Se fugó uno de los condenados por el crimen de Matías Sepúlveda

Uno de los cinco condenados a perpetua por el crimen de Matías Sepúlveda se fugó ayer del penal de Pomona. Se trata de José Luis Pérez, que ya se había escapado de otra cárcel. El juez de Ejecución Penal Lucas Lizzi envió reiterados oficios al Servicio Penitenciario Provincial para que fuera trasladado a una cárcel de máxima seguridad ya que “sabía del riesgo que implicaba que Pérez estuviera detenido en un penal de régimen abierto”.

El plan de fuga fue sencillo. Constó en tomar la decisión e irse. Pérez había logrado ser trasladado a Pomona y fuentes judiciales sostiene que “lo habría hecho para poder fugarse de ahí”. Lo que ocurre es que ese penal es de mínima seguridad y cuenta con un régimen abierto. Hacía cinco meses que se encontraba alojado ahí. Había sido trasladado porque contaba con buenas calificaciones.

El juez Lizzi había solicitado que fuera trasladado a un penal de máxima seguridad, pero la única respuesta que consiguió es que es el Servicio Penitenciario Provincial es el que define dónde son alojados.

Pérez fue condenado junto a Héctor Fabián Núñez, Rubén Ángel Núñez, Roberto Gutiérrez, Miguel Núñez por la Cámara Primera a prisión perpetua por un homicidio cometido mediante el empleo de un arma de fuego y con el concurso premeditado de dos o más personas.

A Matías Sepúlveda (20) lo mataron el 14 de octubre de 2010. Los cinco condenados fueron hasta su departamento, desde un geriátrico lindero, y lo balearon y golpearon, con el argumento de que les molestaban los ladridos de su perro.

Los acusados trabajaban en el geriátrico Sagrado Corazón de Jesús, de Dante Alighieri y Ecuador, al lado de la vivienda de la víctima.

La familia indignada

El abogado que representa a la familia Sepúlveda, Marcelo Hertzriken Velasco, señaló que ayer presentaron un escrito en el juzgado para que se investigue al director del penal y cómo logró fugarse el interno. “Está claro que se trató de un acto de corrupción porque en la provincia no hay un solo preso condenado a perpetua que a tres años de comenzar a cumplir su condena sea trasladado a un penal de mínima seguridad, como pasó con Pérez”, indicó Velasco.