con el gol de Salas, aparecieron los aplausos para el «Matador» y el apoyo para algunos jugadores como Mascherano y Gallardo, pero sólo eso.
River fue inferior, San Pablo le pegó en los momentos clave y se instaló en la definición del torneo más importante del continente. (AN)
Notas asociadas: Tristeza y piedras en un Monumental colmado Astrada, en su momento más difícil
Notas asociadas: Tristeza y piedras en un Monumental colmado Astrada, en su momento más difícil
Comentarios