Bariloche: trató de vender troncos fosilizados, lo imputaron y reparó el daño

El caso ocurrió en marzo del año pasado. La persona aseguró que publicó en Facebook las piezas porque  necesitaba dinero. Nunca imaginó que terminaría involucrado en una causa penal en la justicia federal.

A principios de marzo del año pasado, Sebastián Husson había tocado fondo. Estaba en pleno proceso de separación y en graves dificultades económicas. Comenzó a vender muchas de sus pertenencias para cubrir sus gastos. Sobre todo del monoambiente que alquilaba en Bariloche. Desde hace años conservaba un tronco fosilizado que le había regalado un cliente y otras pequeñas piezas y resolvió publicar todo en Facebook para conseguir algo de dinero. Allí, comenzó una pesadilla.


Dos o tres días después, nueve efectivos de la Policía Federal irrumpieron en su domicilio y secuestraron los troncos petrificados. El grupo de investigaciones de Delitos Tecnológicos de Gendarmeróa detectó la publicación y activó la alarma. Sebastián aseguró que el tronco más grande tenía unos 50 centímetros; los demás eran pequeños.

No fue todo. Sebastián quedó imputado en una causa penal en la justicia federal por vulnerar la ley 25743 de protección del patrimonio arqueológico y paleontológico. A raíz del allanamiento, el dueño del alquiler le pidió que se marchara.

La justicia y el perito experto en paleontología que participó del procedimiento constató que el acusado no se dedicaba al comercio o al contrabando de piezas arqueológicas. Sin embargo, Sebastián tuvo que comparecer en la sede local de la Policía Federal y varias veces en el juzgado federal de Bariloche.

El conflicto se pudo resolver con una reparación integral del daño, a partir de un acuerdo entre la defensoría oficial, que asistió al imputado, y la fiscal federal interina Cándida Etchepare. El juez federal subrogante de entonces Gustavo Zapata homologó ese acuerdo, que incluyó la realización de 120 horas de tareas en el Museo Paleontológico de Bariloche.

El Museo Paleontológico de Bariloche, depende de la Asociación Paleontológica de la ciudad. (foto gentileza)

Un trabajo comunitario que ayudó como aprendizaje


Sebastián cumplió su compromiso con la justicia federal. Trabajó las 120 horas en el Museo de la ciudad donde hizo varias tareas, desde cortar el paso hasta colaborar con el inventario de las piezas que resguarda esa institución.

El presidente de la Asociación Paleontológica Bariloche, de la que depende el museo, Ari Iglesias, confirmó que Sebastián trabajó con ellos. Explicó que se presentó el año pasado y le explicó su caso. Iglesias estaba al tanto.

Contó que había sido convocado como perito por la justicia federal. Estimó que algunos de los troncos petrificados que le habían secuestrado a Sebastián tenían alrededor de 15 millones de años. Recordó que el valor de los fósiles para por «el valor científico».

Explicó que Sebastián estuvo a disposición y colaboró en forma permanente. «Quisimos que vea de manera tangible cómo trabajamos, la pasión que le ponemos», comentó Iglesias, que es el director del museo.

Husson desempeñó varias tareas durante su paso por el Museo Paleontológico de Bariloche. (foto gentileza)

Un error que la justicia sancionó


«Lo que aprendí es que el patrimonio antropológico hay que cuidarlo y dejarlo donde está, A lo sumo mirarlo», expresó Sebastián, ya liberado de la carga de las 120 horas.

Contó que desde niño siempre le fascinó coleccionar artículos históricos. Una pasión que le inculcó su padre. Por eso, tenía algunas colecciones de billetes y monedas antiguas y hasta latas de gaseosas que cubrían las paredes de la habitación que tenía en la casa de sus padres, en Buenos Aires.

«Cometí un error, cuando publiqué las piezas en Facebook», admitió. «Nunca me imaginé que iba a quedar involucrado en una causa penal por esta situación», señaló aún sorprendido.

Relató que cuando el dueño del alquiler le fue a avisar en marzo del año pasado que lo buscaba la Policía, pensó que era una notificación por su divorcio. Minutos después, su monoambiente había quedado dado vuelta. «No sabés qué mal que la pasé», confió. Estaba sin trabajo, solo e involucrado en una causa en la justicia federal.

Además, le secuestraron su celular que usaba para trabajar porque hacía mantenimiento y todos sus contactos eran por WhastApp y estaban en el teléfono. «Caí en un pozo depresivo», sostuvo. Pero con la ayuda de familiares y amigos se levantó.

«Todos vieron que puse mi mejor voluntad, mi mejor predisposición», aseguró. «La necesidad me llevó a publicar eso, así como vendí todo, para tener un mango», explicó.
Dijo que en algun viaje que ha hecho con turistas por la zona y observan alguna pieza llamativa, «lo miro por ahí y les digo no puede tocar nada y les cuento mi experiencia». «Es bueno porque el turista también aprende que no hay que agarrar nada de lo que está en la naturaleza», sostuvo.

Valoró su paso por el museo. «Conocí huevos y huesos de dinosaurios que nunca había visto en mi vida», expresó. «Las personas del Museo Paleontológico me trataron de diez. Unos fenómenos. siempre me dieron una mano», destacó.

Uno de los compromisos que tenía pendiente con la justicia federal era contar su caso en una entrevista. Tras relatar lo que le había ocurrido, Sebastián se sintió liberado.

El Museo Paleontológico de Bariloche tiene piezas valiosas que el público puede conocer. (foto gentileza)

Una herramienta legal para resolver conflictos


El acuerdo de reparación se homologó en una audiencia que se hizo el 12 de mayo del 2022. La defensa pública coadyuvante (en representación del imputado) y la fiscal federal lo presentaron.
Allí, Sebastián Husson compareció.

La fiscal federal interina Cándida Etchepare explicó que el delito endilgado al imputado se encuentra previsto en la ley 25.743 y resultaba ser un delito leve con una escala penal del mismo tenor. Consideró que la realización de 120 horas de trabajo en el Museo de la ciudad resultaba coherente, según el acta a la que RÍO NEGRO accedió de fuentes judiciales.

Asimismo explicó que había tomado contacto con el director del museo, Ari Iglesias, quien le había informado que la ayuda de Husson sería de mucha utilidad. Etchapare aclaró que el acuerdo propuesto alcanzaría para una vez cumplido dar lugar a la extinción de la acción penal.

El imputado expresó su consentimiento con el acuerdo. Solo pidió que se vislumbre la posibilidad de que se le devuelva su teléfono celular, ello pues ahí tiene diversos contactos de WhatsApp que necesita para continuar sus labores.

Gustavo Zapata, que subrogaba entonces el juzgado federal de Bariloche, homologó el acuerdo de reparación integral alcanzado entre el MPF y el imputado y dispuso la devolución del celular.


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