Alison, la mujer que denuncia mala praxis en Neuquén, recupera fuerzas para pedir justicia: «Quiero ser la última»
Alison Calfunao se recupera y más firme que nunca, aseguró que no va a para hasta lograr justicia. Su caso generó gran repercusión y se convirtió en la voz de muchas familias neuquinas que también denuncian haber sufrido "mala praxis" en la provincia.
Alison Calfunao, la mujer que denunció mala praxis en Neuquén, está recuperando fuerzas y buscando justicia. Su caso generó gran repercusión en la provincia. Ella entró a una clínica para una «cirugía de rutina» de ligadura de trompas y terminó con graves complicaciones que la llevaron a necesitar un trasplante de corazón y la amputación de una pierna. Mientras realiza su rehabilitación, Alison acudió a sus redes para recordar su historia y asegurar que va a ser de todo para que nadie más pase por lo mismo.
Alison está enfocada en su recuperación física y psicológica, pero sigue de cerca el avance de la causa judicial sobre su caso en Neuquén. Su abogado, Mariano Mansilla, ha señalado al anestesista como el principal sospechoso, mientras la familia de Alison denuncia que la clínica San Lucas y los profesionales no han brindado respuestas claras ni disculpas.
Mientras la investigación avanza, la mujer acudió a su cuenta en Facebook para recordar su caso y contar en primera persona su historia. En un extenso escrito acompañado de fotos donde se la ve mucho más fuerte, Alison resaltó que su intención es que no vuelva a ocurrir una tragedia similar.
El descargo de Alison y el grito de justicia: «Quiero ser la última»
«Mi historia, mi verdad», comienza escribiendo Alison. Luego recordó cómo comenzó todo aquel 8 de junio donde ingresó a la clínica San Lucas para realizarse una cirugía de trompas, «un procedimiento en el que confiaba sería sencillo».
«Lo que debía ser un día de cuidado para mi salud terminó en una pesadilla: sufrí dentro de ese quirófano dos paros cardíacos en el cual después de eso fui atendida en otra clínica ya que ese lugar horrible no cuenta con terapia intensiva, estuve conectada, mi corazón dejó de latir y de darme vida a raíz de eso me agarro una trombosis en la que perdí mi pierna derecha un 15/06», relató y agregó: «Dos días después tuve que recibir un trasplante de corazón para poder seguir viviendo que gracias a Dios y a ese Ángel que me lo donó hoy estoy viva».
Alison agradece estar viva pero sostuvo que padece las «secuelas físicas y emocionales» de lo que considera e insiste, fue «mala praxis»
«Estuve en estado de delirio por mucho tiempo ya que por día tomaba entre 45 pastillas y jarabes que me administraban por las secuelas que me había dejado al ser entubada ( tuve pérdidas dentales y herpes hasta la garganta ). Verme conectada, pinchada con hematomas, cánulas, alimentada por sonda y demás procedimiento era sufrir todos los días, estuve dos semanas sin poder dormir por miedo a no despertar nunca más», contó.
La situación empeoró para Alison cuando comenzó a ser más consciente: «Más lucida caí que me faltaba mi pierna, me agarraban ataques de pánico, me pegaba, lloraba y sufría al verme». «Hoy estoy aprendiendo aceptarme como estoy, tengo cicatrices en todo mi cuerpo, ya no soy la misma mujer que entró», agregó.

Su vida actual se basa en estar en una clínica de rehabilitación, entre kinesiología y terapia, además de los controles médicos por su nuevo corazón: «Hoy mi descargo es para que vean como quedé físicamente y todo lo que paso día a día por desafortunadamente caer en manos de dos o más inoperantes que solo quieren facturar porque la vida de los demás no les importa».
Luego reiteró su pedido de justicia, por ella y «por otras más chicas que sufrieron dentro de esa clínica, QUIERO SER LA ÚLTIMA que no pase nunca más, que se les quite la matrícula que no sigan matando más personas».
«Hoy dependo de medicación y cuidados de por vida, pero hoy que estoy viva voy hacer lo posible por mi JUSTICIA penal y social. Yo era una mujer sana, me gustaba bailar, salir a pasear con mis hijos en auto, usar vestidos y demás… nunca tuve problemas de salud. Hoy soy apodada MAMA ROBOT, ya que mis hijos saben la prótesis que voy a recibir, gracias a Dios estoy acompañada de 3 hombres que no dejan que decaiga en ningún momento, como dije en una nota de acá salimos caminando los 4 juntos», finalizó su publicación.
Alison Calfunao, la mujer que denunció mala praxis en Neuquén, está recuperando fuerzas y buscando justicia. Su caso generó gran repercusión en la provincia. Ella entró a una clínica para una "cirugía de rutina" de ligadura de trompas y terminó con graves complicaciones que la llevaron a necesitar un trasplante de corazón y la amputación de una pierna. Mientras realiza su rehabilitación, Alison acudió a sus redes para recordar su historia y asegurar que va a ser de todo para que nadie más pase por lo mismo.
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