65 años del tsunami que azotó el lago Nahuel Huapi en Bariloche, tras el terremoto en Valdivia

Fue el 22 de mayo de 1960, a las 15. Valdivia registraba el terremoto más intenso en la historia del mundo, a partir de los sismógrafos. El fenómeno llegó hasta Bariloche.

Aquel 22 de mayo de 1960, a las 15, se producía en Valdivia, Chile, el terremoto más intenso registrado a partir de los sismógrafos en la historia del mundo. Fue de 9,5 grados de magnitud. Pocos minutos después, este fenómeno generó un tsunami en el lago Nahuel Huapi que arrasaba con el muelle del Puerto San Carlos, a pocos metros del Centro Cívico de Bariloche, y dos hombres murieron.

La ciudad cordillerana tenía una población de 15.995 habitantes, según datos del Censo Nacional de 1960. Algunos pobladores remarcaron que la ola devastadora fue de «20 metros» aunque los especialistas no creen que haya superado los 2, una altura que, de todos modos, es significativa.

«Las ondas sísmicas llegaron a Bariloche, se sintió muy fuerte. Incluso se registraron daños en algunas estructuras. Consulté a personas mayores que, en ese momento eran niños y recordaban la Mitre ‘como ondulada’. Es algo típico de los sismos importantes», señaló el geólogo y limnólogo Gustavo Villarosa, investigador principal del Instituto Andino Patagónico de Tecnologías Biológicas y Geoambientales (Ipatec) y profesor asociado de la Universidad Nacional del Comahue.

Modesta Victoria, Lancha Cruz del Sur y restos del muelle de Bariloche, después del lagomoto. Foto: gentileza Colección Marful en Archivo Visual Patagónico

Cuando se produjo el lagomoto, se hundieron embarcaciones y la ola se «tragó» el muelle por completo. En un primer momento, la gente no entendía qué pasaba. Recién se supo a ciencia cierta qué había ocurrido muchas décadas después.

«La gente se percató que el fenómeno tenía que ver con el terremoto. Cuando se agita la tierra, el agua se mueve y genera olas ‘seiches’. Circulaba esa explicación. Luego, supimos que fue, en verdad, un tsunami lacustre«, comentó Villarosa y recordó que 40 horas después, se produjo la erupción del volcán Cordón Caulle. El hecho también estuvo vinculado con el sismo.

Modesta Victoria, Lancha Cruz del Sur y restos del muelle de Bariloche, después del lagomoto. Foto: gentileza Colección Luelmo en Archivo Visual Patagónico

¿Cuánto tiempo pasó entre el terremoto en Chile y el lagomoto en Bariloche? Es difícil saberlo. El investigador del Conicet recalcó que «si bien el tsunami fue casi inmediato, es difícil saberlo con exactitud. Deben haber sido unos minutos. Incluso hay una foto en Puerto Pañuelo (a 24 kilómetros de Bariloche), muy lejos del Puerto San Carlos, en la que se puede ver que las embarcaciones quedaron en tierra».

De qué manera se supo qué había ocurrido

Allá por 2006, el gobierno de Río Negro le pidió a la Universidad del Comahue que llevara adelante un estudio ambiental por el Centro de Congresos y Convenciones ya que el foco estaba puesto en el Puerto San Carlos. «Nos pidieron un estudio geológico y los advertimos que, en ese lugar, se había registrado un evento destructivo y lo cierto es que no se entendía bien qué había pasado«, recordó Villarosa.

Con ese financiamiento de la provincia se llevó a cabo el estudio, pero además un porcentaje se usó para traer al país a un investigador francés que trabajaba con lagos y sedimentos en Europa y a otro, Eduardo Gómez, del Instituto Argentino de Oceanografía, a fin de conformar un equipo de trabajo.

Modesta Victoria, Lancha Cruz del Sur y restos del muelle de Bariloche, después del lagomoto. Foto: gentileza Colección Luelmo en Archivo Visual Patagónico.

Con unos equipos bastante sofisticados del Instituto Argentino de Oceanografía de Bahía Blanca, dependiente del Conicet y la Universidad Nacional del Sur, se hicieron «batimetrías» para investigar la zona del puerto. «Es como una topografía del fondo lacustre. Te da un relieve tridimensional del fondo con mucho detalle. Con esa información empezás a reconocer las formas de los lechos lacustres cuando se producen deslizamientos subacuáticos», recalcó Villarosa.

Definió a la geología como una especie de «ciencia forense» ya que trabaja a partir de la reconstrucción de fenómenos a partir de ciertos indicios que quedan de algún proceso del pasado.

¿Qué permitió descubrir la investigación en 2006? El sismo produjo un deslizamiento del fondo lacustre, como podría suceder en la ladera de una montaña cuando cae. «Los sedimentos a donde estaba asentado el puerto se deslizó hacia abajo. Por eso, el puerto se derrumbó. Es cierto que se produjo una ola de tsunami, pero se produjo ante el deslizamiento de los sedimentos. No fue la ola puntualmente la que destruyó el puerto», señaló.

Modesta Victoria, Lancha Cruz del Sur y restos del muelle de Bariloche después del lagomoto. Foto: gentileza Colección Luelmo en Archivo Visual Patagónico.

Villarosa dijo que se analizaron muchas fotos de esa tarde, antes y después de la gran ola. «Hay indicios de la altura que pudo haber alcanzado. Pero no superó los dos metros. No es poco. Imaginate el susto», acotó. Y aclaró que «de todos modos, no alcanzó para destruir el muelle. Lo que sucedió es que se deslizó una enorme masa de sedimentos a más de 60 metros de profundidad y casi inmediatamente, se empezaron a deslizar sedimentos que están arriba».

Los resultados del estudio fueron publicados en 2009 por la Asociación Geológica Argentina.

Villarosa destacó cómo «un pedido de la Secretaría de Turismo de Río Negro motivó una investigación sobre riesgo geológico«. «Ante una consulta práctica se generan líneas de trabajo, se genera conocimiento científico y se forman equipos que brinda información útil», dijo.

Resaltó que «a partir de entender el fenómeno en la región, mucha gente se formó en la materia y hoy se entiende qué es lo que pasa en la región. Recibimos muchas consultas de Parques Nacionales y de hecho, se terminó encontrando un naufragio», en relación al hallazgo de una embarcación hundida en Bariloche hace más de 100 años, gracias a la asistencia científica tecnológica de un equipo del Conicet.

Este equipo detectó que hay lagos patagónicos identificados que son susceptibles a este tipo de fenómenos. En el Lago Huechulaufquen, por ejemplo, un muelle no llegó a inaugurarse porque se fue para abajo del agua. «Hubo un deslizamiento del frente de un delta. También lo vimos en lago Lacar y Espejo. Es un fenómeno que se repite«, añadió.


Aquel 22 de mayo de 1960, a las 15, se producía en Valdivia, Chile, el terremoto más intenso registrado a partir de los sismógrafos en la historia del mundo. Fue de 9,5 grados de magnitud. Pocos minutos después, este fenómeno generó un tsunami en el lago Nahuel Huapi que arrasaba con el muelle del Puerto San Carlos, a pocos metros del Centro Cívico de Bariloche, y dos hombres murieron.

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