Sandra Russo se enoja porque se supo que pagó u$s 50.000 en secuestro virtual

POLICIALES

En las últimas horas trascendió que fue durante la madrugada del jueves, la periodista Sandra Russo recibió un llamado de un hombre que le dijo que tenía cautiva a su hija y que, si no pagaba el rescate, la terminaría matando. Ella intentó comunicarse con su hija, pero no lo consiguió y cayó en el engaño.

Si bien no está claro cuánto llegaron a pedir los falsos secuestradores, la periodista arregló el pago de 50 mil dólares. “Contó que, de fondo, se escuchaban los gritos de una chica diciendo que la iban a matar”, contó un allegado a la periodista K.

Al momento del llamado, la hija de Russo se encontraba en la casa de su novio. “La periodista llamó, pero la chica no la atendió. Al parecer, la joven estaba durmiendo”, agregaron fuentes cercanas.

Terminó acordando el pago en un locutorio: juntó el dinero y lo llevó hasta el comercio. Horas más tarde, logró comunicarse con su hija y se dio cuenta que todo había sido un engaño.

Luego, se presentó en la comisaría N° 23, ubicada en Gurruchaga y Santa Fe, Palermo, donde realizó la denuncia correspondiente. Aún no hay detenidos por el caso.

Una vez que se difundió este este caso, Russo criticó el manejo informativo de los medios de comunicación.

“La difusión de esto me revictimiza, me parece una imprudencia”, señaló en Radio del Plata.

“Yo entregué 50 mil dólares que eran de la sucesión del papá de mi hija que falleció. Era el dinero de ella. En ese momento uno quiere entregar lo que tiene, lo que no tiene. Entrás en un grado de terror y de anestesia de la inteligencia.”, relató Russo.

“Quería dejarlo en reserva, le pedí expresamente a la gente de la comisaría 23 que lo mantuviera en reserva”, aseguró la panelista del programa 6, 7, 8.

En ese sentido, dijo sentirse traicionada por “la justicia o por la policía”. “Fuentes policiales o judiciales pasaron la información. Me parece un grado de irresponsabilidad enorme”, insistió.

“Yo quería mantener la reserva porque son llamados al voleo y el chorro no sabía que era yo”, señaló. “La reserva es una protección. No me causa ninguna gracia que esa gente que robó ese dinero sepa a quién se lo robó”, dijo Russo.

“Tengo que pedir otra cosa de la justicia y de la policía. No del periodismo, porque sabemos que del periodismo que estamos hablando es una bosta”, sostuvo la periodista.

Por otra parte dijo que no entró a leer los comentarios en las notas publicadas en los medios web. “Yo sé a qué especulaciones y vómitos de odio exponen esas publicaciones, por eso elegí preservarme, ni se los conté a mis compañeros”, contó.

Agencias