Aniversario de Cipolletti: puesta en valor de edificios históricos

El Diente de Oro abrió sus puertas en la década del ´30 en la esquina de Fernández Oro y Villegas frente a la estación del ferrocarril. Los dueños eran los hermanos León y Moisés Schuvaks, quienes llegaron a Cipolletti escapando de la crisis de la primera guerra mundial.

“En la tienda se podía comprar ropa, muebles, accesorios y artículos del hogar, y cuentan los vecinos que lo vieron en su apogeo que tenían clientes de todas clases sociales, desde los más humildes, a quienes brindaban créditos, hasta la esposa del General Fernández Oro”, relató el nieto de uno de los dueños, Daniel Schuvaks.

Para su época la tienda Diente de Oro era una propiedad maravillosa. El local de venta ubicado en la esquina contaba con mostradores de madera lustrada, pisos de pinotea y un techo machimbrado. Junto a la tienda sobre la calle Fernández Oro se encontraba la vivienda familiar de los Schuvaks. Con el crecimiento de la ciudad la tienda quedó en el olvido y su arquitectura que reflejaba el estilo colonial comenzó a deteriorarse.

• Línea de tiempo

Luego de estar 25 años abandonado en 1994 los descendientes de la familia Schuvaks, dueña del Diente de Oro, cedieron el predio a la municipalidad de Cipolletti por 100 años. Una de las cláusulas incluía que el espacio sea destinado a actividades culturales y benéficas.

“En la tienda se podía comprar ropa, muebles, accesorios y artículos del hogar, y cuentan los vecinos que lo vieron en su apogeo que tenían clientes de todas clases sociales, desde los más humildes, a quienes brindaban créditos, hasta la esposa del General Fernández Oro”.

Daniel Schuvaks, nieto de uno de los dueños de Diente de Oro.

En 2016 Magdalena Odarda, la entonces senadora nacional, presentó un proyecto para que el inmueble sea declarado un bien histórico y enmarcarlo así en la ley 12.665, la cual busca preservar los monumentos históricos de todo el país.

En 2019 Anibal Tortoriello, intendente de la ciudad en ese momento, realizó una ordenanza donde otorgó el predio al colegio de arquitectos de Río Negro para comenzar con una puesta en valor del inmueble. Así como también les cedió el juicio de usucapión a favor de la municipalidad.

En el 2020 se realizó el concurso de anteproyectos para la recuperación histórica y patrimonial del predio. El proyecto ganador fue “colonia” perteneciente a los arquitectos Mauricio Roberto Rivera y Alejandro Moyra.

• Conservar la identidad de la ciudad

María Beatriz de Rafaelli, presidenta del Colegio de Arquitectos de Río Negro resaltó la importancia de recuperar el patrimonio historico en un sentido mas amplio que el estructural.

«Trabajar sobre el predio del Diente de Oro es ir más allá de la esquina Villegas y Fernández Oro. Es trabajar un circuito cultural que incluya la estación del ferrocarril y la zona del paseo ferroviario, plaza del bicentenario, complejo cultural, Casa de la música, la calesita y el centro cultural municipal. La idea central es lograr la integración entre el plano urbano y el cultural”.

El primer paso de la obra fue preservar la fachada de la tienda para así evitar que se pierda su identidad. Para esto se colocaron pilotes especiales y se revocaron las paredes para generar una fachada con mayor resistencia.

La segunda parte del proyecto plantea la creación de un patio para que la comunidad pueda transitar, además de un salón de SUM para 60 personas, donde se podrán realizar eventos privados.


Casa Peuser, una joyita parisina en el Alto Valle



En el centro de lo que hoy es el predio de la facultad de Ciencias de la Educación y Psicología se encuentra la conocida Casa Peuser. Una construcción de principios del siglo XX es una réplica exacta del Petit Trianon de Versalles, Francia. En su mejor momento la casa era una de las extravagantes de la zona por su arquitectura y el flamante jardín con plantaciones exóticas.

Un joven adinerado que eligió el valle para veranear


Alberto Peuser, junto a dos amigos, llegó a la zona del alto valle en 1911 invitado por Manuel J. Cordiviola, quien lo acompañó a recorrer la región y conocer sus tierras en Cipolletti. Cordiviola lleva a los tres muchachos a conocer las tierras de Fernández Oro al noreste de Cipolletti que estaban a la venta y mediante Jorge Gonzalez Larrosa realizan la compra de casi 1000 hectáreas, de las cuales Peuser adquiere 300.

Casa Peuser en Cipolletti.


“En un principio creímos que Peuser había llegado a la zona para introducirse en la producción frutícola pero luego de varias investigaciones descubrimos que su estancia en la zona era puro ocio. A diferencia de los otros jóvenes de su edad que se dirigían a la costa argentina para veranear, Peuser eligió Cipolletti como destino para distenderse de sus responsabilidades”, explicó Liliana Fideli, historiadora Cipolletti y docente de la facultad de ciencias de la educación.

El joven Peuser invirtió cerca de $1.500.00 en la construcción de la casa y el parque, su principal inversión, con especies arbóreas importadas de Nueva Zelanda. Cinco hectáreas de plantaciones exóticas rodeaban la casona con canteros geométricos que contenían pinos, muérdagos, olmos, mosqueta blanca, pita y glorietas de glicina. Además Peuser mandó a colocar plantaciones frutícolas de manzanas y peras importando variedades como la deliciosa, Calville Blanc, jonathan, gran smith, rome beauty.

“En un principio creímos que Peuser había llegado a la zona para introducirse en la producción frutícola pero luego de varias investigaciones descubrimos que su estancia en la zona era puro ocio».

Liliana Fideli, primera vocal de CUPACIP.

La antigua construcción es una réplica del conocido Petit Trianon de Versalles mandado a construir por el rey Luis XV para Madame de Pompadour. Es un edificio de arquitectura neoclásica que contaba con una casa entretenimiento, la casa de los peones, un palomar, un gallinero, un salón fotográfico, la famosa sala de los espejos (igual a la del Petit trianon) y un cottage con frisos de la mitología griega, donde los hombres se juntan a debatir y jugar a las cartas.

• Cronología de la puesta en valor


Años después de su construcción Peuser vende la propiedad y la compra Manriquez quien luego tmabien la vende y pasa a manos de la municipalidad de Cipolletti. En 1971 la Casa Peuser se convierte en las instalaciones del Museo Provincial Carlos Ameghino. En 1972 se crea la Universidad Nacional del Comahue y se destina parte del predio de la casa para instalar en la facultad de Ciencias de la Educación y casi 16 años después el gobierno provincial otorga la propiedad de la casa a la facultad de forma definitiva.

En 1984 Gracias a la ley provincial N° 1866 la casa Peuser y su parque fueron declarados Monumento Histórico Provincial. Y en el 2015 surge el proyecto de campus universitario impulsado por Adriana Hernandez para establecer un puente entre la facultad de Ciencia de la Educación y la facultad de medicina utilizando el predio de la casa Peuser.

“La casa se deterioró muchísimo con el tiempo y con el uso, antes funcionaban ahí algunos boxes de investigación, dependencias administrativas y la biblioteca de la facultad pero por los peligros de desmoronamiento tuvimos que detener su uso. El techo tenía fisuras que generaban varios problemas edilicios. Para comenzar con su puesta en valor y refaccionamiento la casa y su jardín quedan a cargo de los Custodios del Patrimonio Histórico de Cipolletti (CUPACIP)”, expresó Liliana Fideli, primera vocal de CUPACIP.

“Hace dos meses terminamos con la reconstitución del techo y eso ayuda a que la casa se mantenga».

Liliana Fideli, primera vocal de CUPACIP.

Liliana Fideli: en un primer momento decide reconstruir, revalorizar y arreglar la mansión Peuser y su parque. Lo más complicado fue buscar los fondos para las obras, porque como tiene el carácter de monumento histórico tiene que ser lo más fiel que se puede a lo que era el original en su construcción, decoración y mobiliario. Cuando empezamos a analizar que revalorizar primero definimos que el techo era una urgencia porque provocaba los mayores problemas de deterioro.

Durante su gestión, el intendente Tortoriello donó los materiales para la primera etapa y el gobernador con mandato cumplido Alberto Weretilneck firmó un convenio para financiar parte de la obra. En 2019 la actual gobernadora Arabela Carrera entrega el dinero que había prometido Weretilneck y se hace contacto al arquitecto Di Fiore, encargado de la restauración del patrimonio nacional.

“Hace dos meses terminamos con la reconstitución del techo y eso ayuda a que la casa se mantenga. Los pisos, la sala de los espejos y la pintura tiene que ser la original. Además por ser monumento del patrimonio nacional se hacen mini proyectos para todo lo que hay que realizar la comisión nacional de patrimonios históricos tiene que aprobar todas las obras que se realicen. No es fácil reconstruir por el costo económico y por el tiempo. Desde CUPACIP queremos que se instale ahí un museo interactivo, pero aún falta tiempo para eso”, finalizó Fideli.


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