Sigue la búsqueda en Regina de la mamá de Sofía: los rastros llegan hasta el río

Desde el domingo la justicia no tiene novedades sobre el paradero de Janet Neira, madre de la pequeña Sofía de tres años que falleció en febrero a raíz de un abuso sexual y golpes. La mujer logró fugarse tras cortar con un cuchillo la tobillera electrónica con la que monitoreaban su prisión domiciliaria en una chacra de Chichinales.

A pesar de los rastrillajes que se realizan en distintos lugares y del alerta para evitar su escape hacia Chile, hasta el momento no se ha podido dar con ella.

La mujer dispuso de varios minutos para burlar la llegada de los uniformados, ya que según se pudo saber, alrededor de las 18:30 el centro de monitoreo de las tobilleras electrónicas situado en Viedma, tuvo el alerta por el corte de la malla del equipo.

Minutos más tarde el personal de la Comisaría 40 de Chichinales recibió la comunicación para llegar hasta el domicilio en una chacra en inmediaciones del barrio Villa del Parque, a unos cinco kilómetros hacia el oeste de la planta urbana de esta localidad.

La mujer utilizó un cuchillo para cortar la malla de caucho que tiene en su interior una serie de filamentos metálicos que permiten alertar sobre fallas de funcionamiento del sistema de monitoreo y evitar acciones como las que llevó adelante.

La división canes de la policía realizó un seguimiento de rastros, que marcan el recorrido de Janet Neira hacia la costa del río Negro a unos cuatro kilómetros al sur del barrio Villa del Parque. Allí los rastros se pierden.

En tanto desde el domingo se están realizando controles vehiculares y rastrillajes en diferentes sectores para dar con la mujer, sin que hasta el momento se pudiera determinar su paradero.

Días atrás, Janet Neira había recibido el beneficio de la prisión preventiva domiciliaria por la muerte de la pequeña Sofía de tres años, que como se recordará, ocurrió el 4 de febrero tras una intervención de urgencia por una peritonitis aguda que sufría la pequeña.

Las dudas que envolvían la situación en la que llegó la niña desde el hospital de Lamarque hasta el Sanatorio Juan XXIII de Roca donde se realizó la intervención, hizo que la justicia inicie una investigación que determinó que la chiquita era víctima constante de golpes y que había sido abusada sexualmente.

Por el hecho permanece detenido con prisión preventiva Marcos González, pareja de Janet Neira, como principal imputado por los golpes y el abuso sexual contra la pequeña, mientras que la mujer también tenía prisión preventiva pero domiciliaria por ser partícipe necesaria en los mismos delitos.


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