Siete de cada diez mujeres de la región tuvo una sobrecarga en las tareas de cuidado en pandemia

El relevamiento abarca la Confluencia, con foco en Neuquén capital. El 42% dedica más de cuatro horas diarias y el 56% directamente no comparte la carga con otras personas.

El 42% de las mujeres de la región dedica más de cuatro horas diarias a las tareas de cuidado cotidianas -tener la ropa lavada, gestionar y resolver la comida, si hay hijos o hijas en edad escolar ocuparse de que se conecten a su clase o que concurran si es presencial- lo que equivale a la mitad de una jornada laboral rentada, que por ley en Argentina, es de ocho horas diarias o 48 semanales. La diferencia es que este es un trabajo que permite la reproducción de la vida por el que nadie paga. Para el 75% la emergencia sanitaria, con restricciones de circulación y virtualización de la educación, lejos de redistribuir las cargas implicó una saturación aún mayor.

Verónica Trpin y Romina Schroeder publicaron el informe “Mujeres en el contexto de la pandemia por covid-19 en el norte de la Patagonia” (IPEHCS-Conicet/UNC) , que analiza los resultados de una encuesta realizada entre el 3 y 31 de mayo. La participación fue abierta, anónima y voluntaria, a través de un formulario disponible online. Respondieron 1621 personas, en su mayoría de la región metropolitana Confluencia: Neuquén capital (el segmento más importante, con el 46,51%), Cipolletti, Plottier, General Roca, Centenario, Fernández Oro, Villa Regina, Allen, Cinco Saltos, entre las principales.

El trabajo es parte de los proyectos de investigación “Desigualdades e impacto socioeconómico del covid-19 en Neuquén” y “La reproducción de la desigualdad en la Patagonia Norte. Una mirada multidimensional”.

Las investigadoras aclararon que quienes respondieron pertenecen a un universo de mujeres caracterizado por tener acceso a internet y por el uso de tecnologías de la comunicación e información que permiten la conexión, a través de las redes sociales. Este sesgo se advierte en las respuestas: el 65% son mujeres adultas que tiene entre 35 y 64 años, el 63% trabaja en relación de dependencia en la actividad pública, y el 65% presenta estudios universitarios completos.

Esta estabilidad laboral, por el sector al que pertenecen, garantizó el sostenimiento económico durante las medidas de aislamiento.

De todas formas la encuesta señaló que hubo un 12% que debió salir a generar nuevos ingresos: gastronomía (elaboración de viandas, panes y repostería), indumentaria (confección de barbijos, venta de ropa por catálogo y redes sociales), cosméticos y regalería (venta de artículos por catálogo y online), capacitaciones, trabajos freelance, cursos online y apoyo escolar, trabajo doméstico de limpieza y de cuidado, fletes (transporte de encomiendas, delivery) y cuidado personal (manicuría, masajes, personal training).

Cerca del 13% del total de formularios recibidos correspondieron a descendientes de población originaria, con preponderancia del Pueblo Mapuche. La encuesta reveló que el 10% eran personas de la comunidad LGTTBIQ+, a quienes también estaba dirigida la recolección de datos. El 2% fueron migrantes y el 3% eran mujeres con discapacidad.

Otro dato central fue que la encuesta marcó que el 23% de las mujeres se desplaza hacia la ciudad de Neuquén por motivos de su actividad, y el 21% utiliza transporte público de pasajeros. El relevamiento incluyó las experiencias vinculadas a violencia por razones de género (ver aparte).

El aula en casa, una ocupación adicional durante la cuarentena que recayó en las mujeres. Foto Florencia Salto.


Las investigadoras sostuvieron que la “contundencia de los datos expresa la feminización de la gestión de la economía de los cuidados: una de cada dos mujeres dedican su tiempo en forma exclusiva a la reproducción de la dinámica doméstica y de cuidados.” Esto resiente posibilidades de inserción el mercado laboral formal (posteriormente afectará la jubilación) y también de ocio y recreativas. El 56% dijo que no comparte estas tareas con otras personas. El 5% de las encuestadas afirmó que cuenta con la posibilidad de distribuirlas con su pareja, un porcentaje absolutamente marginal, y el 35% con otros u otras integrantes de la familia. Solo el 2% contrata personal y el 1% recae en abuelos, abuelas e hijos e hijas.

Entre las tareas que involucraron una sobrecarga en pandemia fueron mencionadas: la ayuda y el acompañamiento de las tareas escolares, la limpieza y desinfección, la preparación de las comidas y el incremento de la carga laboral.

El 33% de las encuestadas no tienen personas a su cargo, por lo que 7 de cada 10 han asumido responsabilidades en el cuidado de otros u otras en pandemia. Para Trpin hay un solapamiento de espacios, en tanto la casa concentró (y concentra) todas las actividades, y de consumo de horas, que incluye los tiempos de espera que “también son tiempos feminizados: es esperar en el supermercado, esperar en la farmacia para aprovisionar de medicamentos a adultos mayores.”



Uno de los bloques de preguntas del relevamiento apuntaba a conocer las experiencias de las encuestadas vinculadas a hechos de violencia por razones de género. El 89% respondió que percibió un incremento de las situaciones en la pandemia.

Esta apreciación tiene un correlato con la realidad: un total de 8.260 mujeres solicitaron asistencia en la provincia de Neuquén, durante 2020, según el último informe del observatorio de violencia. La principal demanda se concentró en la Línea 148.

Solo en 2021 hubo cuatro femicidios en Neuquén: María José Villalón Escudero, Guadalupe Curual, Cristina Ancatén y Agostina Gisfman. Foto Florencia Salto.

Desde marzo de 2020, cuando se decretó el aislamiento obligatorio, hasta agosto de 2021 se cometieron en la provincia seis femicidios, que son la forma más extrema de ejercicio de la violencia machista.

Al consultar sobre los lugares en los cuales las mujeres han experimentado acoso y violencia durante su vida, el 52% de las encuestadas expresó haberlo sufrido en la vía pública: parques, paseos lineales (cercanos a los ríos, paralelos a las rutas), calles, paradas de colectivo, espacios de bicisendas y ciclovías. El 23% destacó el ámbito privado, tanto en el hogar como en las relaciones de pareja. El espacio laboral también fue identificado en un 21%. Las autoras del informe señalaron que “constituye un llamado de atención dado que un porcentaje importante de las mujeres que dieron respuesta a la encuesta mujeres en pandemia prestan sus tareas en el sector público.”

En menor medida se mencionó internet (ciberviolencia, 2%), particularmente en redes sociales; ámbitos educativos (1%), en algunos casos, vinculados con espacios deportivos, culturales y de ocio (1%).


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