¿Los suelos salino-sódicos se pueden recuperar y a qué precio? Estrategias para sumar superficie productiva en la Norpatagonia

INTA Alto Valle, Centro Pyme ADENEU, YPF Agro y Palo Verde llevan adelante un proyecto para la recuperación de suelos salinos-sódicos en una parcela demostrativa de 5 hectáreas en Alto Valle. Frente a la iniciativa surgen varios interrogantes: ¿estos suelos se recuperan 100%?, ¿cuál es el costo?, ¿cuáles son los pasos a seguir para un tratamiento efectivo?, ¿hay mucha superficie afectada por esta situación? Profesionales responden.

Parcela demostrativa con cebada y vicia ya avanzada, noviembre- diciembre.

A pesar de las grandes extensiones de suelo disponible en la Patagonia, hay mucha superficie que no cuenta con las condiciones ideales para la producción de pasturas. Los suelos con mucha concentración de sal o de iones de sodio suelen ser no aptos para los cultivos, aunque hay alternativas que permiten remediar estos inconvenientes e incluso recuperar casi totalmente la capacidad del terreno para el cultivo.

Para trabajar sobre esta problemática, el pasado 11 de diciembre el INTA Alto Valle realizó una capacitación técnica sobre prácticas y estrategias para la recuperación de suelos salino-sódicos destinados a la producción forrajera.

Río Negro Rural conversó con profesionales del INTA para conocer un poco más sobre este tipo de suelos y la posibilidad de recuperación que ofrecen luego de ser tratados. A continuación, los principales temas tratados:

P: ¿Cuál fue el objetivo de la jornada técnica?
R: Através de la jornada realizada la semana pasada mostramos los avances de un proyecto en común entre INTA Alto Valle, Centro Pyme ADENEU, YPF Agro y Palo Verde. Se trata de un proceso de recuperación de suelos salinos-sódicos en una parcela de 5 hectáreas ubicada en la chacra de la Estación Experimental de INTA sobre Ruta 22 para la implantación de distintas variedades de alfalfa que se evaluarán agronómicamente.

Jornada de recuperación de suelos salino-sódicos en parcela demostrativa en Alto Valle.


P: ¿Cuál es la incidencia de este tipo de suelos en la superficie disponible para cultivo en el Alto Valle?
R: Hoy la superficie potencial factible de salinización en el Alto Valle es del 80% de los suelos, si dejasen de ser utilizados productivamente bajo riego. La incidencia de este problema no está actualmente bien dimensionada, aunque existe un proyecto que INTA Alto Valle está iniciando.

P: ¿Cómo surge este tipo de suelos?
R: La salinidad de estos suelos tiene un origen primario que se remonta a su formación, al tipo de roca que les da origen y al clima árido que no permite el lavado de dichas sales. Y otro factor muy importante de origen secundario es la salinización vía acuífero freático debido a su fluctuación dentro de la profundidad del suelo agrícola que disuelve las sales y las acerca a la superficie.

«Hoy la superficie potencial factible de salinización en el Alto Valle es del 80% de los suelos, si dejasen de ser utilizados productivamente bajo riego».

P: ¿Por qué es necesario tratarlos antes de ponerlos en producción?
R: Existen condiciones graduales de salinidad y sodicidad que para distintos cultivos dificultan o hacen inviable su crecimiento y desarrollo. Las sales disminuyen la absorción de agua y nutrientes, generando mermas en el rendimiento hasta hacerse inviable económicamente. Además, la presencia de sodio crea pérdida de estructura en el suelo, produciendo una merma del ingreso del agua al perfil, menor aireación, mayor escurrimiento y con ello el empeoramiento de las condiciones para los cultivos y la flora y fauna del suelo.

Roberto Gómez, de INTA Alto Valle (al centro) en jornada de preparación.


P: ¿Qué puede ocurrir si se siembra directamente sobre un suelo de este tipo?
R: Si se siembra sobre un suelo salino y/o sódico lo más probable es que no logren germinar las semillas o, si lo hacen, mueran por falta de agua o por toxicidad.

P: ¿Cuál es el porcentaje de recuperación de este tipo de suelos luego de su tratamiento?
R: Si se realizan las tareas con diseño agronómico estos suelos se recuperan completamente. Siempre será necesario evaluar los costos de las acciones a desarrollar.


Costo promedio de recuperación de suelos salino-sódicos

Aclaración: Se tomó el combustible a $1.460 y el dólar a $1.475



P: ¿Qué pasos hay que seguir para diagnosticar y tratar el suelo?
R: En primer lugar, se debe iniciar un diagnóstico visual y luego un diagnóstico analítico de laboratorio, que permita obtener valores de salinidad de suelos y del agua a utilizar para los lavados (canales o perforación), determinación de la cantidad de enmienda (la más habitual es el yeso agrícola) en caso de presencia de sodio, determinación de la cantidad de agua a utilizar, evaluación de las condiciones de drenaje. Luego se realiza la evaluación agronómica del proceso de lavado para dimensionar las labranzas necesarias (cantidad de pasadas de subsolado, rastreadas); lavado propiamente dicho y monitoreo de la evolución de la recuperación. Los costos dependerán del grado de salinización y de la presencia de sodio para el cual es necesario aplicar la enmienda.

Parcela demostrativa con cebada y vicia.


P: ¿Qué tareas se realizaron en la parcela demostrativa?
R: Para el caso de la parcela de INTA se contempló un plan de trabajo con distintas labores y la incorporación de una enmienda de yeso y agua tanto del sistema de riego como subterránea para el lavado de las sales. Previamente se realizaron muestreos de suelo en distintos puntos de las 5 hectáreas para un correcto diagnóstico. Las labores mecánicas utilizadas se orientaron a mejorar el drenaje de la parcela mediante limpieza de los mismos, y labores profundas para facilitar que el agua de riego haga más efectivo el intercambio del yeso con las sales y el lavado. De la misma manera, se readecuaron obras de infraestructura como canales y puente canal. Por otro lado, se realizaron labores mecánicas para la preparación de la cama de raíces y la cama de siembra, con cebada y vicia en primer lugar.

P: ¿Una vez recuperado el suelo es necesario un manejo especial con el paso de los años?
R: Obtenidas las condiciones del suelo que coincidan con los requerimientos del cultivo seleccionado, se deben mantener criterios productivos conservacionistas con el mismo, monitoreando de manera bianual a través de análisis de laboratorio.

P: ¿Qué características tiene que tener un suelo ideal para la producción de forrajes?
R: Un suelo preparado para forrajes y pasturas debe tener un pH cercano a la neutralidad, aunque existen variedades según distintas especies que toleran mayores valores de pH y salinidad. Buena estructura, que implica una adecuada infiltración, cierto nivel de materia orgánica, sin compactación subsuperficial, niveles aptos de fósforo.

* Participaron en la nota Rosa Holzmann, Vicente Buda, Roberto Gómez y Gabriel Podgornik – INTA Alto Valle.


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