Roca en lo alto: con 19 años, proyectaron un edificio y se destacaron en las olimpíadas

Dos estudiantes del CET 33 ganaron el 4° puesto en las Olimpiadas Nacionales de Construcciones en Tecnópolis, entre 126 escuelas del país. El sueño de los chicos que posicionaron a Roca en las alturas.

Cuando la pasión es fuerte, no importa la edad, ni las distancias. No hay techo para crecer. Con ese ímpetu, Julián y Rocío, dos jóvenes estudiantes del CET 33 especialidad Maestro Mayor de Obras, viajaron a Buenos Aires y se trajeron a Roca un título debajo del brazo.

Con 19 años, lograron el cuarto puesto en las Olimpiadas Nacionales de Construcciones que se realizaron del 29/10 al 3/11 en Tecnópolis, organizadas por el Instituto Nacional de Educación Tecnológica (INET).

Julian Rubio y Rocío Piñeiro de 6to año, acompañados por la profesora Miriam Satollo; tuvieron el mérito de convencer al jurado con su proyecto de obra de un edificio multifamiliar que incluía SUM, pileta, quincho y gimnasio. Se destacaron entre 126 escuelas de todo el país que participaron del certamen. Lograron ese puesto junto a otros cuatro estudiantes de Santiago del Estero y La Plata (Buenos Aires) quienes formaban parte de su equipo de trabajo y a quienes conocieron recién en el evento.

La consigna era idear un proyecto (requerido por una empresa automotriz) que reuniera todas las incumbencias de un maestro mayor de obras: planta baja, cuatro pisos, azotea accesible y subsuelo. El desafío, además, era hacerlo adaptado para personas con discapacidades.

Pero el contratiempo no era solo la complejidad de la consigna y la magnitud del proyecto arquitectónico, sino que tenían sólo dos días (16 horas reloj) para elaborar el proyecto, sin poder consultar manuales y con estudiantes con formaciones académicas diferentes. Debían dibujar el plano en computadora y a mano; y luego exponerlo en 20 minutos ante los jueces.

La premiación en Tecnópolis. (Foto: gentileza)

Los chicos, quienes hicieron toda la secundaria en el CET 1 hasta que se mudaron al gigante de Quinta 25, tuvieron que pasar primero la instancia local donde ganaron entre cuatro grupos de Roca y de ahí se fueron a la Capital Federal.

“Pedían los planos de todas las plantas, los cortes, las fachadas, toda la documentación del edificio, la parte estructural, instalaciones sanitarias, de agua fría y de agua caliente”, dijo Rocío a Río Negro. “Teníamos que dividirnos las tareas y ver en que se destacaba cada uno para hacerlo más rápido”, agregó la joven.

Es muy bueno que siendo una escuela con un año de trayectoria ya tenga experiencias en estos ámbitos”

 Julián Rubio, estudiante CET 33

“Era un trabajo importante (…) Tenían que ensamblar lo que ellos sabían, con lo que sabían sus compañeros y lograr los mejores resultados”, comentó la arquitecta y profesora que los representó en la instancia local, Miriam Satollo.

Llegó el momento de la premiación y no se lo esperaban. “Estábamos temblando. Con el solo hecho de estar ahí, estábamos re contentos. Cuando dijeron nuestros nombres nos olvidamos de todo. Subimos al escenario”, relataron entre los dos, rememorando lo que fue un domingo inolvidable.

“No importa el lugar en el que resulten, sino los logros que obtienen y eso es super importante”, comentó la profesora. “Ellos se exigen y son muy perfeccionistas. Lo que aprendieron y lo que pudieron crecer en esa experiencia es super relevante”, destacó la mujer quien los tiene como alumnos desde sus primeros pasos en la técnica.

Tengo expectativas en el futuro. Me voy a esforzar para eso. Quiero ejercer y devolver a la escuela lo que me dio”

 Rocío Piñeiro, estudiante CET 33

La comunidad educativa del CET 33 vivió con inmensa alegría el logro, su primer gran logro nacional con tan sólo nueve meses de trayectoria, ya que fue inaugurada en marzo de este año en el inicio del ciclo lectivo 2019.

Además, de Río Negro participaron estudiantes de Cipolletti, y de otras orientaciones como electromecánica y programación, y de Fernández Oro.

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Un alto nivel académico

Hace cinco años que estudiantes de Roca viajan a las Olimpiadas de Construcción desde el CET 1 con buenos resultados.

“En el primer año no nos fue bien para nada y después en los cuatro años siguientes fuimos teniendo resultados palpables más allá de la experiencia. La formación que tienen los chicos es buena”, balanceó Satollo. “Pudimos verificar que, en general, a nivel académico, acá tenemos un muy buen nivel (…) esto se ve cuando se encuentran con gente de otros lugares”, concluyó.

Julián y Rocío en acción, ideando el proyecto. (Foto: Gentileza)

Los veo crecer y fortalecerse, no tiene precio. Estudiar y formarse es el único camino, es el legado que puedo darles”

 Miriam Satollo, arquitecta y profesora CET 33

El sueño de ser arquitectos


Este premio se corresponde con un anhelo. Una vocación. La pasión de Rocío nació a sus diez años cuando encontró en su prima un ejemplo a seguir. “Mi prima se recibió de maestra mayor de obras. Yo la veía dibujar en el tablero, me sentaba al lado y la acompañaba horas y horas. Por ella estoy acá”, contó la joven quien aseguró que estudiará la carrera de Arquitectura en la Universidad de Río Negro.

Julián, en su caso, no lo supo desde el principio, pero los caminos de la vida lo llevaron a enamorarse de la construcción. “Quiero seguir estudiando arquitectura. Quiero dedicarme a construir casas”, lanzó el muchacho. “No sabía bien que era y lo que me daba el título, pero fui avanzando y ahora solo me quiero abocar a esto, me gusta muchísimo”, concluyó.

Dato

16 horas
en total tenían los estudiantes para elaborar el proyecto de un edificio para viviendas familiares.



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