Roca: así armamos MuHa, nuestra cooperativa textil de mujeres

Florencia Rodríguez, diseñadora de indumentaria, da testimonio de la filosofía del cooperativismo como clave para producir y vivir en época de pandemia. Qué es MuHa (Mujeres Hacedoras).

Por Florencia Rodríguez, diseñadora de indumentaria

IG @muha.cooperativa

La idea de conformar una cooperativa surge inicialmente en una reunión del Movimiento Territorial de Liberación, la organización social de la que algunas integrantes formamos parte. La idea que nos agrupa no es la de diseñar indumentaria sino la de producción textil, al menos inicialmente. Nos planteamos la post pandemia como una oportunidad de crear nuevas estructuras laborales. La necesidad de generar trabajo y la posibilidad de hacerlo a través de una cooperativa nos pareció la más justa, indicada y solidaria. Casi una lógica para los tiempos que vienen.
El rubro textil es el medio que nos une y nos vincula. Somos costureras, modistas, diseñadoras y emprendedoras relacionadas con la indumentaria y de ahí partimos.


Seis de las doce integrantes acercadas para la foto, en su salón de diseño y costura, lo suficientemente amplio para que la distancia social entre ellas les permita producir y convivir en total seguridad sanitaria. Foto «Río Negro»

La idea de armar una cooperativa no se limita solo a mujeres de la organización sino la de crear espacios de trabajo con personas que compartan la idea del cooperativismo y la solidaridad.
Durante esta cuarentena nos dimos cuenta muchos/as de lo importante de la solidaridad, la necesidad de tender una mano, de dar y recibir. El sistema de salud se convirtió en uno de los frentes más importantes en la lucha contra el Covid; la batalla que está llevando adelante hizo que saliera a luz los esfuerzos que realizan sus trabajadores y las necesidades que día a día van teniendo para poder seguir, al menos en términos materiales.


Nosotras, como ciudadanas, nos planteamos desde dónde podíamos aportar y vimos que nuestro oficio podría ayudar sustancialmente. Por iniciativa de una persona solidaria se realizó una colecta económica que permitió la compra de materiales para confeccionar 25 juegos de sábanas con sus zaleas y 50 camisolines. Para concretarlo conformamos una red de 12 costureras que desde nuestros hogares cortamos y cosimos para luego enviar lo producido al Hospital Francisco López Lima. Esta iniciativa nos vincula y hoy algunas conformamos la cooperativa.


La semana última ya presupuestaron un pedido de embargadura que las motivó de un modo más que positivo para ampliar proyectos de trabajo, estudio e investigación. Moldería, diseño, redes, negocios, presupuestos y principios del cooperativismo son los ejes de sus acciones. No todas son militantes políticas.


Las expectativas son altas. Siempre que uno inicia un proyecto lo hace desde el convencimiento de que va a funcionar. El hecho de todas tener habilidades en distintas áreas es fundamental y el estar dispuestas a aprender y contribuir en lo que sea necesario nos da una gran fortaleza. Es un desafío al que apostamos desde el equipo que conformamos hasta el producto que vamos a elaborar inicialmente.


El cooperativismo se entiende como una forma de trabajar colaborativamente, donde es importante el esfuerzo propio como la ayuda mutua. Partiendo de esa premisa y de haber tenido la experiencia de trabajar en un mismo proyecto con las mujeres del grupo de solidaridad nos planteamos esta manera como la mejor para reiniciar en la post pandemia.

La intención del trabajo cooperativo que hoy planteamos es que todas recibamos una justa retribución por nuestro trabajo. Siempre nos fue postergado a las mujeres el derecho al trabajo bien remunerado, en condiciones de igualdad.

Florencia Rodríguez, de MuHa (Mujeres Hacedoras)


Desde siempre el rubro textil se ha relacionado con el trabajo precarizado. Hoy, los talleres de confección en las grandes ciudades pagan a las costureras por coser barbijos $5 o camisolines $9. Nosotras también somos protagonistas fundamentales de la sociedad. Las condiciones para vivir de nuestro oficio casi siempre pasan por salvarse individualmente.

Por ello, contrariamente, la intención del trabajo cooperativo que hoy planteamos desde MuHa (Mujeres Hacedoras) es que todas recibamos una justa retribución por nuestro trabajo. Siempre nos fue postergado el derecho al trabajo bien remunerado, en condiciones de igualdad. Esto es lo que queremos cambiar desde ahora.


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