Científicos aseguran que Argentina es ideal para atravesar una situación apocalíptica: cuál es

Según una investigación, nuestro país y Australia tendrían mayor esperanza de vida durante una década de "invierno nuclear".

La ubicación en el globo terráqueo de Argentina podría traer beneficios en un marco catastrófico: quienes se encuentren en esta zona podrán sobrevivir a una hipotética, en principio, guerra nuclear entre Rusia y Estados Unidos.

La situación fue analizada por científicos interesados en el tema, que estudiaron mediante simulaciones informáticas de todos los posibles escenarios.

El estudio señala que “una nube de humo de las ciudades en llamas engulliría la Tierra, causando pérdidas de cosechas en todo el mundo, según muestran los modelos”, ante un conflicto bélico de estas características.

Además, los científicos agregan que Argentina y Australia tienen la mejor esperanza de que la civilización sobreviva durante una década, después de una lluvia radiactiva.

La investigación, publicada en la revista científica Nature Food, anticipa que un conflicto a gran escala que involucre a 100 bombas nucleares, con cenizas arrojadas por tormentas de fuego que bloquearían el sol y provocarían pérdidas de cultivos, afectaría a más de 5 mil millones de personas que morirían de hambre en todo el mundo.

Por su parte, el trabajo científico anticipa también que una guerra nuclear entre India y Pakistán podría lanzar entre 5 y 47 millones de toneladas de cenizas a la atmósfera, dependiendo de cuántas ojivas se utilicen y cuántas ciudades se destruyan por completo.

Según los profesionales, el humo de las ciudades incendiadas se elevaría hacia la atmósfera, envolviendo al planeta en una capa de ceniza que bloqueará los rayos del sol durante años. Los científicos lo llaman “invierno nuclear”.

Las cenizas serían un factor clave en la gravedad de un invierno nuclear, que habrá descendido las temperaturas mundiales más de 10 grados centígrados, más que el enfriamiento vivido en la última Edad de Hielo.

En tanto, el experimento arrojó que una guerra nuclear total entre Estados Unidos y Rusia, cuyas chances crecieron a causa de la invasión en Ucrania, podría producir 150 millones de toneladas de hollín, por lo que los cielos tardarían años en despejarse.

Se trataría de “el peor” de los escenarios para la humanidad, porque la producción de alimentos caería en un 90% tres o cuatro años después de la guerra. Así, según anticipa la investigación, en el transcurso de cinco años, la producción de maíz caería un 13%, la producción de trigo un 11% y la producción de soja un 17%.

Las naciones más afectadas serían aquellas ubicadas en latitudes medias a altas, que ya tienen una temporada corta para el cultivo y que se enfriarían más dramáticamente después de una guerra nuclear que las regiones tropicales. Las reservas de cereales desaparecerían en uno o dos años.


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