Así les salvaron la vida a tres niños que se perdieron en el lago en Picún

La embarcación que ocupaban junto a un adulto estaba a la deriva. El viento los alejaba cada vez más de la costa y ya no los veían, pero tres hombres emprendieron el rescate contra toda posibilidad, y lo lograron.

Todo ocurrió al extremo: tres niños y un adulto se perdían cada vez más en la distancia dentro de su pequeña embarcación por el lago Ramos Mexía arrastrados por el viento, el sol se ocultaba y las olas crecían. Unos pescadores que estaban en el lugar dieron aviso a todos los que pudieron. En minutos las fuerzas de Picún Leufú, bomberos, policías y guardafaunas se reunieron en la costa.

Allí estaban el subcomisario Moisés Martínez, Guillermo Palacios, un guía de pesca que prestó su embarcación para el rescate y el guardafauna Hugo Kutipi Flores, tres conductores náuticos habilitados. Los niños ya no se veían. Los hombres se miraron y lo supieron. Pusieron la vida de los náufragos sobre los permisos y protocolos y salieron a su búsqueda.

Con tantas crestas que formaban las ráfagas el lago se veía blanco, lo que podría ser una vista hermosa pero no, porque la enormes olas no permitían visualizar a la embarcación pérdida. Unas personas se subieron a una barda y comenzaron a darles indicaciones y así fueron, a “ciegas”, por pericia, trabajo grupal y un poco de suerte, hasta dar con los niños.

“Estaban casi en un estado de hipotermia”, recordó Flores. Entre llantos, los hombres lograron pasar a su embarcación a las dos hermanas de 8 y 11 años junto a su primo de 6 y el tío de ambas. Inmediatamente se sacaron sus prendas para vestir a los niños y tratar de darles calor.

Gentileza.-

Había pasado una hora, y faltaba una más para recorrer los 15 kilómetros que los distanciaban de la orilla. Llegar había sido difícil, volver sería peor: las olas chocaban de frente, la embarcación quedaba casi en posición vertical y caía en el vacío cuando el agua pasaba.

A la pericia para enfrentar el lago, los rescatistas tuvieron que sumarle estrategias para que los niños no se asustaran con cada caída y no vieran el agua. “Cuando pisamos tierra no lo podíamos creer, todavía no se cómo hicieron esos nenes para sostenerse con sus manitos y no caer al agua. En mis 26 años trabajando nunca viví algo tan increíble”, se emocionó el guardafaunas mientras la relataba la historia que comenzó ayer, a eso de las 19, y que lo marcaría.

Los niños y el adulto rescatados fueron trasladados al hospital local para recibir atención médica y así poder retornar a Cutral Co, de donde son oriundos. Para los rescatistas llegó el momento del reconocimiento y las felicitaciones, mientras terminan de entender que lo que ayer hicieron en cumplimiento de su deber fue salvar vidas.


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